Capítulo 59

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~Narrado por Brian~


Desperté luego de sentir que alguien acariciaba mi rostro. Abrí los ojos lentamente, quedando un poco cegado por la luz del sol que entraba por la gran ventana de la pared. Cuando pude ver claramente, me encontré con los ojos verdes de Stefani, mirándome fijamente.


-Luces muy lindo cuando duermes-murmuró


-¿En serio?


-En serio


Me dio un beso en la barbilla, y fue subiendo hasta mis labios. No sé, pero esa mañana me parecía mucho más bonita que todas las que he vivido en mis 20 años.


-¿Cómo amaneciste, hermosa?-pregunté


-Excelente, porque estás aquí-respondió, alborotando mi pelo-Brian Harold May... mi novio...


Me emocioné un poco al escucharla llamarme así, aunque suene tonto. Le sonreí.


-Me encanta esa sonrisa-dijo, acariciando mi mejilla-Tus colmillos... y tus ojos... y tus rizos... tus pecas...


Iba a responder, pero ella me silenció poniendo dos dedos sobre mis labios. Yo los besé, mirándola. Estaba pensando en lo que dije ayer, antes de dormirme. Dios mío... Quería que esta chica tan preciosa fuera mi esposa. Sí, ya sé que somos demasiado jóvenes y todo esto, y ésta loca idea iba en contra de mi ideología, puesto que yo no tenía trabajo ni planes inmediatos para mi futuro. Pero en serio, lo único que deseo en este momento es tenerla para siempre a mi lado.


-No digas nada, ¿ok?-dijo, sonriéndome de esa forma tan hermosa que sólo le sale a ella


Asentí. Stef se incorporó un poco, apoyándose en su brazo. La cobija se le resbaló un poco y sus pechos quedaron al descubierto. No pude evitar verlos de reojo, pero hice un gran esfuerzo por apartar la vista de ahí, pues no quería parecer un adolescente primerizo. O sea, sí lo era, pero... Bueno, que al menos no se me notara tanto.


Stefani deslizó los dedos que había puesto sobre mis labios por mi cuello, mi pecho, mi abdomen. Yo me mordí el labio, sin saber muy bien qué estaba pensando hacer.


Bueno, no, no hizo lo que me temía. Sus dedos se deslizaron de vuelta a mi pecho.


-En serio gracias-dijo, sin mirarme-Creí que... no podría hacerlo nunca


-Bueno... yo no hice nada...-dije. Sonreí y añadí-Tú me trajiste aquí


Stefani rio fuerte y exclamó:


-¡Pobre e inocente niño!


-No te rías-reclamé, incorporándome a besarla


Ella me devolvió el beso, aún riéndose en mis labios.


-Adoro tu cabello en la mañana-dijo, mirándome


Solté un gruñido y traté de aplastar mi pelo, pues sé que seguro es un desastre de rizos por todas direcciones.


-Estuviste excelente-comentó-Los dos rounds


Me estaba mirando con una sonrisa traviesa. Me sonrojé un poco.


-Me encantó también-dije-Eres la mejor, ¿sabes?


Stefani me abrazó. Sentí que todos mis poros se erizaron al sentir su piel contra la mía de nuevo.


-Eres el chico más tierno del mundo-aseguró, dándome un beso en el cuello


-Más bien soy un bobo


-También


Solté una risita. Sentía que me ardía la espalda, pero no estaba muy seguro de por qué.

Yoü And IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora