Llegue a casa de Scott y pague al taxista. Entre y me deje caer en el sofá. Recordé cada palabra de Alan. Él era un chico realmente tierno pero nunca, por alguna extraña razón nunca vi en él nada que me atrajera. El teléfono empezó a sonar. Lo tome.
-¿Sí?
-¿Disfrutaste de tu habitación?
-¿Quién habla?
-Un amigo... ¿entonces? ¿Lo repetimos?
-¡Déjame en paz!
-Nunca lo haré, linda... te dije claramente en la nota que ese día se repetiría.
-¡¿Quién eres?!
-Alguien que te conoce muy bien, zorrita.
Y colgó dejándome con la palabra en la boca.
-¿Hola? ¡Hey!
Lance el teléfono contra la puerta haciendo que se desarmara. Lleve mis manos a mí cabello desesperada. Él sabe quién soy. Y no me va a dejar en paz.
-¡¡Maldición!!
**
Me quite el suéter porque ya no soportaba el calor. Me mire los brazos. Realmente creí que jamás volvería a caer en esto. Escuche el motor de la moto de mi hermano. Me metí a bañar antes de que me viera con los brazos destrozados de nuevo. No quería hacerlo sufrir con mis problemas. No a él.
-¿Zoe?
-¡En la ducha Scott, ya salgo!
-No tardes. Traje pizza.
-Gracias, ya voy.
Me lave rápido el cabello, salí, me seque y me puse el pijama. Tome unas pulseras y las coloque en mis muñecas para bajar a comer con Scott. Bueno ya sería cena. Son las siete de la tarde.
-¿Estás bien?-dijo-.
-Sí-talle mis ojos-. Un poco cansada.
-Me tope a Freddy, Jos y Alonso-lo mire-. Jos me dijo que te saliste a las 10 de la escuela. ¿Puedo saber la razón?
-Me dolía la cabeza.
-¿Por eso te subiste al auto de Alan?-baje la mirada-. Zoe, no me molesta que te hayas salido... me molesta que te hayas ido con él.
-No es mal...
-¿No es malo? Casi mata a Alonso y dices que no es malo.
-¿Quién te dijo eso?
-Freddy.
-Maldito chismoso.
-Zoe... él solo intentaba protegerte. No sé porque te da por fijarte en las personas más peligrosas del pueblo.
Tomo su pedazo de pizza y se fue a sentar a la cocina. Tome mi celular y entre a ver mis fotos. Anoche había borrado las fotos que tenía con Bryan. Vagamente recordé... que tenía una memoria con fotografías mías con Alonso. Hace mucho que no... Me levante rápidamente llevándome la pizza conmigo. La deje en mi cama y me agache para sacar una caja con cosas que me había regalado. La vacié en mi cama y busque la memoria. La encontré junto con el collar con una "A". Tome mi laptop e inserte la memoria en la entrada y empecé a ver las fotos mientras comía. Cabe mencionar que cargue con toda la pizza dejando a Scott con dos pedazos.
-¿Cómo es que llegamos a esto? ¿Cómo es que te convertiste en mi pasado? Yo lo único que quería era pasar mi vida entera contigo.
Veía pasar las fotos donde una sonrisa siempre estaba en su rostro y cuando no era así era porque sus labios estaban sobre los míos. Cómo las cosas pueden ser de una manera y en un segundo se vuelven otra. La frase de mi libro favorito.
-suspire-. Como te extraño, Alonso...
***
Estaba acostado en medio de mi cama mirando las cicatrices de las últimas cortadas en España. Estaban profundas, aun ni siquiera cerraban.
-¡Alonso!
-¡En mi cuarto!
La escuche subir las escaleras y abrir lentamente mi puerta.
-Alonso, la cena esta lista.
-No tengo hambre, Vanessa.
-Pero no has comido en todo el día.
-Sí... si comí, en casa de Jos.
-¿Seguro?
-asentí-. Sí.
-Aun así debes cuidarte, hermanito-se sentó a mí lado y acaricio mi brazo-... no quiero que te pongas mal.
-Estaré bien, tranquila.
Se levanto y agacho para besar mi frente y luego se retiro. En eso, la pantalla de mi celular se encendió. Era un número desconocido. Decidí contestar.
-¿Hola?
El silencio invadió la línea. Escuchaba una respiración entrecortada. Al parecer había llorado.
-¿Hola? ¿Estás ahí?
Siguió en silencio. Luego una idea ataco mi mente...
-¿Zoe?
Y en eso la línea se corto. Pude oír la línea muerta indicándome que me habían colgado.
***
-Que idiotez, Zoe ¿Por qué le marcaste? Por eso, porque eres una idiota.
-la puerta se abrió-. Zoe... te buscan.
-¿Qué? ¿Quién?
-Alan.
Dijo pesadamente y rodeando los ojos. Deje mi celular sobre la cama y salí. Alan estaba en la sala. Traía un pantalón negro ajustado, playera verde y una camisa del mismo color pero a cuadros atada a su cintura. Su cabello se veía jodidamente bien. Él se veía sexy.
-Hola Alan.
-Hola.
Me miro sonriendo. Dios, en serio esa sonrisa era realmente hermosa. ¿Cómo nunca me fije en este hombre?
Concéntrate, idiota, deja de pensar en hombres.
-¿Qué haces aquí?
-Venia a invitarte a cenar-dijo tomando mis manos-.
-Como podrás notar... estoy hecha un asco.
-sonrió-. Entonces, veamos una película aquí en tu casa.
-Espera... ¿Cómo supiste que estaba aquí?
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Mundo Cerrado, Heridas Abiertas
Teen Fiction¿Que ocurre cuando la persona que tanto luchaste por salvar ahora es la que te esta destruyendo? ¿Que pasa cuando ahora tú necesitas la salvación, pero esa persona ya ni siquiera nota que existes? ¿Como es que en un tiempo las cosas pueden cambiar...