Capítulo 29

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~Narrado por Stefani~
Yo seguía sin aprender mi lección de hacer lo que Brian me pidiera, pues ahora me dirigía a su casa a pie. Aunque era cierto que Bri pedía que ya no lo buscara, ya no me sentía tan mal de hacerlo luego de que su papá me pidiera ayuda para hacer que Bri volviera a tener ánimos de vivir. Estaba así por mi culpa, era lo menos que podía hacer.
Cuando me acerqué a la casa, levanté la vista y vi algo que me dejó en shock varios segundos: Brian estaba sentado en el piso del taller, abrazando a una chica, que a su vez le cubría el rostro de besos a MI chico.
Pero claro... Brian era un tipo guapísimo, caballeroso y todo lo que se puede pedir en un hombre... Era obvio que chicas le iban a sobrar. Aun así, se formó un nudo en mi garganta. De todos modos me acerqué, y sentí cierto alivio que la chica no besaba los labios de Bri, sino que se separó un poco de él y le abrochó bien la chamarra, pues cierto que era un día frío.
Fue entonces cuando Bri me vio. Yo lo saludé con la mano, sin estar muy segura de si eso era lo correcto o no, y la chica volteó.
Se me fue el alma a los pies al ver a Hazel.
Ella le dijo un par de cosas a Bri, le dio un beso en la mejilla y se puso de pie. Luego, fue hacia mí.
-Tenemos que hablar-dijo, al encararme
-Ya lo creo que sí, "mejor amiga"-respondí, indignada
-No te hagas la buena. Nos vemos en la tarde en la cafetería de siempre
-Será un placer
Hazel me miró fijamente unos segundos y siguió con su camino. ¡Maldita sea! De todas las personas que podían salir con Brian, ella era la única que... no podía. Eso no es lo que hace tu mejor amiga.
Llegué a donde estaba Bri, que ya se había puesto de pie.
-¿Estás enojada?-preguntó, con la misma frialdad del otro día
-No-respondí, impulsada a darle un beso en la barbilla, cosa que no hice-Hola
-Hola...
-¿Cómo estás?
-Bien, creo
-Aquí hace frío...
-Vamos adentro si quieres, igual quiero hablar contigo
Asentí y me dirigí al interior de la casa. ¿Qué era lo que quería decirme? ¿Acaso me iba a soltar la bomba de que Hazel era su novia?
Lo miré, pero nada en su expresión delataba alguna pista de lo que quería decirme. Definitivamente no era el mismo de antes, ahora era un chico muy, demasiado serio.
Llegamos a la sala, y nos sentamos en el sofá.
-Primero que nada, quiero que sepas que Hazel es sólo mi amiga-dijo
Casi solté un suspiro de alivio.
-Bueno...-dije-Está bien...
-Para que no te molestes con ella
-Eso no pasará, Bri
Lo miré a los ojos. Algo había cambiado en él, después de todo... se veía un poco mejor, más vivo...
-¿De eso querías que habláramos?-pregunté, sonriendo un poco
-Oh, no... De hecho no-respondió Bri, sin perder la calma-Stefani... ¿Por qué no me contaste lo que pasó con Roger?
Me quedé un tanto sorprendida. Vamos, él no podía saberlo… ¡No podía! Yo no le había dicho a nadie la verdad entera, salvo a mis padres. Miré al piso y murmuré:
-¿Cómo sabes eso?
-Alguien me comentó...
-¿Qué te dijeron?
-Que Roger trató de…
Solté un suspiro. Claro. Hazel. Hazel, como mi “mejor amiga”, había notado lo mal que estaba yo… pero la verdad no me había atrevido a contarle lo que realmente había pasado, así que lo dejé en un “Roger casi…”. Bien... Brian era la última persona que yo quisiera que se enterara de lo que ocurrió en realidad. Aun así, no me atreví a verlo a la cara. Me puse muy roja.
-Stefani... ¿por qué no me lo habías dicho?
-No tiene caso, Bri... Ya pasó de todos modos...
-No es cierto... no creo que hayas dejado de pensar en ello
Cerré los ojos y traté de calmarme, pues sólo de pensar en Roger apestando a alcohol sobre mí me ponía muy nerviosa. Bri acarició mi rostro con su huesuda mano, y al pasar por mi mejilla izquierda su solté un quejido bajo. Además, por el instinto, me separé de él violentamente.
-¿Qué pasa?-se extrañó él
-Nada...
Bri me hizo mirarlo, y muy despacio empezó a frotar mi mejilla con su pulgar. No traté de detenerlo, y no era difícil saber que estaba haciendo: quería quitar mi maquillaje.
-Tienes un moretón...
Desde aquel día, no se me había borrado la marca del golpe que me dio el maldito de Roger, yo tenía la piel muy sensible y las marcas tardaban varias semanas en desaparecer.
-¿Qué te pasó aquí?-preguntó Bri
-Nada...
-¿Roger te golpeó?
No respondí, pero sentí cómo las lágrimas comenzaban a inundar mis ojos.
-Stefani, ¿fue Roger quién te hizo esto?-insistió él
Asentí despacio. Brian se puso rojo y frunció el ceño.
-Voy a matarlo...
-¡No!-exclamé, tomándolo del brazo-No Bri, te va a matar
-No voy a permitir que... que te haya pegado y se quede tan campante...
-¡Pero ve cómo estás! ¡Roger te lastimaría mucho! Olvídalo Bri... Yo estoy bien
Brian se tapó la cara con las manos y exclamó:
-¡Soy un imbécil!
-Bri...
-Te prometí que te iba a cuidar... que no iba a dejar que te hicieran daño... ¡y ve lo que pasó! ¡Qué idiota!
-Bri, no es tu culpa, después de todo yo no dejaba que te acercaras...
-¡Pero de todos modos yo debí insistir en estar al pendiente de ti! Perdóname en serio...
-Brian, basta, no es tu culpa, ¿entiendes?
Bri me pasó la mano por la mejilla muy despacio. Se veía arrepentido. No traté de alejarlo. Tomé sus manos y le dije:
-Deja de sentirte así, esto es mi culpa por estúpida, tú no tienes nada que ver, ¿de acuerdo?
Bri me miró fijamente unos segundos, y yo le di un beso en la mejilla.
-Escucha Bri... Sé que me dijiste que no viniera más, pero...
Bri soltó un gruñido bajo. Estaba claro que él pensaba algo similar. La disculpa que le debía estaba atorada en mi garganta. Quería decirle lo mucho que lo sentía, pero simplemente no me salían las palabras.
-Lamento que te pasará esto-dijo Bri, sin mirarme, frunciendo el ceño
-Bueno... al menos ahora sé que Roger es un idiota
Bri arqueó las cejas, como queriendo decir "Te lo dije". Eso sólo me hizo sentirme más idiota, porque... ¿cómo fui a dejar a Brian por aquel hijo de puta? Como sea, no quería pensar en eso. Sabía que si seguíamos con el tema, terminaría contándole la verdad, y no quería que eso pasara.
-Entonces...-murmuré-¿Hazel no es tu novia?
-No, de hecho no...-respondió él, rascándose la nuca
-Parecían muy cariñosos cuando llegué...
-Sí, bueno... no, no es mi novia, pero creo que es un poco más que "sólo mi amiga", ya sabes...
-Sí, ya entendí
Bri se encogió de hombros. Yo no pude evitar sentirme muy, muy celosa.
-No sabía que se conocieran tan bien-comenté, como quien no quiere la cosa
-No, bueno... Empezamos a llevarnos hace unos meses, y claro, le pedí que...
Bri dejó la frase en el aire, pero no se necesitaba ser un genio para saber lo que quería decir.
-¿La quieres mucho, no?-pregunté, suspirando
-Muchísimo-admitió
Me mordí el labio para no decir nada, pero me sentía muy herida por esta nueva revelación. Ya llegaría el momento de hablar con Hazel de esto.
Miré a Bri y sonreí un poco. Se veía muy extraño con el cabello ya no tan poblado y apelmazado.
-Toma esto-dije, quitándome el gorro de lana gris que llevaba, y poniéndoselo a él cuidadosamente-Creo que te hace falta más que a mí
-Gracias-dijo él, algo sorprendido
-Promete que lo guardarás… quizás quiera recuperarlo un día.
Bri sonrió... De verdad, su sonrisa era hermosa, la forma en que sus colmillos tocaban su labio inferior cuando sonreía era adorable. Me dieron ganas de darle un beso.
-Eres muy guapo-dije, sonriéndole poquito
-¿Eh?-se sorprendió Bri, volviendo a su expresión de ligero enojo-Vaya, que graciosa eres
-De verdad
-Nah
-Te lo juro, no sé cómo eres soltero
-Porque sólo hay una chica que andaría conmigo
Tuve la horrible sensación de que se refería a Hazel.

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