Capítulo 63

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Narra Julia

De vuelta al presente...


*Corría por un bosque que parecía no tener fin. Me topé con un lago, y al otro lado había una casa. Tenía el techo inclinado y algo derruido. Las ventanas estaban rotas y la puerta estaba abierta. Me acerqué y miré. Estaba oscuro, así que hice un lumus. Todo estaba tirado. Habían cuadros rotos, un sofá rajado, puertas destrozadas y muros caídos. Había una escalera que tenía varios escalones rotos. Fui a una habitación de esa planta. Era una habitación de invitados, quizás. Había otra puerta rota. Entré. Era una cocina, con las sillas rotas y sus trozos estaban esparcidos por el suelo. Una mitad de la mesa estaba en el suelo. Los muebles estaban caídos, y medio podridos. Subí las escaleras y me encontré con una habitación de una niña de no más de dieciséis años. A su lado estaba la habitación que se supone que era la de los padres. Había una foto con el cristal y el marco rotos. La saqué para mirarla mejor. Había un niño de once años, una chica de veinte y una adolescente de dieciséis. Las chicas eran pelirrojas, pero el niño era castaño. Dejé la foto. Había otra habitación más, así que fui a ver. Pisé algo que sonaba como agua. Llevé mi varita a donde había pisado. Sangre. Un charco enorme de sangre. ¿Habían matado a alguien aquí? Fui a la habitación. Una habitación, que revelaba por su papel, que era de un niño no muy grande. Salí de allí, y me topé con una escalera preciosa y en perfecto estado, algo que me extrañó. No recordaba que estuviera ahí antes. Subí. Esa planta era una especie de ático, pero en muy buen estado. Habían cajas y cuadros. Abrí una de las cajas. Había ropa de bebé. Estaba claro que estaba claro que esta casa había sido de una familia. En una esquina, había restos de comida y una manta. Parecía que alguien estaba ocultándose aquí durante un tiempo. Había una nota encima de una caja.


Perla, Leo, Hydra... Os queremos con todo nuestro corazón. Si no nos volvéis a ver, que sepáis que os amamos, que sois lo mejor que nos ha pasado a papá y a -borrón-. Sois nuestros niños, y os queremos. Perla, esto deberías saberlo: -borrón- oscuros nos persiguen. Hagas lo que hagas, quédate con -borrón-, y que Hydra y Leo no salgan de Ho-borrón-. Leo es pequeño aún para ir a Hogsmeade, -borrón- Hydra no. Hazte cargo de ellos, por favor. Os queremos.-Borrón- y -Borrón- -Borrón-Qué triste... La nota estaba arrugada, y había partes que no se leía mucho, como los nombres. Bajé y noté que la casa estaba en perfecto estado. Oí unos gritos. Bajé a donde procedían. Una pelirroja y un castaño de espaldas a mi peleaban con otras personas. Salieron corriendo hacia arriba, pero no pude ver la cara de ninguno. Subieron a su habitación y los magos les seguían.-¡Sectumsempra!-gritó un mago, dándole a la chica en la cara.El chico se agachó, para ver a su probable esposa, muriendo.-¡Avada Kedavra!-gritó el otro mago, dándole al castaño.El hombre cayó unos metros atrás, muerto. Los magos se fueron de allí, dejando al matrimonio muerto. Cuando fui a ver la cara de la chica, casi vomito, ya que quedó destrozada e irreconocible. Fui a mirar la cara del chico, pero cuando me acercaba...*


Me levanté, sudando y agitada. Menudo sueño... Me dejé caer en la cama, ya que estaba sentada. No recordaba la cara del chico. Es más, dudo haberla podido ver con claridad. Me vestí con ropa muggle, ya que era sábado. Habíamos llegado un jueves, así que el primer día fue viernes. Me puse un jersey gris y que me llegaba por las rodillas, unos vaqueros ajustados y unas All Star negras. Me dejé el pelo suelto y algo despeinado y bajé a la Sala Común. Los gemelos y Kiara estaban allí. George hablaba animadamente, mientras Kiara le miraba sonriendo burlonamente. Fred parecía que agradecía con toda su alma que yo llegara. George siguió hablando, y Fred y yo nos apartamos. -¿De qué habla?-pregunté.-De Amelie...-bufó- Realmente me pone nervioso...-me miró- ¿Vamos a desayunar? Ellos vendrán luego.Asentí. Fred era mi mejor amigo. George era otra cosa muy distinta. Era mi amigo, pero estaba enamorada de él. Llegamos al Gran Comedor y empezamos a comer.-¿Te fijaste en como miraba Kiara a George?-pregunté.-A ella le hace gracia...-contestó Fred.-Tiene sentido, ¿no?-dije.Fred se encogió de hombros.-Mira, ahí viene Amelie-comentó.-¿Donde está George?-preguntó.-En la Sala Común , pero no creo que aguante mucho más sin comer-le respondí sonriendo.-Gracias-dijo y se fue.


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Maratón 2/

Fred y George y las hermanas BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora