Yoü And I

Capítulo 8

~Narrado por Brian~

Los días siguientes a nuestra pequeña pelea, las cosas habían estado un poco tensas con Stefani, pero ya todo había pasado. Ella volvía a ser como siempre, y creo que yo también.

Aún así, desde hacía un par de días yo la sentía un poco incómoda, o preocupada por algo, aunque yo creía que era por la pelea, y no había preguntado más.

Era ya de noche, y estábamos en su habitación. Esas visitas nocturnas eran más de lo que su papá me iba a permitir, de modo que Stefani me había propuesto que entrara por su ventana. Un gran árbol crecía junto a ella, de modo que ella solo tenía que dejar la ventana abierta, y yo trepaba.

Estaba recostado en su cama, con la cabeza sobre sus piernas. Ella acariciaba mi corto cabello, y ya había admitido que sí le gustaba. O más bien, había sido una especie de trato: ella no se molestaría por mis cortes de pelo, que obviamente serían ahora mucho más frecuentes, y yo no debía quejarme cuando ella quisiera fumar frente a mí, como en ese momento, que tenía un cigarrillo encendido en la mano. La verdad nos dábamos cuenta de que éramos muy diferentes, pero no le cambiaría ningún detalle. Para mí, siempre será la chica más perfecta del mundo.

-Freddie no deja de hablar de ti cuando nos vemos-comentó ella, sin dejar de acariciarme

-Espero que al menos sean cosas buenas-respondí

-Pues... dice que eres un idiota, pero que le caes muy bien

-Tratándose de Freddie, eso es un gran cumplido

-De hecho sí. Pero puedo asegurarte que realmente eres su amigo. Lo conozco, si no le agradaras, se la pasaría todo el día hablando mal de ti.

-Eso creo... Me gusta tocar con él, es un gran cantante

-¡Ya sé, yo no podía creerlo la primera vez que lo escuche! Es magnífico

-También tú

Ella soltó una risita y me besó.

-Y tú eres el mejor guitarrista de la historia, amor-me aseguró ella

-Gracias por creerlo, amor-le respondí

-No es que lo crea, es que es la verdad

-De acuerdo, te creeré por ahora

Stefani sonrió y arrojó la colilla de su cigarrillo por la ventana. Yo me incorporé y me senté junto a ella. Tomé su mano y la besé en la mejilla antes de decir:

-¿A dónde quieres que vayamos mañana?

Ella no respondió. De hecho, puso la cara de incomodidad que yo había notado últimamente.

-¿Qué pasa?-pregunté

-Nada

Ella me miró y trató de sonreír, pero no le salió natural.

-Te pasa algo desde hace unos días-observé-¿Quieres hablar de ello?

-Pues...-suspiró-Creo que debo hacerlo de todos modos, así que...

-¿Así que... qué?

-Bueno, no fuiste al único al que papá le puso condiciones para dejarnos salir

-¿De verdad? ¿Y qué te pidió a ti?

Stefani se volvió, mirándome justo a los ojos. Por su expresión, parecía a punto de pedirme perdón por algo.

-Verás-empezó, con voz insegura-Se supone que debo... más bien, no debo dejar de lado a mis amigos para estar sólo contigo...

-¿Y eso que tiene de malo?