Varios

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Imagina las diferencias de la siguiente situación.

1.

(T/N) se acomodo los lentes, mientras fijaba su vista en los nombres, algo borrados, de aquel desvencijado mapa. ¿Lo estaría leyendo bien? Las palabras tenían sentido, claro está, pero ese no era su país y podía suceder, era pésima orientándose. La mujer hecho una mirada a su compañero, el conductor del vehículo, quien seguía con su mirada fija en la enlodada carretera. Bien, ella no tenia orientación, prácticamente, pero al menos conocía su país como la palma de su mano, Chile estaba un paso mas allá y no tenía idea de cómo llegar a una de sus tantas casas.

—Y debes doblar... A la derecha— menciono la chica. Saco su vista del mapa, viendo la carretera. Al final del camino de tierra, o lodo por las lluvias, había una señal roja de "Pare" y, metros más adelante, una carretera de asfalto, y se aplaudió por ser tan buena cartógrafa—. Sip, a la derecha— manifestó, acomodándose en su asiento. Llevaban horas de viaje y se estaba cansando un poco de estar sentada. Se inclino y tomo la botella de agua.

Manuel sonrió levemente ante el acierto de la chica. Realmente había sido un acierto el llevarla con el. Si, el hubiera llegado a su destino, pero ¿cuánto tiempo hubiera tardado en leer el mapa? No, definitivamente, no.

—Wena, (T/N)— comento el hombre, mientras veía hacia la izquierda de la carretera que cortaba la de lodo. No venia nadie, por lo que, sin más, puso el guiñe y doblo hacia la derecha, donde su compañera le había indicado—. De aquí no falta mucho para llegar— menciono, pero por más que quisiera recordarlo, no podía hacerlo, por lo que simplemente lo dejo allí.

(T/N), sonrió, pero no dijo nada, ocupándose, entonces, de volver la vista al mapa. Si seguían por allí, se iban a topar con un viejo pueblito, solo debían hacer un par de kilómetros ma...

—Conchatumadre— escucho que Chile murmuraba con rapidez, por lo que elevo la vista. Manuel estaba mirando el espejo retrovisor y al darse vuelta, pudo mirar por el parabrisas, que una motocicleta verde y blanca, que venía detrás de ellos. El hombre soltó un suspiro y, sin más, se dirigió hasta donde terminaba el asfalto, deteniéndose segundos después.

Pacientemente el hombre vestido de verde que les había seguido, se bajo de la moto y camino unos metros, hasta quedar delante de la ventanilla del conductor. Manuel la bajo y el curtido oficial, los miro con severidad.

—Buenas tardes, ¿acaso usted no vio la señal de "Pare"?— inquirió, señalando el objeto rojo a pocos metros del cruce de carreteras.

—Pero no andaba nad...— comenzó a argumentar Chile.

—¿La vio?— interrumpió el carabinero. Manuel soltó un suspiro.

—Si, si la vi.

—Perfecto, entonces deberé hacerle una multa por no prestarle el más mínimo de atención— menciono el hombre con traje y saco de su chaqueta unos cuantos papeles y un bolígrafo.

Chile evito hacer un pequeño ruido de inconformidad, mientras que (T/N) lo observo, riendo levemente.

—¿Tendré que vestirme con una señal de esas para que no te detengas por las noches?— comento la chica en voz baja. Al hombre se le subieron los colores al rostro.

—¡(T/N)!


2.


"Sin Documentos", de los Rodriguez, sonaba por la cabina del automóvil, de manera fuerte y violenta. (T/N) se limitaba a mover su pie, mientras le echaba varias miradas divertidas a Martin quien movía su cabeza y gesticulaba, marcando las palabras del cantante con las suyas propias. Negó levemente con su cabeza, pensando que el era o muy apasionado o terriblemente exagerado. Volvió su vista al mapa, tratando de concentrarse. ¿Dónde estaban? Todo era muy confuso y las pocas señales en la ruta acrecentaban el misterio.

Luego de unos minutos mirando el mapa, se incorporo, sacando sus pies de la tableta del auto y se estiro, bajando el volumen a la música. Argentina estaba a punto de quejarse, pero ella no lo dejo.

—Debes doblar a la derecha— menciono señalando con el dedo la dirección correcta. El rubio sonrió y asintió con su cabeza.

—Buenísimo— dijo, poniendo sus dos manos en el volante— Menos mal que estas vos, me acostumbre tanto al GPS, que ya ni me acurdo como leer un mapa— admitió. Iba a decirle que era terriblemente malo orientándose, pero tampoco era cuestión de exagerar o ella podría seguir enumerando sus defectos como lo hizo una vez con España, fue terrible.

Argentina observo el camino, mirando que, al fondo, había una señal roja y, metros mas allá, una ruta de cemento cortaba la de tierra por donde venían. Hacia tanto tiempo que no andaba por esos lares, que ya ni recordaba que habían urbanizado esa parte. Sin mas, acelero y viendo brevemente a su izquierda, doblo, entrando a la calle asfaltada.

—Tengo hambre— se quejo la chica, mientras revolvía el bolso que habían llevado para el viaje. El mate le había lavado la panza y ya no quería comer de esas masas dulces que Martin llamaba "facturas".

—Cuando lleguemos podemos comprar al...— comenzó el rubio, pero se detuvo al ver por el espejo retrovisor, una camioneta patrulla acercándose. Las luces le indicaban que debía parar. Solto un suspiro y empezó a detenerse—. La puta madre que me pario...— murmuro, estacionándose en la banquina por un momento. (T/N) dejo de rebuscar y observo la escena.

En el instante que Martin bajo la ventanilla, un hombre de uniforme azul, se acerco hasta ellos.

—Buenas tardes, maestro— saludo Argentina.

—No tan buenas, al parecer, ¿usted no vio la tremenda señal de pare que hay en la esquina?— comenzó el policía. Martin, entonces, abrió su billetera y, sin mas, le paso dos billetes de color naranja al uniformado, quien lo tomo con toda naturalidad.

—¿Un dia muy aburrido?— inquirió el oji verde como si nada, mientras guardaba su cartera.

—Bastante, casi no pasa nadie por aca, pero bueno, asi estamos. No les retraso mas y los dejo que sigan, buen viaje— les deseo el policía, con una sonrisa y, sin mas, volvió a su vehículo.

(T/N) observo aquello anonadada y cuando noto que la camioneta de nuevo se encendía miro al conductor.

—¿Acabas de sobornar a un policía?— mascullo. Martin chasqueo la lengua, sin darle importancia.

—Todos somos sobornables, piba— dijo, prosiguiendo su camino. "Crimen", de Cerati, comenzó a sonar. 

Imaginas {Hetalia}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora