CAPITULO 80

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-¿Por qué se tarda tanto ese inútil? Le dije que a las 9 pm en punto.

-¿Seguro que es por aquí?-escuche una voz conocida, era él-.

-Sí, ven-Marcus-, por aquí hay una puerta para que puedan entrar.

Segundos después la puerta se abrió. Mire a Alonso entrando detrás de Alan.

-Bien, aquí me tienes ¿Qué quieres?

Corrí a su lado y lo abrace.

-Te extrañe...

-Zoe-me separo de él bruscamente-... ¿Qué mierda pasa contigo? ¿Por qué no puedes dejarme en paz?

-Porque no puedo. Simplemente tú lo eres todo para mí...

-No digas estupideces, tú y yo ya no somos nada, estoy con Ximena y tendré una familia con ella, entiéndelo de una vez.

-¡No-saque mi arma-, tú te quedaras conmigo, si tengo que matarte lo haré, pero con esa puta no vuelves!

-Zoe...

-¡Cierra la boca, Alan! Toma-le lance una soga que tenía a la mano-, átalo.

-Pero...

-¡Que lo ates!

Se acerco a él y lo ato con las manos hacia atrás.

-¿Qué pasa contigo Alan?-dijo-.

-Lo siento Bro... en serio.

-Vanessa tenía razón...

-¡Déjense de cursilerías!

Vi como termino de atarlo. Lo hice que se sentara en el desgastado colchón, tome otra soga y ate sus pies. Sentía su pesada mirada en mí...

-Deja de verme así...

-No puedo verte de otra forma, mi mirada o es de amor o es de asco, y la de amor ya la tiene alguien.

Le di una bofetada algo fuerte, ni siquiera se inmuto al darle el golpe. Me miro de nuevo.

-Hagas lo que hagas no harás que Ximena salga de mi corazón.

-Eso-lo tome por la nuca-, ya lo veremos.

Bese fuertemente sus labios y lo deje.

-Pronto ya no habrá obstáculos para estar juntos.

-rio fuertemente-. Me das lastima Zoe... en verdad.

-No me interesa... iré a darle una visita a tu amada novia.

-No, espera-dijo-... por favor, no le hagas nada.

-¿Qué harás para que te haga caso?

-Me quedare contigo si así lo quieres. Golpéame, grítame, insúltame si quieres mátame pero a ella no la toques.

Me acerque de nuevo a él sentándome a horcadas sobre sus piernas. Aparte de su cara unos mechones de su hermoso cabello rubio y luego acaricie su labio inferior con mi pulgar.

-Ya veré.

Me levante y salí de ahí. Afuera estaba Alan.

-Bien hecho Al.

-No molestes.

-Okey.

-Estás loca, Zoe.

-Puede ser... cuídalo.

-¿A dónde vas?

Solo lo mire y le brinde una sonrisa para luego irme.


Mundo Cerrado, Heridas AbiertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora