—Toma, bebe esto —La enfermera me dio un vaso de cristal con una pócima cristalina violeta que acababa de preparar frente a mis ojos.
Pasé saliva. No tenía muy buenas experiencias con la magia curativa pero todos insistían en que era lo mejor para mí.
—En verdad me siento bien. No hay necesidad de…
Ben me interrumpió tomando mi mano y mirándome suplicante.
—Carlos, por favor. Es por tu bien —hizo un puchero—. Anda, tómatelo.
Miré la pócima en mis manos. Era asquerosa. Ojalá y no sepa cómo huele. Contuve la respiración tanto como pude y me tomé toda de un trago.
Ugh.
Casi vomito. El sabor era realmente asqueroso.
Sentí como las burbujas pasaban por mi garganta hasta disiparse por todo mi cuerpo en una sensación de cosquillas.
—Detesto la magia.
Ben se rió por lo bajo y yo lo miré mal, cosa que no hizo más que darle más gracia al castaño.
—Eres muy tierno cuando estás molesto ¿Lo sabías? —dijo repentinamente.
No le contesté nada. No quería dejar espacio a que creyera que sus cumplidos espontáneos me causaban sentimientos. No merecía saberlo. No merecía que mi cuerpo reaccionara ruborizandose… pero no lo podía evitar.
—Ven, vamos a desayunar—me dijo tomándome ligeramente del hombro—. Invité a Mal, Evie y Jay a comer con nosotros. Pensé que así no te sentirás tan incómodo como ayer en la cena.
Asentí con la cabeza y lo seguí hasta el comedor.
En verdad agradecía que no volviéramos a estar solos él y yo a la mesa, y también extrañaba a mis amigos, hacía tres días que no los veía, pero empezaba a creer que Ben intentaba hacer que me quedara a vivir en su castillo.
Tras mi "accidente" él estaba siempre junto a mi, sin dejarme un momento de intimidad. Literalmente, cada maldito momento estaba pegado a mi y eso comenzaba a estresarme un poco.
Nos sentamos a la mesa en espera de que trajeran el desayuno cuando las puertas de madera tallada se abrieron ruidosamente, casi como si se resquebajaran.
«Ese es Jay» pensé.
Y en efecto, eran mis tres amigos que venían con ropa cómoda: shorts, camisetas de polo, zapatillas y una gran sonrisa en la cara.
—¡Buenos díiiias! —canturreó Evie.
Corrí a saludarlos con un abrazo a cada uno.
—¿Es viernes casual o por qué están vestidos todos así? —pregunté curioso.
—¿Ben no te lo dijo? El rey de Auradon, es decir ese rubiecita de allí, nos invitó a jugar un partido de Criquet —anunció orgullosa Mal.
—Oh, no sabía nada…
—Te hubiera dicho si no hubiera tenido que pasar una hora rogándote para que te despertaras, y una más para que te tomaras tu medicina —se excusó Ben.
¿En serio? Ahora se hacía el carismático. Quería escapar ya de ese maldito palacio de ensueño.
—Pero eso será más tarde. Ahora vamos a comer.
—¡Si! Cielos, estoy tan hambriento que podría comerme hasta un dragón entero —bromeó Jay haciéndonos reír a todos.
—Pues bien ¿Que esperamos?
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Pieles y coronas
FanficLa vida de Carlos nunca ha sido un cuento de hadas. Ahora tiene una nueva oportunidad para rehacerla fuera de la isla. Ser bueno, es la parte difícil. El mundo es muy distinto aquí y si creías que los villanos eran malos, deberías conocer a la reale...