Capítulo 2

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~Narrado por Brian~


Los días se me habían hecho eternos desde el concierto.


Como era de esperarle, los chicos me reclamaron por todos mis errores, y solo dios sabe lo difícil que es hacer que Freddie te perdone. Casi tuve que arrodillarme. John se había mostrado de acuerdo conmigo en que a veces te distraes, y no alargó el problema. Roger solo me había llamado idiota y no dijo más.


De todos modos, no me había importado mucho, menos luego de disculparme. Toda la semana, estuviera donde estuviera, mi mente divagaba, pensando en Stefani. De verdad... había momentos en los que ni yo sabía lo que estaba haciendo, simplemente por pensar en ella, sus ojos, su sonrisa... Además, había estado muy, muy nervioso, sin tener la menor idea de que era lo que iba a decirle cuando la viera, de cómo debía portarme, que era exactamente lo que quería lograr, como debía vestirme...


Pero ya me sentía más tranquilo. Se supone que debería sentirme más nervioso, ahora que iba de camino a su casa, pero no... Estaba bastante bien. Mi papá me había prestado su destartalada camioneta, una Ford del 53 en horribles condiciones, pero bueno, servía.


Miré por milésima vez el papel donde había anotado la dirección de Stefani. Si, estaba seguro de que iba en la dirección correcta. Pero no dejaba de sorprenderme, que cada vez las casas se hicieran más grandes y bonitas.


Por fin, llegué a la dirección indicada, pero no pude evitar revisar el número, el nombre de la calle... pero si... estaba en el sitio correcto.


Mi patético vehículo se encontraba estacionado ante una enorme reja negra de metal, que era la entrada a un jardín... al que luego seguía una enorme casa blanca que me hizo quedarme boquiabierto. Joder, mi casa apenas era del tamaño del garaje de esa...


Dudé por unos segundos, pero por fin apagué el motor (rogando por que volviera a encender después), avancé a la reja y toqué el timbre. Esperé unos segundos y escuché una voz por el intercomunicador:


-Residencia de la familia Germanotta, ¿Quién llama?


La voz era profunda y demasiado formal. Supuse que era un mayordomo o algo así.


-Soy Brian May... vengo a buscar a Stefani


-Le notificaré a la señorita que usted está aquí, Sr. May


En eso, escuché una voz más distante, pero igual del mismo intercomunicador.


-¿Quién dijiste que era, Charlie?


Casi muero al reconocer la voz de mi chica...


-Un joven llamado Brian May-dijo él


-¡Oh dios! No necesito que me acompañes, me voy, dile a mis papás que regreso más tarde


La comunicación se cortó. Vi como la puerta de la casa se abría, y vi a la pequeña chica prácticamente correr hacia mí. Llevaba unos jeans ajustados y una camiseta de Led Zeppelin bajo una chaqueta roja de cuero. No pude evitar notar que traía un piercing septum.


-¡Hola!-me dijo ella, cerrando la puerta


-Hola-respondí, y por alguna extraña razón, sentí que soné como un idiota


Ella se paró de puntitas y me dio un beso en la barbilla, lo más alto que alcanzó. Me sonrojé entero.


-Eres demasiado alto-observó ella


-No... más bien tú eres muy pequeña


-¡Oye! Es me llegó


Solté una risita y le abrí la puerta de la camioneta.

Yoü And IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora