~Narrado por Brian~
No tengo idea de cuánto tiempo dormí, pero ahora que abrí los ojos, me doy cuenta de que ya había anochecido. Me acosté boca arriba, en medio de la oscuridad total de la habitación.
Seguía sintiéndome algo cansado a pesar de mi tarde sin hacer nada. Había tenido un montón de sueños intranquilos, casi todos tenían una discusión y no acababan bien, supongo, claro, por todo lo que estoy pasando ahora.
No podía creer que Madison fuera tan buena conmigo… Me siento extrañamente triste sabiendo que no voy a verla todos los días, y sé que ella debe sentir algo parecido, pero ambos sabemos que es lo mejor… lo políticamente mejor, por supuesto, porque yo no habría elegido esto. Hay situaciones, como esta, en la que si todo el mundo está en contra de uno, no queda más que ceder. Y bueno, es justo lo que había hecho, y sólo podía pensar que Madison es genial por alentarme a hacer lo correcto, aunque a ella tampoco le agradara la idea, y que todos pensaran lo peor.
Sin embargo, por el otro lado, quería acabar con esto de una vez por todas. Necesito estar bien con Stefani, ella es todo para mí, y no me siento bien estando en esta constante pelea con ella. Sé que seguro cometí un error, pero mantengo mi idea de que ella exagera las cosas. Sí, por mucho que pueda molestar que piense eso, no me retracto. Pero da igual, sólo quiero hacer como que esto no pasó, y estar bien con ella.
Y por si fuera poco con todo este estrés, tengo que sumar el hecho de que no tengo trabajo. Joder, no puedo creer que tenga que volver a andar de aquí a allá haciendo pequeños trabajos donde se me presente la oportunidad. Es muy agotador, pero no me va a quedar de otra. Esto nos va a afectar mucho, porque estaba ganando bastante bien… Ah, claro, y ahora también estoy preocupado por la cuestión de la escuela. Madison afirmó que no debía preocuparme por eso, pero creo que, dadas las circunstancias ahora, no es correcto esperar que el profesor Montgomery me resuelva la vida luego de renunciar así como así. Esto significaba que no iba a entrar a la escuela, no tenía trabajo, y vienen dos bebés en camino.
No quería levantarme de la cama, me sentía desganado, y de todos modos, no tenía por qué hacerlo. Me frote los ojos con las manos, y me percaté de que, lejos de quitarme el sudor, me llené la cara de tierra. Entonces recordé que me había acostado a dormir tal y como llegué a la casa, todo mugroso, y que ni siquiera me quité las botas llenas de lodo. No podía ver, pero seguro la cama estaba hecha una porquería por mi culpa.
Stef debía estar molesta conmigo todavía, quién sabe que tanto habló de mí con Hazel luego de que me alejé de su presencia. Hazel… rayos, seguro ella me odiaba, pero ese no es mi problema, es de ella por meterse donde no la llaman. Solté un gruñido involuntario y me pasé las manos por el pelo. Lo sentí extrañamente corto, hasta que recordé que Madison lo había arreglado.
En eso, la puerta se abrió, dejando entrar una línea de luz.
-¿Bri?-me llamó la voz de Stef
Volví a taparle los ojos con las manos, mientras escuchaba el sonido del interruptor de la luz. Abrí los ojos poco a poco, pues el cambio de iluminación me cegó momentáneamente.
-Quería ver si estabas despierto-explicó, cerrando la puerta tras de sí
-Ajá-murmuré, incorporándome. Pude ver que, efectivamente, la cama era un desastre de tierra-¿Qué hora es?
-Como las 8:30-me informó tímidamente, como si esperara que yo perdiera los estribos de un momento a otro-¿Tienes hambre?
-Un poco-mentí, porque me estaba muriendo de hambre-Pero no te molestes, ya me prepararé algo más tarde
-Dejé tu cena en el horno, sólo tienes que calentarla, si quieres…
-Gracias
Me senté en la orilla de la cama, y me dediqué a tratar de acomodar mi cabello. Stefani se acercó poco a poco.
-Lamento lo de la cama-me disculpé-Lavaré todo
-Da igual, tenía pensado cambiar de sábanas de todos modos-respondió ella
-Yo lo haré
Me quedé callado después de eso, mirándola. Sabía exactamente lo que Stef iba a decir, así que sólo esperé a que lo hiciera. Y sí, el silencio no duró ni 20 segundos:
-No tenías que renunciar
Y por supuesto, yo ya tenía una respuesta preparada para eso:
-¿Ah, no?
-No
-Es lo que querían todos
-Yo nunca te dije que renunciaras
-Papá y Hazel sí, y no puedes decir que no fuiste tú quien les contó de esto
-¡Estaba preocupada!
-Lo sé. Por eso hice lo que hice, ya no tienes que estar preocupada
Stefani suspiró, volvió a adoptar su cara de timidez, y preguntó:
-¿Sigues enojado?
-No estoy enojado-contesté
-Sí lo estás…
-No. Estoy algo estresado y… eso. Tú estás enojada, desde hace días
-No, enojada no. Ok, un poco… pero estoy más asustada
-¿Asustada?
-Sí
-¿Por qué?
Ella no respondió de inmediato, pero en ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Seguro que quieres estar conmigo?
-¡Claro que sí!-respondí de inmediato-¡Qué cosas dices!
La tomé de la mano y la acerqué a mí. A pesar de que mi mano estaba llena de tierra, ella no dudo en apretar fuertemente sus dedos en torno a los míos. Estando así, yo sentado y ella de pie, quedábamos casi a la misma altura.
-Tomé esta decisión por eso-expuse-Porque sé cómo te sientes, sé que quizás hice mal, y lo más importante para mí es estar bien contigo ¿ok? No quiero seguir peleando, así que mejor así, aunque ahora no sé qué hacer sin trabajo
-¿Es en serio?
-Sí
Stefani bajó la vista a nuestras manos. Yo esperé a que dijera algo más, porque está claro que faltan cosas que discutir. Por fin, me miró e insistió:
-Te pasa algo, no me digas que no
-Ya te lo dije, estoy estresado
-No me mientas más, Bri. Estás así por Madison. ¿Acaso renunciaste porque te peleaste con ella o algo así?
-No. Madison me convenció de esto para que no tuviera más problemas contigo… Es una gran persona, aunque no lo quieras ver
-Mira, digas lo que digas, yo escuché de sus labios la verdad sobre lo que pasó aquella noche, así que no importa que tanto quieras limpiar su nombre, para mí siempre va a ser una mosca muerta
Bien, no me queda otra opción. Ya no iba a ver a Madison más, pero no iba a dejar que Stefani, y todos en realidad, siguieran pensando lo peor de ella, aunque esto me va a costar. Voy a romper la promesa que le hice, pero le voy a devolver el favor “limpiando su nombre”, como dijo Stef.
-Madison es una de las mejores amigas que he tenido-comencé, y al ver que Stefani iba a decir algo, la interrumpí-Y te voy a decir porque: Nadie nunca había metido tanto las manos al fuego por mí
-Ah, claro, si así se le llama ahora…
-Ustedes ganaron, ¿ok? No la voy a ver más. Pero, como te dije, ella me ayudó a por fin decidirme a hacerlo. No tienes idea de cómo es en realidad, porque estás decidida a hacerla la mala de la historia, pero se acabó
-Si la hago la mala de la historia, es porque lo es, y si vas a seguir defendiéndola…
-Escúchame. No sé cómo te enterarse de lo que ocurrió aquella noche, pero necesito que sepas la verdad. Yo estaba muy ebrio cuando todo eso pasó. No tengo claro todo, pero sí sé una cosa: fui YO quien la beso a ELLA
Stefani quitó de inmediato su expresión de enojo y la cambió por una… no sé cómo clasificarla, parecía que el mundo se le venía encima. Sentí un nudo en mi corazón, pero continúe:
-Ella no quería hacerlo, trataba de calmarme diciendo que yo estaba comprometido contigo y esas cosas, pero yo insistía, porque cuando me embriago soy de lo peor… al final, creo que ella aceptó darme un beso sólo para que la dejara en paz, pero lo interrumpió de inmediato. Luego, me mandó para acá. Y después, cuando la abordaste, se echó toda la culpa para que yo no tuviera problemas contigo. No le importo que la tacharas de zorra, lo hizo por mí. Ni siquiera quería seguirme hablando, pero yo insistí, porque cuando supe lo que había pasado, quise saber cómo devolverle el favor. Así que ahí tienes. Yo nunca le he gustado a Madison, pero fingió que sí para salvar mi trasero, y yo fui tan cobarde que se lo permití, pero ya no más. No la veré ya, pero no quiero que quede como una mala persona. Así que, en resumen, Madison Montgomery no es una mosca muerta.
Cuando terminé de hablar, Stef me miró justo a los ojos. Ya había empezado a llorar desde antes, pero en ese momento sus sollozos se aceleraron y me gritó:
-¡¡Eres un idiota!!
Mientras pronunciaba la palabra “idiota”, me soltó un puñetazo en la mandíbula, tan fuerte y que me tomó tan desprevenido que consiguió arrojarme a un lado.
-¡Vete al sofá!-me ordenó
-¿No me entendiste?-dije, cubriéndome el sitio del golpe con la mano-¡No sabía lo que hacía!
-¡¡Entiendo que eres un imbécil y que te detesto!! ¡No te quiero ver, lárgate!
-¡En serio lo siento! Quería que supieras la verdad para ser totalmente sincero ahora…
-¡Vete al sofá!
-Stefani…
-¡Vete al sofá!
-Escucha, por favor
-¡¡VETE AL SOFÁ ANTES DE QUE SEA YO LA QUE SE LARGUE DE LA CASA!!
Solté una maldición y me levanté de la cama, saliendo de ahí.

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Yoü And I
RomanceBrian May es un chico humilde y tímido, con grandes aspiraciones para su futuro. Stefani Germanotta es una rebelde nata cuyo sueño es ser cantante. Cuando ambos se conocen, saben que están dispuestos a estar juntos para siempre, pero ¿y si parece qu...