Yoü And I

Capítulo 69

~Narrado por Brian~

Pues bien... Habían pasado ya un par de meses desde el día que me le propuse a Stef, y la verdad es que todo iba bastante bien. Yo estaba ganando muy bien en casa de los Montgomery, aunque a Stefani no acababa de gustarle la idea. También habíamos recibido bastantes pedidos en el taller, y eso mantenía a papá ocupado, y bastante feliz, pues prefería estar trabajando duro, a pesar de mis constantes insinuaciones de que ya era hora de que le bajara a su ritmo. Por mi parte, además de estas dos ocupaciones, seguía ensayando constantemente con Fred y John. Aún no teníamos baterista, todos a los que habíamos recurrido ya tenían una banda u otras ocupaciones. A pesar de mis indirectas, aquel par se negaba a darle otra oportunidad a Roger, pero yo seguía en deuda con él y no me iba a rendir. De todos modos, ahora ensayábamos nuestras propias canciones sin batería, sólo tratábamos de imaginarla, a pesar de que esto no iba a salir a flote sin una batería que nos respaldara, porque ¿quién ha oído de una banda de rock sin batería? Es estúpido.
Por otro lado, Stefani también estaba perfectamente. Iba muy bien en la escuela, y además de eso, la discografía que le había llamado ya le había grabado un par de canciones, y tanto ella como yo estábamos muy emocionados por esto. Yo no dudaba ni por un segundo que mi chica iba a convertirse en una cantante famosa. Ella trataba de no hacerse tantas ilusiones, decía que cosas así sucedían todo el tiempo y no siempre terminaban bien, pero sé que está muy feliz. También tenía un empleo de medio tiempo en un restaurante, a pesar de mi negatividad ante esto. Y por cierto, ya casi iba a llegar a los 4 meses, la panza de embarazo comenzaba a notarse, y no dejaba de quejarse al respecto. Yo sólo me reía y le decía lo hermosa que me parecía, lo cual no era broma, aunque con su desorden de hormonas sus respuestas siempre eran hirientes. Básicamente, me estaba dedicando a cumplirle sus antojos, y no me molesta, de verdad, porque cuando no la hago enojar, se porta muy cariñosa.

Todavía no tenía fecha fija para la boda, pero tenía mucho en que pensar sobre arreglos y todo eso. Iba a necesitar dinero, y no quedaba más que trabajar duro. Además, estos no eran mis días... se acercaba una fecha que cada año, lograba deprimirme.
Y esto me trae a casa de los Montgomery. Era sábado, y había llegado más tarde que de costumbre, pues tenía que iba a plantar unos árboles pequeños, y el Sr. Montgomery los había pedido de un vivero, y se supone que llegarían a eso de las 11, cuando yo solía comenzar a las 9. No había tenido que levantarme temprano, pero igual me desperté a la hora de siempre. Sólo que Stefani decidió aprovecharse de que yo no tenía que irme para portarse cariñosa conmigo, si saben a lo que me refiero.

Quizás por eso, el día se me hacía tan bonito. Ya no nevaba, al contrario, los días habían comenzado a ser soleados, y empezaba a hacer calor. Toqué la puerta de la casa, y en cuestión de nada, la Sra. Montgomery me abrió la puerta.

-¡Hola Brian!-exclamó

-Buenos días, señora-saludé

-Adelante, pasa, hijo

Obedecí, mientras ella cerraba la puerta.

-Los dichosos árboles no están aquí todavía-me informó, haciéndome señas para seguirla

-¿Por qué?-pregunté, yendo tras ella

-No sé qué tanto le dijeron a mi marido, pero el caso es que no podían traerlos. Ha tenido que ir por ellos.

-Imagino que al señor no le agradó nada

-Ya lo conoces, se puso de mal humor, pero igual fue por ellos. Mientras tanto siéntate, te serviré el desayuno

-No tengo mucha hambre

-¡Tonterías! Si estás demasiado flaco. Anda.

Entramos a la cocina, y me encontré con Madison, quien aún estaba en pijama, desayunando en la pequeña mesa que había junto a la ventana. En esa casa también tenían un enorme comedor, pero jamás lo usaban, a menos que fuera una comida importante.