Esp. San Valentín

3.7K 269 79
                                    

Paciencia

—Te esperare— había dicho (T/N), con seguridad, mientras le sonreía. Francia pestaño, bastante aturdido por la frase de la muchacha—. Así como tú me esperaste, yo estaré aquí, hasta que dejes de amarla.

El hombre rubio sonrió, entre complacido y apenado.

Petite— la llamo con suavidad, como solía hacerlo cuando era niña—No creo que sea bueno que esperes a un viejo con el corazón roto, como yo...— menciono, pero fue interrumpido.

Te esperare— volvió a recalcar, con necedad—. Porque te amo y sé que puedo hacerlo mejor que ella, porque estoy aquí y ahora y permaneceré a tu lado hasta que alguno de los dos se disuelva primero.

Y el país del amor, pero que no podía amar, soltó un suspiro, derrotado. Aquel sentimiento lo había alcanzado de nuevo y estaba aterrado.


Vergüenza

—Te amo— escucho, Alemania, a sus espaldas. Aquello lo dejo helado, sintiendo como su corazón golpeaba, con violencia, contra su pecho. Estaba seguro de que los demás países que estaban en la reunión, lo habían escuchado, pero, cuando volteo a ver a ambos lados, todos seguían tan ruidosos como siempre.

Lentamente y, esperando que no fuera para el, se giro, teniendo que bajar la mirada, para encontrarse con (T/N), quien lo observaba, implacable.

—Te amo— recalco la chica, sonriendo. Ludwig aparto su vista y se volvió a girar, queriendo gritar. ¿Por qué le pasaban esas cosas a el? Necesitaba asimilarlo, leer libros sobre aquel sentimiento, necesitaba aire. Aun asi, sintió como ella lo abrazaba por detrás, no dejándolo escapar.

Yo también— escucho la chica, de manera baja. Cuando levanto la vista, pudo notar las puntas de las orejas ajenas, completamente rojas. Bien, tal vez no debería presionarlo tanto, parecía que estaba a punto de desmayarse.


Diferentes

—Está lloviendo con sol— murmuro Matthew, mientras observaba, por la ventana, aquella escena. (T/N) chasqueo su lengua, venia entrando con la cesta llena de ropa. Tuvo que correr para que esta no se mojara completamente.

—Una bruja se nos caso— comento, de manera distraída, pasando a su lado. Canadá la siguió con la mirada, no había entendió la referencia.

—¿Qué?— pregunto, arqueando una de sus cejas. La mujer se volteo a verlo, para luego apuntar a la ventana.

—Se caso la bruja, lluvia con sol— dijo, para luego girar sobre sus talones, perdiéndose en uno de los pasillos. Matthew pudo escuchar, claramente: "Este chico que no sabe na..."


Apacible

China entreabrió sus ojos cuando dejo de sentir las caricias en sus cabellos. Observo como la muchacha habia pasado pagina en el libro que estaba leyendo y se encontraba completamente inmerso en el. Le gustaban esos momentos asi, cuando estaban en silencio, tranquilos y que, aunque no se miraran, se sintiera una gran conexión entre ellos.

Muchas veces se preguntaba si realmente el podría darle todo lo que ella necesitaba. (T/N) era una mujer muy especial y cualquiera desearía tenerla como compañera, aquello le aterraba. ¿Cómo alguien tan mayor podría llenarla lo suficiente?

Una nueva sesión de caricias en su cabello, le arranco un suspiro y aquellos malos pensamientos. Su flor le regañaría si supiera que se estaba torturando con esos pensamientos, de nuevo. Todo era mejor asi.

Imaginas {Hetalia}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora