1. Alma Frágil

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— El alma necesita desahogarse, todos esos pensamientos en tu cabeza  no son buenos.

— ¿Quien e-está ahí? –grité exaltado al darme cuenta de la presencia de alguien más– ¿Q-quien eres?.

— Tu herida se abrió– apuntó a mi muñeca derecha.

Lo había visto antes en la isla junto a Murdoc, debe ser un pirata más que se desentendió o desentenderá con él, siempre es así hasta yo pasé por eso.

Se acerca y extrañamente no me alejo aunque de verdad al principio tuve la intención. Toma mi muñeca ensangrentada y quita el pañuelo que puse con fin de parar el sangrado.

—  ... ¿Estaba limpia la navaja?.

— Yo no fui, yo-yo no me corté ...

— Eso lo sé tranquilo – dijo viendo la sangre escurrir– Lo que no sé es si la navaja estaba limpia, oxidada o ...

— ¿Me crees?.

Todos piensan que intenté suicidarme, creen que soy un cobarde y tienen la razón lo soy por eso jamás tendría las agallas para hacerlo.

— Sí, ahora dime el estado de la navaja.

— N-no lo sé –  luego de responderle levanta un poco la mascara de gas que usa dejando ver sólo su boca– ¿P-por qué no te la quitas?.

— No creo que quisieras ver a los ojos a un demonio– dice acercando su boca a mi herida.

— ¿D-demonio?

Boogieman.

... Él es el demonio del que habló Murdoc.

— ¿Q-qué haces? – no responde y bebe la sangre de mi muñeca – ¿Q-qué... ¡Ah!– grito al sentir que succiona– ¡Aleja-te!.

Estoy mareado.

— Yo también lo estoy.

— ¿Q-Qué? –pregunté quedando inmovil.

— Tus pensamientos  me marean ...Tranquilo –sonríe– ya esta listo, el sangrado parara por unos minutos, mientras hay que vendarte.

— ¿Q-qué eres?.

— Ya lo sabes.

—  ¿Por qué haces esto?–pregunto un poco mareado por la perdida de sangre.

— ¿Qué recuerdas al momento de cortarte?.

Seguro que si estuviera en mis cinco sentidos no respondería y me alejaría pero mi boca habla por sí sola como si alguien más le dijiera que esta bien hablar con el demonio del que tanto Murdoc odiaba y temía.

— Había una sombra ...yo no me podía controlar, no era yo.

— Pero si sentías las ganas. Es muy fácil influenciar un alma desamparada Stuart y tu alma lo es.

— T-Tú ... ¿Que estas diciendo? ¿Un demonio me hizo esto?.

— Yo te hice esto.

«Jamás confíes en ese demonio»

¿Pero que estoy haciendo?. Este sujeto es peligroso.

—  ¿De verdad vas a seguir un consejo de Murdoc?.

— ¡Deja de hacer eso! – grito, tengo miedo, estoy atrapado con él y Murdoc no vendrá a ayudarme.

— Tú lo haces, eres muy frágil Stuart cualquiera puede aprovecharse, yo intento no hacerlo pero es mi naturaleza...

ConfidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora