Capítulo 74

133 8 4
                                        

~Narrado por Brian~
Hay veces en la vida que uno siente que odia todo y a todos y sólo quiere perderse un rato para poder seguir odiando a gusto. Pues así me sentía. En momentos estaba triste, pero la emoción que me dominaba era la ira. Es increíble cómo una pelea estúpida puede afectarnos de esta manera, es decir, desde mi punto de vista, Stefani sí que había actuado como una loca. Es lo que yo opino, si tengo razón o no ya es algo diferente. Pero como sea, lo que me preocupaba ahora es saber si, a fin de cuentas, Stefani hablaba en serio o no cuando se quitó el anillo. Demonios, de ser así, seguro no la encontraría al volver a casa, y de ser así… bueno, no sé qué voy a hacer.
Pero por ahora estaba molesto. Desde el momento en que salí de casa y tomé un autobús al centro han pasado… No sé, más de cinco horas. Sólo sé que ya pasó la medianoche, me da igual. Estoy en un bar, y me he tomado tantos tragos que la verdad ya hasta perdí la cuenta de cuanto le debo al sujeto que me los sirve. Ni lo sé ni me importa, quiero ver si también se me olvida el coraje que siento. Es raro, porque en ratos se me olvida el por qué estoy enojado, luego lo recuerdo y me enojo más, y es cuando pido otro trago. No quiero volver a casa ahora, seguramente sólo lograría que Stefani me regañara por llegar a esta hora, digo, si es que sigue ahí. Lo que me preocupaba era que dejara al perro… sí… si se fue, ojalá se haya llevado al maldito perro…
Desperté de repente, sintiéndome desubicado unos minutos. Ah, ya… Me quedé dormido en la barra del bar. Me pasé las manos por la cara, y le grité al sujeto que estaba del otro lado… ¿cómo se les llama? Ah, bueno, no importa.
-¡Oye!-grité-¡Oye! Dame otro trago, ¿quieres?
-Oye amigo, ¿no crees que ya bebiste demasiado?-me dijo. Bueno, eso entendí, escucho su voz un poco lejos…
-Voy a pagarte, ¿no? ¿Cuál es el maldito problema?
Palabras mágicas, el sujeto me sirvió otro trago. Me lo bebí hasta el fondo, y el tipo ese comentó:
-Día difícil, ¿no es así?
-Mi prometida ya no quiere casarse conmigo-respondí-Trabajo todos los malditos días para darle una vida buena, y me lo paga siendo una histérica. Ya no quiere ser mi esposa… Y el estúpido perro me mordió… ¿me das otro trago?
-El lugar está a punto de cerrar-dijo el tipo, sirviéndome el trago-Deberías considerar llamar a un taxi
Me bebí el trago al hilo antes de responder:
-Gran idea, puedo ir a otro lugar… primero debo ir al baño… no necesito un taxi para eso todavía, ¿verdad?
No esperé respuesta, me dirigí al baño… creo que es por acá, no sé, es difícil encontrar el baño cuando te mueven el piso de esta manera…
Genial… Entré al baño, y me dirigí a los urinales, vamos, esto de los tragos de verdad da ganas de orinar… Aunque sólo hayan sido pocos… Quizás fueron más que pocos… no sé, debo preguntarle al sujeto. Me cae bien, se preocupó por mí y escuchó mi historia del perro que me mordió. También debería preguntarle que basura he estado tomando toda la noche. ¿Fue toda la noche? Nah, sólo llevo un par de tragos.
Ok, terminé de orinar. Fui al lavamanos, y me dispuse a salir, pero choqué con un sujeto.
-Oye, ten más cuidado, idiota-me dijo
-¿Me dices idiota a mí? Deberías verte en el espejo-respondí, abriendo la puerta
-¿Qué dijiste?
-Nada, idiota
El tipo ese me tomó de la camiseta. Vaya, era más alto que yo… qué extraño, nunca conocí a alguien más alto que yo…
-Mira niño, no estoy de humor para estupideces-me advirtió
-Entonces cierra la boca y suéltame-murmuré
El tipo me dio un golpe en la cara, que hizo que chocara contra la pared. No pude evitar reírme y decir:
-Una vez mi novia me golpeó más fuerte que tú
El tipo se acercó y me dio otro golpe en la mandíbula. De acuerdo, este si me dolió…
-Vas mejorando, idiota-le dije
El tipo volvió a tomarme del cuello de la camiseta y me estampó de espaldas contra el espejo. Una lluvia de vidrios cayó sobre mí, y sentí un dolor agudo en la coronilla.
-Aprende a tener la boca cerrada, ¿quieres?-me dijo el sujeto
-Pues aprende a golpear mejor
Ese comentario me hizo ganarme una serie de golpes, y cuando menos me di cuenta, el tipo este me estaba arrojando a la calle. Me golpeé la cara en el pavimento, y solté una risita. Bien, quizás ese chico sí sabía golpear…

Yoü And IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora