Mundo Cerrado, Heridas Abiertas

CAPITULO 10

Mientras Jos corría de un lado a otro en el avión privado del padre de Freddy yo iba oyendo música y leyendo un libro. Frente a mí estaba Ximena viendo una película en su tablet. La veía sonreír de vez en cuando. Había cambiado mucho. Su cabello de ser castaño cobrizo se había tornado negro y su maquillaje ahora consistía en lápiz negro en los ojos, estilo Avril Lavigne y labial rojo oscuro en los labios. Como su piel era blanca se le veía muy bien. Me concentre en mi libro. Maze Runner. Al otro lado del pasillo iban Bryan y Zoe, ella estaba sentada en sus piernas besándose mientras él le metía mano por la diminuta falda que tria. Dios sí que se volvió una puta, no quería decirlo pero era así.

En eso entro la aeromoza pidiéndole a Jos que se sentara y abrochara su cinturón, pues ya íbamos a aterrizar. Xime y yo apagamos los celulares y la tablet y abrochamos nuestros cinturones. Me limite a ver por la ventana hasta llegar. Afuera del aeropuerto nos esperaban dos autos para irnos a casa de Freddy. Freddy tomo uno y yo el otro. Su casa realmente estaba hermosa. Yo había venido un par de veces cuando teníamos entre 15 y 16 años. Recuerdo que esa vez tuve que darle respiración de boca a boca a Jos porque el idiota se hecho un clavado a la alberca cayendo donde casi no estaba hondo, se golpeo y se desmayo así que trago agua como no se imaginan. Sufrí bullying por ello.

Llegamos y nos dirigimos a nuestras habitaciones correspondientes. Siempre han sido 5, eran para Jos, Freddy. Bryan, Alan y yo. Ese Alan, ¿Por qué las cosas con él tienen que ser tan difíciles? Tome mi habitación de siempre y me recosté un rato en la cama. Voltee hacia un lado y mire una fotografía de los 5. Estábamos súper aniñados, no me recordaba así, mi cabello rojizo resaltaba entre todos, solo que en esos días lo tenía más corto.

-¿Nostalgia?

Me enderece rápidamente, mire a Zoe en la puerta, traía un traje de baño negro por un pareo morado. El cabello recogido en coleta, sin maquillaje. Lucia como el día en que la conocí, solo que sin la inocencia. El sexo le había sentado muy bien. Sus curvas resaltaban de maravilla.

-¿Y? ¿Vas a salir o te quedaras viéndome como idio...?

-Vete de aquí, Zoe-la interrumpí-.

-¿Disculpa?-dijo "ofendida"-.

-No quiero problemas con Bryan-me acerque y la avente fuera-, no te me acerques-cerré la puerta corrediza poniendo seguro-. Mierda. Será un largo fin de semana.

***

-Me saco de su habitación. ¿Cómo se atreve a hacerme eso? A mí, maldito Villalpando-lance el pareo a la cama-. Pero esto no se va a quedar así, de mi no te salvas, Alonso, te quiero y te tendré de vuelta así sea lo último que haga.

-Vaya, vaya, así que ahora estas dispuesta a hacerle la vida de cuadritos a Alonso.

Escuche en la puerta. Estúpida Ximena.

-Solo te diré una cosa, McCall, convencimos a Alonso de venir a distraerse y olvidarse de ti, y eso haremos, no lo vas a arruinar.

-Entonces ¿Para que me invitaron?

-Invitamos a Bryan, pero como puedes notar te pegaste como la sanguijuela que eres.

-¿Celos, Xime? ¿Estás celosa de que Alonso me prefiera?

-Claro que no, no te sientas tanto, idiota-se acerco-, yo no tengo porque celar algo que ya sé que nunca volverás a tener.

-Ni tú tampoco, el idiota de Alonso sigue enamorado de mí y yo haré que no quiera a nadie más, ni siquiera a ti.

-Pues inténtalo, sanguijuela, terminaras hundida, en el piso, llorando, suplicando que Bryan te perdone por traicionarlo, que Alonso vuelva contigo, que todos tus amigos te hagan caso y yo estaré en primera fila para verte caer. Porque detrás de ese rostro altanero y egocéntrico se sigue encontrando la estúpida niña que lloraba cada noche y se destrozaba los brazos por cualquier tontería. Ya, escúchame bien, ya vendrá el carma, y créeme que te acabara.

Se dio media vuelta y salió de mi habitación. Maldita perra.