Fred y George y las hermanas Black

Capítulo 120

Narra Kiara

Era 29 de julio, y seguía sin adaptarme a la falta de dedos en mi mano. Las cosas se me caían, y había tenido que dejar el mostrador para ocupar el puesto de Julia. Me sentía frustrada cada vez que un caja se me caía, y torpe cuando la gente me miraba. Fred, George, Julia y yo estuvimos mirando soluciones, pero ninguna me gustaba. Ni las manos muggles, ni las mágicas. Prefería ser torpe y seguir así, luciendo mi "discapacidad", que con algo de eso sustituyendo algo a lo que hasta ahora no había apreciado. Sí, prefería ser torpe. A Tonks tampoco le iba tan mal, ¿no?Estaba reponiendo unos surtidos, cuando se me cayó uno. Me agaché para cogerlo, pero otra mano fue más rápida, lo cogió y me lo dio. Miré a la persona que me había ayudado. No podía ser.

-¿Sabes donde está Bill?-preguntó.

Era Sami..., solo que lleno de tiritas, pero seguía siendo él.

-¿Co... Cómo diablos...?-empecé.

Él se encogió se de hombros, mirando al suelo.

-Alguien me ayudó, pero no sé quien era-explicó- Solo sé que es un mortífago-susurró- Pero le debo la vida...-Bill estaría tan feliz- Aunque Bill debería quedarse con la niña, yo solo no puedo...-miró al suelo.

-¡Fred!-llamé. Él, rápidamente, se presentó donde estábamos los dos, y se quedó mirando a Sami casi con adoración- Llama a Bill, ya, ya, ya, corre.

Él corrió, esquivando gente, hasta la puerta, por donde salió. Llevé a Sami al apartamento, para ofrecerle algo.

Narra Fred

Corrí hasta Gringotts, donde entré, ahora despacio. Llegué al primer duende que encontré y le pregunté por Bill.

-¿William Weasley?-me miró de arriba a abajo- Yo también querría saber donde está ese gótico, hoy no ha aparecido en su puesto.

Salí de nuevo del banco y toqué en la puerta de Bill. Fleur salió, con cara preocupada.

-Esto... ¿George?-intentó.

Negué con la cabeza.

-Sami... Está vivo... Llama a Bill...-dije, con la voz entrecortada por la carrera.

-Fged, no hace ggacia-me riñó la rubia.

-Fleur-la miré a los ojos- ¿Realmente crees que jugaría con esto?-pregunté, serio.

Ella me dejó pasar y fue a buscar a Bill. Bajó con mi hermano, que estaba ojeroso y pálido.

-Tienes que venir, Bill-le cogí de la muñeca y le arrastré.

-¡Suéltame, Fred!-me gritó, pero yo le arrastré hasta la tienda. Subimos al apartamento, con Fleur y Elle detrás y entramos. Sami estaba sentado en el sofá, pero al ver entrar a Bill, se levantó rápidamente.

-¡Bill!-fue a abrazarle, pero se llevó un puñetazo de parte Bill.

-¡Idiota!-le gritó- ¿Tú sabes lo mal que lo he pasado?

-He llegado hoy mismo, y he venido corriendo a aquí, porque sabía que vivías en el callejón, lo que sabía donde-se explicó.

Bill le miró unos segundos y luego se lanzó a abrazarle.

-Idiota-dijo.

Por su voz, parecía que lloraba de nuevo.

-Elle está aquí, Sami-anunció Fleur.

Los dos chicos se separaron, para que el moreno abrazara a su hija.

-Elle, tendrás que quedarte con Fleur y Bill, pequeña-dijo mirándola- Yo... Mamá no ha sobrevivido, y solo no puedo...