-¿Estás segura que estarás bien?
-Sí, Vanessa, vete sin cuidado.
-Okey, llámame si necesitas algo.
-Claro.
Se dieron un beso en la mejilla y Vanessa se fue. En cuanto la perdí de vista en la calle me acerque a la casa. La puerta estaba abierta. Estúpida. Abrí y entre. La escuche llorando en su habitación. Subí lentamente y la mire con una foto de Alonso entre sus manos.
-¡Hola! Ximena...
Se levanto de golpe y me miro dejando la foto en su lugar.
-¿Z-Zoe?
-La misma ¿Cómo estás?
-¿Qué quieres?
-Okey, directamente... te quiero muerta-empezó a retroceder-. Es que simplemente no nos dejas ser felices... Alonso está conmigo, pero aun piensa en ti, eres un gran obstáculo...
-Por favor no nos hagas nada...
-¿Hag...? Cierto, estas embarazada. Entonces son dos obstáculos...
-Zoe, por favor...
-Shh, tranquila, no te haré nada-saque mi arma-.
-Ah...
-Shh, cállate... no empieces a llorar... eres fuerte, recuérdalo, recuerda como me tratabas, ¡como trapeabas el piso conmigo!-golpe su cara con el mango de la pistola-. ¡Ahora va la mía, maldita perra!
-¡No!
Me empujo y salió corriendo de la habitación. Corrí tras ella y la detuve poniéndola contra la columna de las escaleras.
-¡¿Por qué no puedes dejarnos en paz?!-grito-.
-Porque no... Todos ustedes me lastimaron... me trataron como mierda.
-Si tengo que... que humillarme para que me dejes en paz... lo haré pero... no toques a mis bebés.
-Ellos... son el principal problema, ¡Alonso no estaría contigo de no ser por ellos!-le di una bofetada-... Te metiste en medio de nosotros... eso no se hace.
-¡Ya déjame!
Empezó a empujarme tratando de hacerme a un lado pero su estomago no se lo permitía. La empujé con fuerza haciendo que el balconcito de la escalera crujiera y se partiera a la mitad. Ella cayó. Mire sus manos sosteniéndose con fuerza del piso de arriba.
-Zoe... por favor, ayúdame...
Me acerque y puse mi pie en su mano, ella gimió del dolor. Mire que en su dedo anular un anillo con una piedra hermosa. El coraje me inundo.
-Adiós.
Pise con fuerza haciendo que se soltara. La vi caer hasta llegar al suelo. Quedando boca arriba y fue cerrando sus ojos. Esos ojos con los que se atrevió a ver a mí Alonso.
-¡¡Ximena!!
La voz gruesa de Jos me saco de mis pensamientos.
-¿Zoe?
Me baje del segundo piso y salí corriendo por la puerta trasera. Jos no me siguió, le intereso más la perra esa. Que espero que este muerta.
**
Llegue al bendito motel y entre, agitada. Alan y Alonso me vieron. Alonso estaba atado como le pedí a Alan.
-Vaya, hasta que haces algo bien-deje la pistola en algún lugar al azar-, ¿adivina, mi amor?-pase mi mano por su nuca-.
-¿Qué?-su voz se oía entrecortada-.
-Ya no hay ningún impedimento entre tú y yo.
-¿Cómo?
-Estoy casi segura de que no la salvan.
-¡Eres una maldita!
Sus manos tomaron mi cuello y se fue al suelo conmigo. ¿Qué pasa? se supone que estaba atado.
-¡¡Te voy a matar!! ¡¿Cómo te atreviste a tocarla?! ¡Dijiste que no le harías daño!
Estaba por perder el conocimiento cuando aflojo su agarre y cayó a un lado de mí, sollozaba mientras yo tosía. Me levante y le di una patada en la cara.
-Idiota-mire a Alan-, ¡¡Atalo, hijo de puta!!
Alan se acerco, lo levanto y sentó en la silla.
-Vamos, Bro, cálmate. Ella estará bien...
Le susurro otra cosa que no logre oír y Alonso solo lo miro y asintió para dejarse amarrar sin protestar.
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Mundo Cerrado, Heridas Abiertas
Teen Fiction¿Que ocurre cuando la persona que tanto luchaste por salvar ahora es la que te esta destruyendo? ¿Que pasa cuando ahora tú necesitas la salvación, pero esa persona ya ni siquiera nota que existes? ¿Como es que en un tiempo las cosas pueden cambiar...