AU!Japon

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Imagina ser el foco de las fotografías de Kiku

A Kiku no le podía importar menos su cabello despeinado, atado en un descuidado moño. No podía importarle menos el desorden de su casa. No podía importarle menos las ojeras que se acrecentaban, cada día, debajo de sus ojos. No podía importarle menos su ropa holgada, sus constantes silencios, sus horas de sueño, sus preguntas delirantes.

—Kiku, no, por favor— le pidió la chica, luego de sentir el flash de la cámara. Le había tomado una foto comiendo a deshora, justo como había prometido, no hacerlo. El hombre sonrió y la acompaño, de nuevo, a la cama. Allí estaban bien. Solo eran ellos, una mortífera tranquilidad y la noche que entraba, helada, por la ventana. Los ojos de (T/N), vagaban por todo el lugar, buscando en que concentrarse, tratando de que el bendito insomnio desapareciera. Podía ver, de reojo, el flash de la cámara ajena. Soltó un suspiro, cansino, al mismo tiempo que se recostaba en su almohada.

Hacía tiempo, ya, que se había convertido en una musa, un poco extraña, para aquel aficionado fotógrafo. Siempre le había dicho que había mujeres más aceptables para una sesión de fotografía que ella, pero él jamás las acepto. Poco a poco, se acercaron mas, al punto de que llegaron a vivir juntos. Kiku era espectador de cómo su musa, lentamente, desaparecía, convirtiéndose en una leve brisa y, aunque, quisiera liberarla de aquel oscuro monstruo, si ella deseaba ser libre de sus preocupaciones, el no se opondría.

Dejo la cámara a un lado al ver como el pecho de la mujer subía y bajaba con tranquilidad, señal de que se había dormido. Lentamente se acostó a su lado.

Siempre había intentado explicarle que ella era caos, bendito sea el caos porque era síntoma de libertad y la libertad era su arte. Simplemente estaban conectados.

Cuando el corazón de (T/N) se detuvo, soltó unas pocas lágrimas.

Más tarde, ella fue conocida por el mundo como "La muchacha de ojos tristes" y fue increíblemente famosa. Tal vez no por su abstracta belleza, si no porque, con ella, se llevo a aquel talentoso fotógrafo.

Kiku no había podido vivir sin su musa.

Imaginas {Hetalia}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora