-¡Buenos días!
Escuche abajo. Era la voz de mi hermana. Hoy era día que nos visitaba el fin de semana con su bebé. Me levante rápido y salí tomando con Carmen en las escaleras.
-Buenos días-dijo con una sonrisa-.
-Buenos días.
Dije y baje las escaleras y abrace a mí hermana quitándole al bebe de sus brazos.
-¡Oye!
-Eres lenta.
Me senté con él en el sofá y empecé a jugar con sus manos.
-Vanessa.
-¿Qué haces tú aquí?
-Ay Vanessa, viene a verme-dijo mi madre-.
-¿Qué?
-¿Pasa algo?-dije acercándome-.
-Nada querido.
Iba a poner su mano en mi hombro y Vanessa se interpuso.
-No toques a mí hermano.
-¿Alguien querría decirme que pasa?
-Quizá luego, Alonso-dijo mi mamá-. ¿Por qué no te llevas al bebé a dar una vuelta? Necesito hablar con tu hermana.
-Está bien.
Tome la carriola del bebé junto con la pañalera. Me la cruce a través del cuello y salí de la casa.
-Mujeres-dije cerrando la puerta-... nunca nadie las entiende-vi a mí sobrino y sonreí-... ¿Qué?-dije al ver que el reía-... soy gracioso ¿Acaso? Deja de reírte-empecé a caminar hacia el parque-. Okey, no dejaras de hacerlo... eres igual a mí-su sonrisa se borro-. Ah, ¿no te gusta ser igual a tu tío? Vamos, soy guapo ¿no?-volvió a reír-. Lo sabía... amm... ¿te cuento un secreto?-me senté en una banca sacándolo de la carriola-. Bueno no es un secreto... un secreto a voces, estoy enamorado, sí, no puedo esperar a que la conozcas.
Bese su frente y le sonreí. Estuve en el parque hasta las 11 de la mañana. Cuando el bebe se quedo dormido. Lo puse en la carriola y guarde los juguetes que saque para entretenerlo.
-Villalpando.
Eleve mi vista y vi a Alan de pie frente a mí.
-Que lindo niño.
-me levante y me puse entre él y mi sobrino-. ¿Qué quieres?
-Nada, solo pasaba por aquí, tranquilo, baja la guardia.
-Contigo, jamás.
-Entiendo, aun me odias.
-No, no te odio, pero no eres de fiar.
-La que no es de fiar es Zoe, está loca. ¿Sabes algo de ella?
-Gracias a Dios tengo 4 meses que no la veo-cobije bien al bebé ya que se sentía fresco-. Pero si en verdad quieres saber algo de ella pregúntale a Scott.
-Ya no vive aquí.
-¿Qué?
-Al parecer su papá murió en España o algo así me dijo la mamá de Zoe.
-Pues que mal.
-¿Cómo vas con Ximena?
-De maravilla, volví con ella hace unas semanas.
-Me alegro.
-Tengo que irme.
-Te veo luego.
-Tal vez.
Empecé a caminar con el niño.
-¡Y Alonso-voltee a verlo-, no te tardes en tener hijos se ve que serás un gran papá!
-Idiota-dije entre risas-.
-Piénsalo.
Se despidió de mí con sumano y se fue en dirección contraria.
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Mundo Cerrado, Heridas Abiertas
Novela Juvenil¿Que ocurre cuando la persona que tanto luchaste por salvar ahora es la que te esta destruyendo? ¿Que pasa cuando ahora tú necesitas la salvación, pero esa persona ya ni siquiera nota que existes? ¿Como es que en un tiempo las cosas pueden cambiar...