Imagina ser un pais latinoamericano y que Alfred fuera tu pareja.
—Amor, ¿podrías encender el horno?— pregunto (T/N), mientras se lavaba las manos. Debía cocinar la cena en ese momento si es que no querían comer a las tres de la madrugada. De por sí, el gringo, ya, se estaba durmiendo
—¿Eh? ¡Ah, claro!— exclamó, feliz de poder hacer algo. Había querido ayudar en la comida, pero ella no le había dejado. Abrió la puerta del horno, a punto de modular el fuego, pero se quedó quieto, observando su interior—. Dude... ¿Porque hay sartenes y ollas aqui?— pregunto. No recordaba haberlas visto en ningun otro lugar.
—Eh... no tenía otro lugar donde meterlas, creo—
~*~
—¡Mamá, ya me voy!— exclamó el chico, a punto de salir de la casa. Un zapato aterrizó, justamente, a centímetros de su cara. Señal de que debia esperar.
—Ratito. ¿A dónde crees que vas?—
—Eh... a la casa del Juan, tiene fiesta hoy— murmuro el muchacho, en busca de la ayuda de su padre, quien miraba, todo, desde una distancia prudencial. América sabía que no debia meterse.
—Sabes que no me gusta ese muchachito...—
—¡Pero Mamá!—
—¡Cállate, carajo! De acuerdo, puedes ir, pero cuidadito con andar de borracho, te quiero sin una sola gota de alcohol, además, mañana hay que ir a visitar a tu abuelo—
—¿Al abuelo Iggy? ¡Pero mama...!— comenzó, haciendo un berrinche.
—¡Te me callas, carajo! Llevate abrigo y un paraguas, va a llover— comento, luego dr inspirar fuertemente.
—Dude, está completamente despejado— murmuro el hombre de lentes.
—De acuerdo, si llueve, no seré yo quien vaya a recogerte— y diciendo esto, la mujer de volvió a meter dentro de la casa.
Al final si llovió y Alfed tuvo que buscar a su hijo.
~*~
—¡Mama, me duele!— exclamó el niño. Se había caído de du bicicleta y ae había hecho un raspon en su rodillo. (T/N) llegó corriendo y de se inclinó sobre el.
—¡Te dije que no anduvieras tan rápido! ¡Carajo contigo!— mencióno. Alfred estaba a punto de sacar de la casa el botiquín de primeros auxilios, cuando vio como ella se lamia la mano y la pasaba sobre la herida. No sabia cuan efectivo sería, pero, al parecer, el rubio menor dejó de llorar e hizo una mueca de asco.
—Gracias...— susurro, con un hilo de voz.
Alfred pensaba en comercializar saliva de madre latina.
~*~
—¡Mamá! ¡La comida del abuelo Iggy no me gusta!— fue lo primero que dijo el niño cuando se sentaron a comer. La muchacha, soltó una pequeña risilla nerviosa y se disculpo, para luego sacar a su hijo de la mesa.
—Ven, amor, hay juguetes— le dijo, sonriente. Alfred los siguió, procurando que el castigo de su hijo no fuera demasiado. Cuando llegó, se encontró al niño, cara a cara con una latina furiosa
—Cariño...— intentó tranquilizar el ambiente— A nadie le gusta la comida de...—
—¡Cállate, Alfred!— le interrumpió, para luego dirigirse al infante— Escuchame bien, pedazo de mocoso del demonio, vad a sentarte en esa mesa y a comer todo lo qur tu abuelo ponga en ella, ¿de acuerdo? ¡Hay niños que no tienen para comer y tu estas negando un plato de comida! ¡Indignante!—Alfred no sabía que culpa tenía su hijo de que otras personas no tuvieran para comer, pero tampoco se iba a arriesgar a preguntar.
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Si, se que tengo otros que me pidieron... pero no pude evitar hacer este primero x3
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Imaginas {Hetalia}
Fanfiction"Los amantes odiaban el Sol, era señal que debían separarse" "Su relación era como el cigarrillo, adictiva y efímera" "No deberían verse, eran terriblemente distintos, pero, con una sola sonrisa que le brindara, el dejaría todo atrás" Date un moment...