CAPITULO 50

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Llegue a mí casa y mire a una chica, más o menos de unos 27 años sentada en la sala con mis padres. Deje las llaves de mi auto en la mesa que estaba a un lado de la puerta y me acerque metiendo mis manos en los bolsillos del pantalón.

-Hola-dije de la manera más natural-.

No actúes como loco.

Ay por supuesto que no lo haré.

-Hijo, ella es Judy Foster. Es la esposa de...

-Sí, ya me habías explicado-me acerque-.

-Tú debes ser Alonso-dijo poniéndose de pie-.

-Por desgracia.

-Alonso.

-Martín, Columba, ¿les importaría dejarme a solas con él?

-Claro que no, adelante. Vamos cariño.

Subieron a su habitación y yo me quede con la tal Judy.

-Por favor, siéntate-dijo sentándose y cruzando las piernas-.

-No seas amable, da miedo-me senté extendiendo las piernas-.

-Es mi deber.

Dijo con una sonrisa. Dios, su voz era demasiado dulce, empalagaba.

-Dime una cosa ¿Qué te paso en las muñecas?

-Creí que mi madre le había contado. Es su anécdota favorita.

-Quiero que dejemos a tus padres a un lado. Dime tú.

-Bueno, claramente no son rasguños de gatos-dije obvio-.

-Está bien. Vaya, veo que acabas de cumplir 20 años.

-Me voy-me puse de pie-...

-Espera-se levanto junta conmigo-. Hablemos, cuéntame que te gusta, que haces en tu tiempo libre, tienes novia.

-Ay por favor.

-Alonso, solo trato de hacer mi trabajo-se volvió a sentar-.

-Y yo trato de que te vayas, no necesito tu ayuda.

-Pues... me contrataron tus papás, no tú así que, siéntate.

Me deje caer de nuevo al sofá. Ella hablaba sobre la importancia del "cutting", vaya a saber Dios que mierda es eso.

-Ahora dime... ¿tienes novia?

-Sí.

-¿Cómo se llama?

-¿Eso en que me ayudara a dejar de estar loco?

-Nadie dijo que estabas loco.

-¿Entonces que haces aquí?

-se quito los lentes que traía y coloco sobre su cabeza-... Definitivamente no es por el trabajo-sonrió-.

-¿Qué?

-Nada-se volvió a poner los lentes-... Tu papá me dijo que anduviste con una chica llamada Zoe. ¿Por qué no me cuentas de ella?

-No... De ella no.

-¿Puedo saber porque?

-Porque es pasado... ella... acabamos mal.

-Vaya, ya entiendo.

-Ella no es causante de nada, yo solo la ayude a salir de su depresión pero... me hundí yo.

-Okey... cuéntame... ¿Cómo la conociste?

Mundo Cerrado, Heridas AbiertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora