MARATON 7/?
-Pasa, hijo-dijo mi padre abriendo la puerta-.
Mi mamá me traía abrazada con el saco de mi padre encima. Ya que venía empapado por la lluvia. Me guiaron a mí habitación y entraron conmigo. Tomo mi mano y miro. Supongo que las uñas marcadas en mi brazo.
-Te limpiare eso.
-Estoy bien-dije en un hilo de voz-...
-No-se agacho frente a mí-... no lo estas, estas dolido.
-Estoy bien-dije firme-.
-Alon...
-¡¡ ¿Qué parte de estoy bien no entiendes?!!-la tome del brazo y la saque de mi cuarto-. ¡¡No necesito nada, ni tú ayuda ni de la de nadie, déjenme en paz!!
Azote la puerta tan fuerte que las ventanas temblaron. Tome la lámpara que estaba al lado de mi cama y la lancé contra la pared. Aun me invadía el coraje y la impotencia. Le pegue a la pared dejando un hueco en esta. Me cambie de ropa y camine hasta el baño y me mire al espejo. Mis ojos en vez de verse azules se veían oscuros.
Bien, bien... no sé que hiciste para merecer esto pero... ya no hay vuelta atrás. Ximena te odia. Casi matas a Zoe. Es lo malo. No la mataste. Al menos si la hubieras matado te habrían llevado a prisión y no tendrías que lidiar con ver a Ximena lejos de ti o... en brazos de otro hombre.
-Silencio... silencio, ¡¡cállate!!
Dije golpeando el espejo y rompiéndolo en mil pedazos. Tome un trozo grande y lo pase por mi brazo. Hace tiempo que no sentía esta sensación. Empecé a reír cuando vi la sangre caer sobre el lavabo.
-¿Alonso? ¡Santo Dios, hijo!
-No te acerques, estoy bien... hermoso ¿no?
-Alonso, déjame...
-¡No, aléjate!
-Hijo, necesitas ayuda...
-No, lo que necesito es que Ximena regrese... ella, ella dijo que... que iba a estar conmigo siempre, que me iba a sacar de esta mierda... ella... mintió.
-No, cariño, te equivocaste.
-Yo no me equivoque... yo soy una equivocación... debería estar muerto. Debería-mire el vidrio-.
-Deja eso-me lo quito de las manos-. Ven.
Me llevo a la cama y empezó a limpiar la sangre de mi brazo.
-Hijo, deberías seguir tomando las terapias con Judy.
-Esa puta no la quiero aquí.
-¿Qué?
-reí-. Esta exquisita, pero es una zorra.
-Alonso...
-Quería que me acostara con ella. Dije no y... ella le dio las pastillas a Zoe-seguí riendo-... que ingeniosa...
Mi sonrisa se borro de a poco.
-Mamá...
-Dime...
-¿Por qué me dejaste nacer?
-Alonso eso...
-Debiste sentir-me senté quedando de frente con ella-... sentir que... que yo no iba a servir para la vida, debiste... evitarme todo este sufrimiento... yo no pedí nacer, yo no quería-empecé a llorar-...
-Cariño-limpio mis lágrimas-... eres el mejor regalo que Dios me ha dado, no lo olvides, te amo, mi niño.
-Mami...
Me acerque y la abracé súper fuerte. Me susurraba "cálmate" en mi oído. Se recostó en mi cama conmigo, abrazándome por la espalda.
-Mami... mamita... cántame algo...
-Seca tus ojos, no llores más, levanta el rostro, vuelve a soñar. Yo sé que duele mucho cuando el corazón te rompen, pero vuélvete a levantar no te mueras en ese lugar...
Me canto lenta y dulcemente, repitió esa frase varias veces. El sueño fue venciéndome. Sentía como el dolor se iba poco a poco... gracias mamá.
***
No hay amor tan grande como el de una madre, cuando todo mundo te falla, ella siempre estará ahí, valorala, antes de que el destino la aparte de tu lado, y te quedes con todas esas palabras que nunca la dijiste.
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Mundo Cerrado, Heridas Abiertas
Teen Fiction¿Que ocurre cuando la persona que tanto luchaste por salvar ahora es la que te esta destruyendo? ¿Que pasa cuando ahora tú necesitas la salvación, pero esa persona ya ni siquiera nota que existes? ¿Como es que en un tiempo las cosas pueden cambiar...