El baile - mañana

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"El baile de la liberación de la magia - parte 1"

Hoy es el día, el día más esperado por algunos (y el más odiado por unos cuantos). Podía decirse que Mal era la más emocionada de todos por esta fecha, significaba el inicio de su gran camino a ser una hechicera... Posiblemente la mejor de todo Auradon.

La de cabellos púrpura fue de habitación en habitación, de cama en cama, despertando a cada uno con una energética sonrisa y agudos gritos de alegría.

Era gracioso verla comportarse como si tuviera cinco años...

Logró despertarme antes que a Sheld, saltando encima de mi cama, sacudiendo mi tranquilidad. Fueron unos segundos de confusión hasta que pude distinguir a Mal moviéndome de un lado al otro gritando que era tiempo de levantarse.

Era fácil despertarme. En cambio, Sheld es un caso muy especial. Es dormilón por naturaleza, eso lo hace tan tierno... Pero detesta que se lo digan, en especial por las mañanas cuando se despierta con el cabello alborotado y sus ojos casi cerrados, luchando por adherirse a la cama.

Es la imagen hermosa que veo al despertar... Él.

Incluso con el alboroto de Mal, sigue con la cara pegada a la almohada. Me acerco hacia él y deslizó mi mano derecha sobre su cadera.

-Sheld... ¿No piensas levantarte? -le susurro al oído.

Un gruñido es mi respuesta. Inevitablemente sonrio.

-Estoy rodeado de niños pequeños -pienso en voz alta.

-Mal... Son las seis de la mañana -reclama Jay desde su cama con la mencionada sacudiendole del hombro y saltando sobre la cama haciendo que los resortes chillaran.

-¡Es tarde ya! Tienen que ayudarme con los preparativos, para algo son mis amigos ¿que no? -sentencia Mal.

El musculoso suelta un quejido.

Ya despiertos todos en la habitación, la chica-energía inacabable se levanta dispuesta a seguir con su recorrido de despertar gente.

-Los espero en el salón de baile. No se tarden -indica antes de abandonar la habitación frenéticamente.

Ya sin ella en el lugar todo vuelve a un silencio y tranquilidad.

Bostezo. Aún tengo algo de sueño pero ya no podré dormir y, si lo hago, estoy seguro que Mal sería capaz de lanzarme todo un balde con agua helada en la cara.

Jay se vuelve a cubrir con las sábanas y se gira, lo que aprovecho para acercarme a mi novio.

Coloco mi cabeza en su hombro. Mi brazo sigue sobre su cintura. Escucho su respiración lenta y siento su calor. Es una sensación reconfortante que nunca imaginé que existía. Muchas veces me pregunto si sabrá cuan feliz me hace.

Sheld reacciona a mi tacto y coloca su mano sobre la mía. Un deslizamiento suave y placentero de sus dedos sobre el dorso de mi mano hasta que éstas se entrelazan...

Puedo durar así mil años y nada me importaría...

Pasamos así unas cuantas decenas de minutos. Su contacto cálido y sus ronroneos constantes y tiernos ya casi me eran indispensables para estar tranquilo. Bajo las sábanas me toma de la cintura y me acerca más a su cuerpo hasta sentir nuestras respiraciones chocar.

-Hoy es el día -susurré suave en el oído de mi chico-gato rozando la piel de su brazo de arriba a abajo con las puntas de mis dedos como si se tratase de mi tesoro más valioso (que en verdad lo es) - ¿Estás listo?

-Aun quiero dormir -ronroneó enterrando su puchero en la almohada.

«¿Cómo puede ser tan tierno en todo lo que hace?» pensaba todo el tiempo.

-En algún momento tendrás que levantarte de esta cama -me burlé. Tratándose de dormir, sheld era un caso complicado, podía permanecer horas dormido como podía mantenerse despierto por días y noches enteras.

-No mientras estés aquí -contestó. Levantó su rostro hasta juntarlo con el mio y darme un pequeño y tierno beso en los labios que al instante hizo presente mi sonrojo.- Tu eres mi mundo, solo te necesito a ti...

Su sonrisa se perdía en la oscuridad de la habitación, al igual que mis mejillas sonrojadas, pero puedo imaginarme cuan bella era esa sonrisa sincera como la que me dedicaba tras decirme "te amo", eran un nuevo mundo de sensaciones.

Me levanté un poco más y me acomodé para quedar más sentado en la cama y así poder abrazar más cómodo por los hombros a Sheld.

Le di un beso en la frente y lo dejé dormir más entre mis brazos.

Después de una hora, el sol comenzaba a salir y los rayos de luz se entrometian por las ventanas cuyas cortinas Mal había corrido antes.

La luz matutina era siempre la peor, o al menos eso decía Sheld cada que la intensa luminosidad a primer hora del día le espantaba el sueño y le obligaba a abrir los ojos y levantarse.

El amanecer se observaba hermoso desde mi cama, a través de la primer y segunda ventana de la habitación. Tras los árboles del bosque y más allá de todo, una gran esfera de un naranja brillante iba ascendiendo hacia el cielo en un movimiento lento y preeminente.

Tan bella vista aún así, no se comparaba con la de Sheld en mis brazos removiendose bajo las sábanas intentando frenar la entrada de luz a sus ojos. Sus orejitas se movían y se contraían dándole un aspecto tierno e indefenso. Claro, nunca podría decir eso en voz alta si quería mantener mi integridad física intancta.

-Tortolitos -nos llamó Jay colocándose a un lado de nuestra cama. No había notado el momento en que se había arreglado y ya estaba listo para salir.- Los esperaré allá en el salón. Cualquier cosa que hagan... -hizo una pausa, tal vez recordando cuando nos encontró solos y semidesnudos. Agitó su cabeza acompañándolo de un "ew!"-. Lo que sea que hagan... Sólo no se acerquen a mis cosas... Y mi cama está prohibida ¿ok?

Sin esperar respuesta, salió de la habitación. No pude contener una carcajada ocultando mi, seguramente sonrojado, rostro entre los cabellos negros de Sheld.

Tenía que pensar en algo para que Jay se quitara esa imagen de nosotros de su cabeza, después de todo no hemos hecho nada siquiera...

Volteé la vista una vez más al calmado rostro de mi novio. Tan cercano, quería devorar esos labios tan dulces y suaves que tantas emociones producían en mi.

Le deposité un último beso en la frente para después acompañarlo en su idea de dormir un rato más. Después de todo necesitaríamos mucha energía para el baile esta noche...

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Hola nuevamente 😁,

Si, lo sé, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualicé pero por fin he vuelto a escribir y pude terminar este capítulo. Una disculpa por la tardanza😬.

Espero que les haya gustado y les agradezco su paciencia y que continúen leyéndome. En verdad gracias porque ya hace tiempo que superamos las 20k lecturas!!! 🎉😱😄🎆🎊✨. Nada de eso sería posible sin ustedes y todo su apoyo.

Por último, quiero saber sus opiniones, sus ideas, críticas y todo lo que me quieran decir pueden hacerlo en los comentarios o enviarme un mensaje privado. Quiero saber si aún les gusta la historia y si les gusta por donde va, así que...

Comenten, voten y, de nuevo, mil gracias por leer,

D.

Pieles y coronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora