Imaginas {Hetalia}

Ucrania

Imagina estar en una no relación con Yekaterina

—Ah, ¡muchas gracias por dejarme quedar aquí!— exclamo la rubia, luego de soltar un suspiro. (T/N) soltó una pequeña risilla y siguió adornando la corona de flores.

—Ya lo has repetido como quince veces desde que bajaste del avión hace dos horas— comento la chica. Yekaterina se mordió el labio inferior y observo el despejado cielo azul.

—Lo sé, pero realmente aprecio que me hayas invitado. Necesitaba salir de mi país. Necesitaba vacaciones— susurro la mujer, al mismo tiempo que apretaba levemente su vestido. A veces le daba algo de pena que los demás se preocupen por ella y, mucho más, su amiga. La contraria elevo su mirada y le sonrío. Estiro una de sus manos y acaricio su corto cabello.

—¿Qué clase de novia seria si no me preocupara por ti?— pregunto, tomándola del mentón. Ucrania sintió sus mejillas arder y, con rapidez, bajo su mirada hasta sus piernas, quitando la extremidad ajena de su rostro. Allí estaba de nuevo. (T/N) evito soltar un bufido ante la falta de respuesta de su pareja y se concentro en aquel adorno que estaba haciendo. La rubia, mientras tanto, jugaba con los bordes de su prenda. No es que no le gustara... Bueno, en realidad, no lo sabía. No tenía muy en claro los sentimientos hacia la otra chica. Trago fuertemente y la observo finalizar aquella corona.

—Y-yo... N-no se si...— balbuceo, llamando la atención de la chica. Ella elevo una de sus cejas, para luego acercarse a la mayor. Rápidamente le tomo del mentón, besándola. Yekaterina quiso separarse, pero (T/N) la abrazo por la cintura, apegándola más a ella. Mordió los labios de su rubia, haciendo que esta soltara fuertes jadeos, momento en el que aprovecho para colar su lengua dentro de la boca ajena. Más temprano que tarde, Ucrania respondió a aquel beso, a pesar de que se preocupara de que las vieran. Finalmente, ella se separo de la chica, tratando de recuperar el aire.

—Me gustaría saber si alguien te deja en esas bonitas condiciones cuando te besa— menciono, con suficiencia, al mismo tiempo que sonreía. Ucrania trago fuertemente, sintiendo su corazón desbocada, a punto de salirle del pecho. Definitivamente no había nadie quien la dejara en ese estado, solo ella

—U-uno más— le susurro, mortalmente avergonzada. (T/N) se mordió el labio inferior, para luego colocarle la corona de flores sobre su cabeza. Sin más, le atrajo y beso aquellos labiales que le volvían loca.