AU! America

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Imagina ser la enemiga de Alfred

Desde que tenía memoria, aquella chica jamás le había agradado.

Era demasiado brusca, se reía demasiado fuerte y en los momentos más inoportunos, era muy floja y no era inteligente en nada de lo que hacia. A pesar de que sus madres, grandes amigas de toda la vida, los intentaron de juntar, ellos eran el agua y el aceite. No podía, si quiera verse, que ya buscaban alguna manera de pelearse.

Y así fue durante varios años.

~*~

La botella giró una vez más, mientras los adolescentes allí presentes, reían  hablaban entre ellos. El aroma alcohol, tabaco y marihuana, hacia el aire en extremo pesado dentro de aquella sala, pero nada que no se pudiera soportar. Alfred escuchaba como el vidrio se rozaba contra el materia de la mesa, deteniéndose de a poco. Con un gran estremecimiento, observó que el objeto apuntaba hacia el. Elevó su mirada hasta encontrarse con (T/N), a quien apuntaba el otro extremo del envase. La chica sonrió, entre divertida y fastidiada, ¿por qué con el? ¿no podía ser con el moreno de allá?

—¿Y bien, Alfred? Estoy esperando— mencionó la chica, mientras bajaba el cigarro. El rubio sintió sus mejillas arder. Si bien aquella chica era su enemiga mortal, no podía negar qur se veía bien con sus labios de rojo y su chaqueta de cuero negra. Sus amigos le gritaban varias cosas que el no escuchaba, pues se estaba dando ánimos. Carraspeo levemente y le sonrió, tratando de aparentar confianza.

—Ven aquí, entonces— comento, abriendo sus brazos. La chica soltó el humo del cigarrillo y se dirigió hasta el. Con rapidez, tiro de su cuello, para bajarlo a su altura y lo beso. Alfred esperaba sentir el gusto amargo del cigarro, pero no, sólo una intensa explosión en su interior.

Definitivamente ella tenía estrellas en los labios y creaba galaxias con sus besos, aunque, claro, jamás lo admitiría. Su historia, cual Super Nova, nació, vivió y murió allí, porque el orgullo es mayor que una Vía Láctea.

Imaginas {Hetalia}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora