Mundo Cerrado, Heridas Abiertas

CAPITULO 25

-¿Alonso? ¿A dónde vas?

-Amm... voy a salir a dar una vuelta. Me siento estresado.

-Pero... son las nueve de la noche, Alonso.

-Mamá, ya tengo casi 20 años, ¿no crees que realmente no debes de protegerme tanto?

-Exacto. Ya pasado mañana cumples 20, y sería realmente malo que te pasara algo antes de hacerlo.

-Ay por favor. Lo mejor que podría pasarme es que llegue un tipo me apunte con un arma, me pida mi celular o me mata y no darle el fucking celular.

Abrí la puerta y salí azotándola fuertemente. Puse mis audífonos y la capucha de mi suéter; la noche estaba fresca. Había una gran cantidad de gente afuera. Esperaba que las calles estuvieran más solas, no estaba dispuesto a encontrarme con gente... llegue al parque. No sé que afán tengo de salir y llegar exactamente a este lugar. Me senté en un columpio y saque un cigarro. Lo encendí y me puse a ver hacia la Luna.

-Hola.

Escuche una delgada voz hablándome. Era una niña. Aproximadamente de diez u once años.

-Mm ¿hola?

-¿Cómo estás?-se sentó a mí lado-.

-Emm-baje el cigarro para no molestarla con el humo-...

-No puede ser-dijo sonriendo-. ¿No me recuerdas?

-¿Debería?

-Soy Emily-la mire sin decir nada-. La hermana de Lily,

-Ah... hola-sonreí-.

-Y no te preocupes por el cigarro, no me molesta.

Lo lleve de nuevo a mis labios. Ella me miraba con una sonrisa en su rostro. Okey. Esto era realmente incomodo.

-Emm-dije volteando a verla-... ¿Viene Lily contigo?

-Lily tiene mucho que no sale conmigo-bajo la cabeza-... creo que casi desde que tú te fuiste.

-Oh...

-¿Qué edad tienes?

Vaya manera de cambiar el tema.

-Amm, aun 19.

-¿Aun?

-Eh... cumpliré 20.

-Aww, que mal. Yo tengo doce.

La mire y forcé una sonrisa para luego ver hacia debajo de nuevo.

-¿Estás bien? Ya no te veo sonriente como la última vez que te vi.

-¿La última o la única?

-Lo que sea.

En eso lleve mi vista hacia la carretera. Vi a Zoe y Alan. ¿Qué hacían juntos? Buen no es que me importara pero... ¡¡a la mierda, claro que me importa!!

Suspire dándole una calada grande a mí cigarro. Zoe volteo a verme y me limite a no verla.

-Hola, Villalpando.

-¿Qué quieres, Alan?

-Nada, solo ver como estabas-miro a Emily-. Hola linda.

Emily rodo los ojos y se levanto del columpio para irse.

-Te veo luego-se acerco y beso mi mejilla, se fue sonrojada-.

-Vaya, ahora andas de pedófilo-se recargo en el poste del columpio-.