Entramos a mí habitación besándonos, me deshice de su blusa votándola en algún lugar de la habitación. Nuestros besos dejaron de ser rápidos y desesperados. Me aleje viéndola detenidamente. Aparte los mechones de cabello de su rostro. Atrape sus labios de nuevo en un beso más lento. Camine haciéndola que retrocediera y recostándola en la cama. Bese su cuello acompañando de mordidas leves en este. Baje por su pecho hasta su vientre mientras desabrochaba su pantalón. Me separe y baje el pantalón por sus piernas. Lo deje a un lado y subí hacia sus labios dejando un camino de besos por su pierna, muslo, de nuevo a su vientre y a sus labios.
Mientras la besaba, mis manos seguían sobre sus piernas. Ella tomo el control, se coloco a horcadas sobre mí y saco mi camisa, desabrocho mi pantalón y lo quito entre risas ya que no podía. Me senté y la abracé besando su cuello, lleve mis manos al broche de su sostén y lo quite. Cubrí sus pechos con mis manos haciendo que echara su cabeza hacia atrás. Se subió de nuevo sobre mí y comenzó a moverse lentamente mientras tiraba delicadamente de mi cabello.
Bese su cuello y la puse nuevamente en la cama para así deshacerme de lo que me impedía hacerla completamente mía. Me quite el bóxer y me puse entre sus piernas viéndola a los ojos.
-Eres tan hermosa-le susurre-...
-sonrió-. Eres un tonto...
-El tonto que amas.
-Para mi desgracia.
Me agache y atrape sus labios. Me moví un poco y entre en ella, deshaciendo el beso para soltar un leve gemido que inmediatamente calle con mis besos.
La sostenía entre mis brazos. Nuestros ojos no se desconectaron en ningún momento. Ella pasaba su dedo delicadamente por mis labios sin dejar de verme. Se acerco y me beso.
-Eres lo mejor del mundo-me dijo-.
-No... Tú lo eres, eres la chica más maravillosa del mundo... nunca, nunca pensé amarte de esta manera, la verdad-me miraba con anhelo-... estaría perdido si no te hubiera conocido.
-Yo no hice nada... tú...
-Yo... yo era un desastre antes de estar contigo. Bueno sigo siéndolo, pero a tu lado ya no importa-la vi sonreír y sonrojarse-... me encanta la forma en que frunces la nariz cuando estas nerviosa-me miro-... eres perfecta.
-No lo soy... algún día querrás que cambie... te aburrirás de esto.
-Eso jamás... estoy enamorado de ti-se enderezo un poco cubriendo su cuerpo-... así es, Ximena, me enamore de ti como un loco, bueno loco ya estaba pero...
-Alonso... no pensé que...
-Te amo, entiéndelo bien, te amo.
Sonrió y se lanzo sobre mí besando mis labios.
-Es lo mejor que pudiste decir... te amo... te amo... te amo...
Nos volvimos a besar. Me gire hacia un lado y caímos de la cama.
-¡Au!-dijo ella riendo-.
-Sí, creo que la cama no es tan grande-me levante ayudándola-. Ven aquí.
-¡Aaah!
La cargue y la lleve a la ducha.
-¡No, Alonso! ¡¿Qué haces?!
-Quitarte lo caliente-dije divertido-.
-No, estás loco, bájame.
-No.
Entre a la ducha y abrí la llave del agua fría. Esta cayó sobre nosotros haciendo que ella casi saliera corriendo de ahí.
-¡Ximena!
-¡Déjame ir, maldito loco!
-Ven aquí
La tome de la cintura por la espalda y la pegue a mí cuerpo, ella gimió al contacto conmigo.
-aparte su cabello del cuello y bese su hombro-. Creo que ni el agua fría te quita lo candente-mordí delicadamente su cuello pasando al lóbulo de su oreja-.
-Claro que lo hace, pero si estás conmigo es inútil.
Se giro hacia mí y me beso. La cargue entrando en ella inmediatamente, el agua caía sobre ambos y esta vez no reprimí sus gemidos, quería escucharla.
-A-Alonso... Van... a oír los vecinos.
-Quisieran oírte-tome su labio entre mis dientes y luego la bese-.
-Te amo...
-Yo te amo.
Cerré la llave y salí con ella aun en brazos, la acosté en la cama y luego de llegar al clímax ahí caímos en un profundo sueño. Dios, Ximena es la mejor del mundo. La amo tanto. Me moriría si algo le llega a pasar.
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Mundo Cerrado, Heridas Abiertas
Teen Fiction¿Que ocurre cuando la persona que tanto luchaste por salvar ahora es la que te esta destruyendo? ¿Que pasa cuando ahora tú necesitas la salvación, pero esa persona ya ni siquiera nota que existes? ¿Como es que en un tiempo las cosas pueden cambiar...