Capítulo 87

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Narra Julia

Esa noche, cenando, Umbridge se levantó hacia el atrio y empezó a hablar.

-Después de haber sido revelada cierta información, declaro expulsadas durante mi cargo como directora en Hogwarts, a Kiara y Julia Black, y despedidas a las profesoras Karen, Amelia e Ilaria Black, ya que como directora no puedo tolerar la existencia de brujas en mi escuela-dijo. Inconscientemente sonreí- Filch tiene sus maletas ya echas y en la puerta, jovencitas, por lo que, sin más preámbulo, os expulso de Hogwarts hasta que mi cargo de directora en el colegio acabe-finalizó.

Mis hermanas y yo nos levantamos, cada una con una sonrisa, mientras todo el colegio abucheaba a Umbridge, excepto algunos alumnos, que nos decían cosas tales como: "fuera de aquí, brujas" o "arderéis en la hoguera". Karen, que iba delante de nosotras, se paró en la puerta y giro sobre sus talones.

-¿Sabe qué, profesora?-comentó, haciendo que todo el comedor quedara en silencio- Lo nuestro no es un problema, es un orgullo-dijo- Quizás el problema lo tenga usted en su cabeza de antaño.

Por su sonrisa sabía lo que iba a hacer. El fuego de las antorchas se elevó y se juntó por encima de las velas, formando una gran serpiente naranja, el patronus de Karen. La serpiente creció y se irguió, rugiendo. Para cuando el espectáculo pirómano acabó, nosotras ya estábamos en la puerta principal con el conserje.

-Señor Filch-le llamé- A sido un placer haberle desquiciado durante todos estos años-le dije.

-Espero que algún día nos volvamos a ver-finalizó Kiara.

Nos aparecimos en Grimmauld Place, donde parecía estar más vacío que de costumbre. Charlie se acercó a nosotras.

-¿Qué ha pasado?-preguntó.

-Umbridge nos ha despedido, y a ellas les a expulsado-informa Karen.

-Todo por ser brujas...-susurra Amy- Aún así, me parece genial que le hayas plantado cara a ese sapo.

Karen e Ila se sentaron, cada una en un sillón, mientras Amy se sentaba en un sofá al lado de Kiara. Ila se empezó a poner sus habituales piercings.

-El lado bueno de esto es que puedo estar más con Gacrux, con los niños, ya no tengo que verle la cara a Umbridge...

-Nos despedirán del Ministerio-la cortó Ila- ¿No os habéis pardo a pensarlo?

-No creo que sea un problema, al menos para mi-dijo Amy.

-Ya, ¿pero que haré yo todos los días?-preguntó, fingiendo pucheros.

-¿Estar con Percy?-preguntó la señora Weasley- Nos hemos enterado.

-Ay, pero es aburrido-dijo con voz caprichosa.

De inesperado, Percy, que estaba ahí pero no le habíamos visto hasta ese momento, la levantó del sillón.

-¿Que soy aburrido?-le preguntó.

-¡Sí!-le contestó Ila.

Así se pasaron un rato. Cuando pararon, sentí unos brazos rodeándome la cintura. Me giré.

-Oliver-inconscientemente me aparté.

Me miró raro, pero aún así me abrazó. No me resistí, ya que había estado recapacitando. Me había dado cuenta de que mi comportamiento era algo idiota, por lo que le devolví el abrazo, añadiendo un beso.

-Me alegra que os hayáis reconciliado, chicos-nos dijo Meridiem. 

Yo simplemente sonreí. Esa noche Amy, Karen, Ila y Percy cenaron en casa. Después de comer, Oliver y yo subimos a la habitación.

-¿Qué pasó?-preguntó, después de un rato de silencio.

-Umbridge nos ha echado, ya que perdí los estribos y mostré a Pyxis sin querer-le dije, abrazando su abdomen.

-¿Sin querer?-repitió, incrédulo.

-Bueno... Quizás fue queriendo un poquito-admití- ¡Pero un poquito chiquito!

Oliver rió.

-Yo creo que lo hiciste queriendo bastante-me dijo.

-¡No!-dije yo- Pyxis no sale con las personas buenas, solo con las que nos sacan de quicio-comento.

-Hablas como si tuvieras una segunda personalidad llamada como tu segundo nombre-dijo pensativo.

-Es que es como...-pensé- A ver si así lo entiendes: Es como un espíritu que me posee cada vez que pierdo los nervios. Y a mis hermanas igual. Es algo así como una condena que cumplimos de otra vida-le expliqué.

-¿Y no puedes deshacerte de ese "espíritu"?-me preguntó Oliver.

-No que yo sepa-dije- Pero me encantaría... A veces es agobiante...

-Pero entonces no podrías hacer esas cosas tan graciosas con las plantas...-me dijo, pensativo.

-Ya, pero aún así me gustaría quitármelo de encima-le contradije.

-Pues lo que tú digas-me dio un beso y se giró.

Me quedé pensativa. ¿Ahora que haría sin los gemelos? ¿Como se lo habían tomado ellos? Seguramente mañana tendría una carta de ellos... Y así fue. Lo primero que vi al despertarme fue una lechuza del colegio en el escritorio de madera. Me levanté y cogí la carta.

Querida Julia:

¡Hola! Yo soy George. Todo el colegio se a revelado contra la cara sapo. Nos parece muy injusto que os hayan echado. Hola, yo soy Fred ¡Queremos que volváis! Las clases no son lo mismo. Tenemos muchas ganas de que ya sean las vacaciones. Bueno, en realidad tenemos una cosa pensada con los fuegos artificiales. Ya veréis que es. Nos tenemos que ir, ya se a acabado Transformaciones.

Un beso

Gred y Feorge Weasley.

Decidí contestarles.

Queridos pelirrojos:

Ay, mis pajaritos... Cuanto os hecho de menos... Al menos nosotras no tenemos que estar aguantando a Umbridge. ¿Qué es esa cosa que tenéis en vuestra macabra y siniestra mente, chicos? ¡No puedo esperar a que me lo digáis! Bueno, me tengo que ir, Oliver se está poniendo celoso. Ay, que pesado es.... 

Un beso

Vuestra mapache

Mandé la carta con la lechuza de Kiara. Yo le llamaba a ellos y a Kiara pajaritos, ya que era mi patronus. Ellos nos llamaban mapaches (sus patronus), y Kiara lobitos. Eso era algo que nos habíamos inventado cuando estábamos en el Lago Negro, y un pajarito le robó un trozo de varita de regaliz a George. Aún recuerdo como corría detrás del pájaro...

-¿En que piensas, amor?-me preguntó Oliver.

-En George corriendo detrás del pájaro que le robó comida en cuarto-reí melancólicamente. 

-¿Estás bien?-se sentó a mi lado- Pareces algo triste-me abrazó.

-Solo hecho de menos a los gemelos...-dije, devolviendo el abrazo.

-¿Y si vamos a desayunar?-preguntó después de un rato de silencio.

-Me parece una gran idea, tengo hambre-sonreí.

-Por una vez...-dice burlón y sale corriendo antes de que una almohada que usé de proyectil le alcanzara.

Bajamos a desayunar. En el comedor estaban casi todos los Weasley y algunas personas más. Me senté entre Oliver y Kiara, quienes ya comían. Después de un rato, una duda surgió en mi cabeza.

-Kiara, ¿tú no echarás de menos a Fred?-le pregunté.

-Es lo mismo que sientes tú cuando estás en Hogwarts sin Oliver-me dice- Pero supongo que lo soportaré-me sonrió.

Le di la carta de los gemelos y la leyó. Cuando acabé de desayunar me senté con Oliver en un sofá, viendo a la señora Weasley explicarle algo a Ila.

Fred y George y las hermanas BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora