— ¿Qué estas diciendo?.
— Pa-parece que tendré que bajar para que me escuches –digo intentando tener una sonrisa en el rostro. No estoy seguro si podré seguir.
— ¡Hey! –me llama y mis ojos regresan a él – ¿que mierda te crees niñato? –dice Murdoc recuperando la compostura de siempre levantando su puño, al instante, no se porqué, vuelvo a sentirme seguro y una verdadera sonrisa aparece e mi rostro– ¡ya vete a domir que el panorama se tornará algo inadecuado para ti niño!.
— Así que tenía razón – digo más para mí que para él. Murdoc levanta los hombros y prosigo– ¡Te ves bastante desesperado Abuelo! Seguro que para ahorrar tiempo ya te tomaste la pastilla azúl y ahora tus putas no llegan –grito y me muerdo el labio aguantando una risa.
— Estas de humor hoy día Stu-pot –se cruza de brazos– Y bastante atrevido también. Pero... –lentamente deja de hablar y su vista se desvía al lado derecho, la feria está allí– ¡Seguro no dices lo mismo cuando estés al frente mío! –Grita antes de que mire lo que llamaba su atención – ¡Ven aquí cobarde!.
— ... Si bajo tendrás que presentarme a una de las cuantas que estas esperando.
— ¡Ni de coña! –dice desviando la mirada a la derecha– ¡Ya baja cobarde!.
— ¿A quien le dices cobarde? Ya vas a-.
— ¡Deja de hablar y empieza a actuar imbécil!.
No respondo y me doy la vuelta para salir del balcón, mis los latidos acelerados son constantes y aunque ya no sienta su mirada siguen así ¿Qué acabo de hacer? ¿Qué acabo de decirle? No estoy seguro sólo sé que se sintió bien.
Camino a paso apresurado y pero desacelero cuando al sonrisa en mi rostro que se borra al recordar mis preocupaciones.
¿Realmente está bien lo que hago? ¿No debería intentar odiarle?.
No, ya dije, él no es importante, si espera a que amargue mi vida por su culpa le daré todo lo contrario, disfrutaré aquello.
Ya no me importa nada.
Debí haber hecho esto del principio ¿Qué Esperaba? Es Murdoc, no puedo querer que sea alguien atento y de emociones cundo ni de cerca esta de serlo. Lo único que debo hacer para convivir con él es no tomar nada en serio, es lo mejor.
No me debe importar lo que haga, como el que vaya a traer a mujeres, porque son sus asuntos, no deberían interesarme.
Aun así... ¿Qué estoy pensando? Suelto el puño que había formado y suspiro.
Dije que no me importaría nada de él, así lo haré y así lo quiero, por eso es que no entiendo porque deseo tanto que quien, o quienes, espera Murdoc no lleguen.
Tengo las ganas de alargar este momento lo más que pueda, hablando, solo hablando sin preocupación.
Entro al ascensor y veo mi reflejo difuso.
«—Me gustas.»
Viene a mi mente aquella frase sin que pueda entender ¿Por qué recuerdo eso ahora?.
— No pienses 2-D.
Juego con mis manos e intento mantener mi mente en blanco pero no puedo.
Me tengo que tranquilizar, algo como eso no pasará de nuevo, ya no le creeré, no voy a tomar ninguna de sus palabras en serio.
Paso mis manos por el rostro y apoyo mi espalda en el ascensor hasta que se abren las puertas dejando ver la arena rosada. Salgo de ahí y comienzo a caminar sintiendome extrañamente nervioso.

ESTÁS LEYENDO
Confidente
Fanfiction«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra