Salí temprano y decidí esperar a Alonso afuera. Salí y me arrepentí inmediatamente de salir.
-Oh, santa mierda.
-Hola, preciosa.
-Aléjate de mí Navarro.
-¿Por qué?
-Porque me das asco.
-Pero si me bañe.
-Eres un idiota.
-Oh, vamos, solo quiero platicar. Vengo por Zoe pero me encontré algo mejor-se acerco a mí oído-.
-lo empuje haciendo que topara con su auto-. No te me acerques.
Escuche su risa en mi oído, también sentí su mano en mi cintura.
-hice una mueca de asco-. Vamos, véngate de Alonso.
-¿Qué?
-Casi se mete con Zoe, vamos, lo peor que le puedes hacer es...
-Ash-me aleje-, ¿Eres idiota? yo amo a Alonso y...
-Pero él no lo hace, admítelo, no te ama.
Baje la cabeza y le di la espalda. Sentí nuevamente sus manos en mi cintura. Aparto mi cabello hacia un lado y sentí su aliento en mi cuello. Vamos, Ximena, quítate.
-Eres tan hermosa... ¿Por qué estás perdiendo el tiempo con Alonso? Yo estoy disponible.
-Alonso no tiene que arrastrarse para que una mujer le haga caso. Ahora suéltame-volví a empujarlo-.
-Ya estuvo bueno maldita zorra.
Me tomo por el cuello y me llevo a unos pasos al lado de la barda de la escuela. Había un callejón. Me golpeo fuertemente contra la pared.
-¡Aah!
-Eso es, hazlo de nuevo-bajo sus manos a mí cuerpo-. Grita.
-Déjame en paz.
-Te dije que te haría mía-beso mi cuello-. Me encantas.
En eso unas voces se escucharon. Era Jos y Alonso.
-¡¡Ayuda!!
-cubrió mi boca y nos metimos más en el callejón-. Shh, guarda silencio.
Me quede callada pero no podía dejar de sollozar. Se detuvieron a unos centímetros de mí. Mierda, Alonso, voltea.
-Y ¿Qué paso?-dijo Jos-.
-Bro Ximena es maravillosa, ahora entiendo tu fascinación por ella.
-Ex-fascinación, ahora mi obsesión es Yareth.
-Ahora veo... bueno, Ximena me perdono, dijo que no me dejaría porque sería como dejar ganar a Zoe.
-Valórala, Bro, no seas un estúpido.
-Oye y ¿Dónde estará?
-Quizá se fue, oí que salieron temprano.
Lo vi que sonrió y siguieron caminando.
-¡Mm!-trataba de gritar-.
-No te escucha cariño. Se ha ido, ahora ¿En que estábamos?
Volvió a besar mi cuello. Lo mordisqueaba y pasaba su lengua por él. Sentí una de sus manos en mi intimidad cuando alguien lo quito de manera brusca.
-¡¿Qué te pasa, maldito enfermo?!
-¿Zoe?-dije con debilidad-.
-¡No te metas McCall!
-¡¡Claro que me meto, no vas a desgraciarle la vida como lo has hecho conmigo!!
-¡Oh vamos, a ti te gusta lo que te hago!-se acerco a ella y ella lo aventó-. ¡Recuerda porque te estás revolcando conmigo! ¡Para que quite a esta niña del camino, dijiste, esas fueron tus palabras!
-¡Pero no de esta forma idiota-lo empujo hacia su auto-, lárgate de aquí, luego hablamos!
Vi como se subió al auto y arranco a toda velocidad. Yo estaba recargada en la pared asimilando lo que ese idiota dijo. ¿Quitarme de camino?
-Ximena...
-No me toques... eres peor de lo que pensé. ¿Quieres deshacerte de mí?
-No, claro que no, yo solo quería que te alejaras de Alonso, yo...
-¡Querías que ese cerdo me hiciera daño! ¿Igual a ti? ¡¿Te acuestas con él como paga?! ¡Eres una puta!-la empuje-.
-Cálmate, te salve de él, eso...
-Eso-la interrumpí-, eso no me hará pensar diferente. Te odio, no te quiero cerca, ni de mí ni de Alonso... por favor, aléjate.
-Ximena...
-¡¡Aléjate de mí!!
-¿Xime?
-Freddy-lo abracé-... sácame de aquí, por favor.
Miro a Zoe y empezó a caminar. No me pregunto nada, solo me acompaño a casa de Alonso. Me leyó el pensamiento. Necesitaba verlo. Abrazarlo. Sentirme protegida.
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Mundo Cerrado, Heridas Abiertas
Teen Fiction¿Que ocurre cuando la persona que tanto luchaste por salvar ahora es la que te esta destruyendo? ¿Que pasa cuando ahora tú necesitas la salvación, pero esa persona ya ni siquiera nota que existes? ¿Como es que en un tiempo las cosas pueden cambiar...