CAPITULO 85

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CAPITULO FINAL.

-¡¡Zoe McCall, tienes visitas!!

Me acerque a la reja y mire a Alonso acercarse.

-¿Alonso?-sonreí-.

-Ya estarás contenta.

-¿Cómo esta Alan?

-Muerto. Gracias a ti.

-Yo no quería matarlo a él, te lo juro.

-A mí no me jures nada. Ya dictaron tu sentencia, es poco contando todo lo que has hecho.

-Alonso yo...

-Cierra la boca... si Ximena muere la condena sube a cadena perpetua, lástima que la pena de muerte ya no se use.

Se dio la vuelta para irse.

-¡Alonso! ¡Alonso!

**

-Alonso-sentí las delicadas manos de Yareth, moviéndome-, primito despierta-abrí los ojos y la mire-. Llevas aquí una semana.

-¿Y? ¿Ya despertó Ximena?

-Alonso, entro en coma, ya no va a despertar.

-negué-. No estoy dispuesto a perderla también...

-se acuclillo frente a mí-. Escucha, tienes que estar bien, tienes un hijo que te necesita... no puedes dejarlo.

-Yo no sería nadie sin Ximena... y si ella no esta... mi vida se acaba... ya perdí a Alan... no voy a rendirme... ella va a despertar.

-asintió-. El doctor dijo que podías pasar a verla... en terapia intensiva.

Asentí y ella se retiro. Me levante del piso y camine hacia su habitación. Desde la puerta de vidrio la mire. Tenía un collarín en su cuello y la mascarilla de oxígeno en su rostro. Abrí la puerta y entre a pasos lentos. La mire recostada en esa cama. Pálida. Con sus hermosos ojos cerrados. No pude sostenerme de pie y caí de rodillas a su lado. Tome su mano con delicadeza. Estaba fría. Lleve su mano a mis labios y la bese.

-Hola princesa... adivina, fue niño, como querías... a pesar de que la niña no se salvo... te agradezco la dicha de un hijo... nena yo... yo solo quiero que estés bien... quiero... quiero que abras esos ojos que siempre me han cautivado, esos ojos que me vieron en el peor de los momentos y se enamoraron. Estuviste conmigo siempre. Y así quiero seguir... quiero disfrutar de nuestro hijo juntos, quiero verlo crecer junto a ti, quiero... quiero casarme contigo y formar una familia. ¿Recuerdas? Siempre juntos.

Estuve unos minutos más junto a ella y luego me fui. Antes de salir, voltee a verla aun con la esperanza de que sus ojos se abrieran pero no fue así. Baje la cabeza y me retire.


Mundo Cerrado, Heridas AbiertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora