CAPITULO 27

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-Estas son las mañanitas-me despertaron mis padres y mis hermanos entrando a mí habitación-que cantaba el rey David, a los muchachos bonitos se las cantamos aquí, despierta Alonso despierta-mi hermano Braulio salto a mí cama y me abrazo-, mira que ya amaneció, ya los pajarillos cantan la Luna ya se metió.

Ellos aplaudían y reían. Yo intentaba hacerlo. No estaba del todo feliz de cumplir 20 años pero ¿Qué puedo hacer? los años pasan y nadie puede detenerlo.

-Feliz cumpleaños mi amor-dijo mi ama abrazándome y dándome un beso tronado en la mejilla-.

-Gracias mamá.

-20 años, y pensar que hace tiempo te acunaba entre mis brazos.

-Mamá no empieces-dije pesadamente-.

-Ay está bien. Levántate, tienes que ir a la universidad. Y prepárate.

-¿Para que?

Solo me sonrió y salió de mi habitación. Me levante y arregle. Bueno arreglar no es la palabra. Hoy se podría decir que sería el último día de clases. Mañana por alguna extraña razón no habría clases, o tal vez si dieron la razón y yo no escuche por estarme durmiendo y sumido en mis pensamientos.

Bostece al llegar a la mesa. Realmente no había dormido casi nada. Me puse la capucha al sentarme. Vi que tenía una rebanada de pastel frente a mí.

-Mamá ¿En serio? llevo 20 años viviendo contigo y sigue sin gustarme el pastel.

-sonrió-. Puede que a ti no te guste pero a nosotros sí, hijo-rodee los ojos-. Hay un poco de helado en el congelador. ¿Quieres?

-No, solo pásame una manzana, voy tarde a la escuela-dije poniéndome de pie-. Gracias.

Tome la manzana y salí de la casa. Me debatí entre usar el auto o no. Ñeh. Me subí al auto y arranque rápidamente. Sabía que mi madre odiaba que condujera así. Realmente conducía sobre el limite por si algún conductor más loco que yo me chocara no salir vivo. Estacione el auto fuera de la universidad y me baje. Al hacerlo sentí como alguien me tacleaba y tiraba al suelo.

-¡Aaah!

-Feliz cumpleaños, enano.

Jos. Debí suponerlo.

-José me estas... Aaah.

En eso escuche las risas de Freddy, Bryan y Ximena. ¿Bryan?

-Jos te dije que no sería una buena idea llegar así en su cumpleaños-dijo Ximena-.

-¿Por qué no?

-Porque seguramente no durmió bien, no comió y ayer se la paso llorando todo el día-dijo Bryan-.

-Gracias Bryan-dije aun en el piso-.

-Lo siento-bajo la mirada-.

-Bueno, discúlpenme por no poder evitar mi emoción en que Alonso cumpliera 20 años-se levanto dejándome en el piso-. Ven te ayudo-me levanto-. Wow, Alonso, no pesas nada.

-Eso es bueno ¿no?

-Para una mujer eso es un sueño-dijo Xime-. No sé para ti. Pero créeme que a nadie le gusta un hombre débil.

-A ti sí-dije y ella se sonrojo-.

Mierda, ¿Qué dijiste? Mire a Jos quien solo medio sonreía. "Lo siento" le susurre y solo sonrió. Me di la vuelta y me aleje de ellos. Llegue a la parte trasera del edificio y me senté en una piedra. Saque mi cajetilla de cigarros y encendí uno. Como era el último día no habría mucho movimiento con las clases y ahí donde yo estaba nadie iba, salvo los que sabían que me iba a sentar ahí.

-Mierda Alonso-me sobresalte ante esa voz-, ¿no tienes calor con esa cosa encima?-era Bryan-.

-Me asustaste-se sentó a mí lado-. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

-Ximena me lo dijo.

-Vaya-lleve el cigarro de nuevo a mis labios-.

-Alonso quería pedirte perdón-lo mire-. Por todo lo que paso en Acapulco y... bueno por creer que tú le hiciste daño a Zoe.

-Puedo ser muchas cosas, Mouque, pero nunca un violador-deje de verlo-.

-Sí, en serio lo lamento.

-¿Sabes que hiciste mal en dejar a Zoe?

-¿Qué?

-Ahora está con Alan. Ella no aprende. Sinceramente esta sola y... muchos dirán que es una zorra por irse con el primero que pasa pero no es así. Ella lo hace porque encuentra en ellos lo que nadie más le da. Compañía, cariño, encuentra a alguien que la escucha-baje la mirada-.

-Aun la amas ¿verdad?-lleve mi vista al cielo nublado-. Puedo verlo, Alonso, te duele lo que le pasa.

-No Bryan, eso no, no me veras llorar si es lo que quieres-parpadee un par de veces para controlar las lágrimas-.

-No quiero verte llorando, Bro.

-Últimamente todos quieren eso. Solo quieren ver el sufrimiento ajeno.

-Te juro que yo cambie cuando estuve con Zoe... dos años a su lado me cambiaron. Ella es increíble.

-Sí... lo es.

-Y cuando sonreía... wow.

-Era como ver miles de estrellas juntas tan cerca de ti-lo mire-.

-asintió-. Sí. Era como si el mundo se detuviera y solo estuvieras tú y ella.

-Como si por un instante tus problemas se fueran y no te importara nada más que estar a su lado viéndola dormir o hablar con ella. O simplemente besarla, acariciar su bello cuerpo, tanto que enloquecía.

A mí mente vinieron todas aquellas veces en que la tuve. Todas aquellas veces en que nada más importaba sino era besarla. ¿En que momento eso acabo?

-¿Sabes que Jos y tu mamá tienen planeado hacerte una fiesta hoy en la tarde?

-¿Qué?

-Ya no te quieren ver triste, Alon. Valora aunque sea un poco lo que tu mamá y tu mejor amigo tratan de hacer. Verte feliz.

Palpo mi espalda y se fue. Y es que sinceramente yo no quería ser feliz. Me sentía cómodo siendo así. Aunque la mayoría de las veces este llorando. Puede que me vea fuerte y este destruido por dentro pero... por lo menos de esta manera nadie más me lastimara.

Mundo Cerrado, Heridas AbiertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora