Capítulo 56

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~Narrado por Brian~

Desperté en la mañana, pero mantuve los ojos cerrados. Aun así, sentí el rayo de sol golpeándome justo en la cara. Maldita sea, me tomó unos segundos procesar el porqué de esa mañana tan linda, hasta que me percaté de la presencia de "alguien".

Abrió los ojos, con lo que la luz me cegó unos momentos, pero de inmediato me recuperé, bajé la vista y me topé con Stefani, todavía profundamente dormida en mi pecho. Sentí los pelos de mi nuca erizarse, sonreí para mí mismo y la abracé.

Me sentí muy, muy feliz de que esto no fuera sólo un sueño. Tenerla ahí conmigo era todo lo que habría podido pedir. Ayer, o bueno, en la madrugada, cuando la vi con mi camisa puesta... no sé, tuve un impulso de abrazarla y no soltarla nunca. Era la mujer más hermosa del mundo, y estaba dispuesto a decírselo todos y cada uno de mis días.

Stefani comenzó a moverse, abrió los ojos y me miró.

-Hola-dijo, sonriendo

-Hola-respondí, nervioso

Ella se acercó a mi rostro para darme un beso. Esta, definitivamente, era la forma perfecta de despertar. Stef escondió la cara en mi cuello y respiró profundamente. El aire que exhaló me hizo cosquillas.

-¿Qué tal dormiste?-pregunté

-La mejor noche de mi vida-contestó, echándome los brazos al cuello

-¿En serio?

-En serio

Rodeé su cintura con mis brazos, y le di un beso en la frente. Era increíble como una persona podía encender tu mundo de esta manera. Podría pasar todo el día así, abrazándola contra mi cuerpo...

Sin embargo, no fuimos los únicos en despertar. Milo, que estaba en nuestros pies, se estiró, se levantó y se sacudió. Luego, caminó por encima de mí y empezó a lamerme la cara.

-¡No! Hazte a un lado, ¡Milo!

Stefani rio, y entonces mi perro fue sobre ella. Yo traté de apartarlo, pero creo que sus ganas de que Stefani lo acariciara eran más, porque ni se volvió a verme.

-Hola, bebé-decía Stefani, abrazando a mi perro

Me senté en la cama, bostezando. Milo corrió a la puerta, como hacía siempre que yo me levantaba, para que le abriera y él pudiera correr a hacer sus necesidades afuera. Abrí la puerta y salió disparado. Me volví, y vi a Stefani sentada en la cama, tapándose hasta el cuello con la cobija. Soltó una risita, y yo pregunté automáticamente:

-¿Qué es tan gracioso?

-Tu cabello-dijo, bajando la cobija

Me pasé las manos por la cabeza, y me encontré con que mis rizos estabas disparados hacia todos lados. Solté un gruñido y traté de aplastarlos, yendo hacia la cama, pero ella se arrodilló en la cama y, al contrario, comenzó a revolver mucho más mi cabello.

-¿Por qué eres tan lindo?-preguntó, pasando sus pulgares por mis cejas

-No soy lindo-respondí, frunciendo el ceño

Stef tomó mi cara entre sus manos y me besó. Por dios, esos besos eran la gloria. Creo que no me había dado cuenta de la falta que me hacían hasta ahora.

-Eres el niño más lindo que he visto en mi vida-sentenció

Negué con la cabeza. Ella sí que era la niña más linda del mundo... O sea, yo me imaginaba que era linda sin maquillaje, pero, por dios, era tan hermosa... sus ojos verdes parecían brillar en su rostro perfecto. Esos eran los ojos que querían en mis hijos, por favor.

Yoü And IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora