Mundo Cerrado, Heridas Abiertas

CAPITULO 38

La alarma sonó haciéndome saltar. No recuerdo haber puesto alarma.

-¡¿Qué mierda?!

Lo apague con fuerza. Y me levante. Eran las 6 de la mañana. Maldita escuela de mier... coles. Muchas maldiciones por hoy. Entre al baño quitándome la ropa. Entre a la ducha y me quede recargado en una pared mientras el agua caía en gran parte de mi cuerpo. Tenía sueño.

-Alonso, apúrate, se te va a hacer tarde.

Me sobresalte y termine de ducharme. Salí y me coloque un pantalón blanco con una playera blanca y mis converse negros. Desarregle mi cabello y baje. Eran las 7:30, vaya una hora y media en arreglarme. Me tardo más que una mujer en su primera cita.

-Wow, hermanito, te ves muy guapo.

-Ay cállate, Vanessa.

-Creo que alguien no está de humor hoy.

-En todo caso nunca lo está-dijo Braulio-.

-¿Quieren callarse los dos? Me duele la cabeza.

-¿Te desvelaste de nuevo?

Dijo mi mamá tocando mi frente y haciéndome verla, echando mi cabello hacia atrás.

-Sí, lo hiciste, tienes unas ojeras horribles.

-Ash-la hice que me dejara-... no pude dormir, ya lo saben, maldito insomnio.

-Digas lo que digas no te compraremos pastillas para dormir.

-Que lata.

Me levante, tome las llaves de mi coche junto con mi mochila y salí de mi casa. Subí a mí auto y me dirigí a la universidad. Al llegar vi a Ximena sentada con Jos y Freddy en el camellón. Me baje del auto, puse la alarma y me acerque a ellos. Me sentía algo mal por Xime, metí mis manos a mis bolsillos.

-Hola, chicos.

-Hola Bro-nos saludamos como siempre-.

-Hola Xime.

Solo me miro sin decir nada.

-¿Ahora ni siquiera me dirigirás la palabra?-me acuclille frente a ella-.

-No molestes.

-¿Te molesto? ¿En serio lo dijiste?

Me miro y note que traía un moretón cerca de la sien.

-¿Qué te paso?

-Nada-se volteo de manera que no la viera-.

-Ximena ¿Quién te golpeo?

-me miro-. No lo sé, lo que sé es que quien haya sido no me quiere cerca de ti.

-Y ¿Quién más no la quiere cerca de ti?-dijo Freddy-.

-¿Zoe?

-No creo que haya sido Zoe, era un hombre, estoy segura.

-¿Por qué lo dices?

-Porque oí su voz... me hablo, me dijo que... que si no me alejaba de ti te mataba.

Fruncí el ceño. ¿Quién más querría matarme sino Alan? Y ahora va sobre Ximena.

-asentí-. Me alejare de ti, no te preocupes.

-Pero no quiero hacerlo.

-Xime...

-Lo siento.

Se levanto y se alejo de nosotros. Me levante y la seguí.

-Ximena. Tengo que hablar contigo.