Capítulo 72

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Narra Charlie

Me desperté y bajé con Meridiem. Ella ya estaba de veinte semanas (cinco meses) y se le notaba. Sería una niña llamada Sur, como su madre, solo que Meridiem era latín. Todos se habían ido a dar un paseo, hasta Sirius, pero como Canuto. Meridiem y yo estábamos en el sofá, cuando oímos un ruido. Fui al salón con Meridiem. Nos escondimos al ver de quiénes se trataban. Bellatrix Lestrange y Fenrir Greyback. Le dije a Meridiem que bajara, pero se negó. Saqué mi varita, y les apunté. Bellatrix se dio la vuelta y sonrió. 

-Mira, un nieto de la traidora de Cedrella-rió- ¿Qué se siente al ser tan pobre, Weasley?-¿Qué se siente al ser un monstruo, Lestrange?-respondí.

Meridiem quería salir de su escondite, pero la sujeté para que no saliera.-Parece que el pelirrojo esconde a alguien...-me erguí- Greyback.

El hombre-lobo se acercó, pero empujé a Meridiem hacia detrás.

-Parece que te importa...-rió.

El hombre me tiró a un lado, y cuando tenía a Meridiem...

Petrificus!-grité. Le di, pero no conseguí hacer más que moverle un poco. Bellatrix sacó una daga, se acercó a mí, y me la clavó en las costillas y tiró mi varita lejos.

-¡No! ¡Charlie!-gritó Meridiem- ¡Maldita hija de...!

Mientras yo agonizaba, Greyback iba acercando su boca al cuello de Meri, mientras ella gritaba y pataleaba. La mordió un poco, haciendo que los dos gritáramos. Intenté levantarme, pero la arpía de Lestrange me empujó. Greyback iba apretando la mandíbula, lentamente, cada vez más. Cuando creí que estaba todo perdido, Bill e Ila entran. Ila se encarga del hombre lobo, mientras se inicia un duelo entre Bill y Bellatrix. De repente, Amy entra y se le tira encima a Lestrange, mientras que Bill venía a por mi. Ila había desaparecido con Meridiem después de derrotar fácilmente al hombre-lobo. Bill me cogió la mano y se apareció, mientras yo intentaba caminar mientras cabeceaba. Sentía que me iba a desmayar en cualquier momento. Me pusieron en una camilla, y ahí cerré los ojos.

Narra Bill

Después de que Charlie se alejara, fui a donde estaba Ila. Estaba con Meridiem, a la que anestesiaban. Me acerqué corriendo.

-Solo puede entrar una persona-dijo una medimaga.

Ila me miró y negué. Ella entró con ella y, después de varias horas, una medimaga, la que nos había hablado antes, salió.

-¿Está bien?-asintió.

-Tuvimos que hacerle una cesárea, si queríamos salvar el bebé-me levanté de golpe- La pequeña y la chica están en perfecto estado-frunció los labios- Aunque a la chica se le ha ido la cabeza un poco, por la pérdida de sangre-suspiro aliviado.

-Entonces soy tío.

-Supongo...-me mira- ¿A ti te conozco, no?

-Quizás, mis amigos son de meterse en líos...-reímos.

-No...-me mira- Eres el hermano de Percy Weasley, ¿no?-asiento- ¡Vaya, que coincidencia! ¿Esa es su cuñada?-asiento- Y el que se fue herido su otro hermano-vuelvo a asentir- ¡Vaya!-me tiende la mano- Audrey Eastwood, soy la novia de Percy-estrecho su mano- Supongo que eres Bill-asiento- Bueno Bill, ¿quieres ver a tu sobrina?-asiento, esta vez no muy convencido- Para haber nacido con solo cinco meses de embarazo, está como si hubiera estado diez.

Entramos en la habitación. Meridiem tiene una manta en los brazos con un bulto rosado dentro, y una venda al rededor del cuello. Me acerco y le pongo las manos en los hombros a Ila. Miro a la pequeña bebé que tiene Meridiem en brazos. Era muy pequeñita, y muy rosada.

-Es pelirroja-anuncia Meridiem.

-Me lo imaginé, Meri-contesté- Tú y Charlie sois pelirrojos-reí.

Ella sonrió. Se le notaba cansada, y algo ida. Audrey entró con una silla de ruedas.-Tengo que llevarla a una habitación-dijo y entre ella y yo la pusimos en la silla, mientras Ila cargaba con Sur- En su habitación estará con su novio-sonrió.

Fuimos hasta unas plantas más arriba, y Meridiem se acostó en una camilla, al lado de Charlie. Él había cogido a la pequeña, sin poder creer que ya era padre. Qué diablos, ¡ni yo me lo creía!

-Bill, creo que deberías mandar un patronus a tu familia-me susurró Ila.

Asentí. Pensé en el recuerdo más feliz que me salía, y un lince salió de mi varita.

-A la Madriguera-el lince asintió- Estoy en San Mungo con Ila, Charlie y Meridiem, ya os lo explicaremos al llegar.

El lince se fue, y nos sentamos a hablar.

Fred y George y las hermanas BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora