"El limite del océano" donde el cielo y el mar se confunden para nosotros, apenas puedo darme cuenta si el limite es aquel o aquella linea de más arriba, quizás sea porque no tengo muy buena vista o porque simplemente para ojos humanos el límite no es posible de ver. Ni tampoco tocar o estar en él, al avanzar entre el océano nos encontraremos con lo mismo, hasta llegar a tierra ¿Y donde quedó aquel limite? No existe, es como una ilusión, como lo es él que ahora uno de mis ojos esté cerrado y el otro esté concentrado viendo mi brazo extendido, que toca el limite, la linea de más arriba, parece que lo tocara pero en realidad está bastante lejos de ser cierto. Como también, el hecho de que, desde tocar el horizonte ahora con mis dedos aplasto la cabeza diminuta de Murdoc, que se encuentra abajo en la playa.
— Oh no 2-D no lo hagas –digo imitando su voz– Oh lo siento Murdoc, pero no hay más cabezas que aplastar por aquí. Pero allá está Cyborg. Sí, pero, prefiero aplastarle la cabeza a un hijo de puta. 2-D. noo... Muere mald-¿Qué estoy haciendo?.
Dejo mi mano caer en el barandal del balcón y me apoyo en él.
— ¿Acaso me estoy volviendo loco o estoy muy aburrido?–apoyo mi cara en mi palma y veo como Murdoc camina de allá para acá ¿Estará esperando a alguien?– Como no volverse loco con ese imbécil.
Desearía poder de verdad aplastarle la cabeza y que se quede quieto de una vez que me pone bastante ansioso ¿Qué mierda espera? No son Jamie ni Damon, está claro.
— ¿Prostitutas? –Susurro y veo a otro lado.
Seguro es eso.
Vuelvo a verle y ahora con más rabia aplasto su cabeza que no deja de moverse.
— Que estúpido.
Aunque si de verdad pudiera aplastarle La cabeza ¿Lo haría?, no, aveces hasta me siento mal por aplastar insectos inocentes... Pero ese insecto de allá abajo que no para de dar vueltas no tiene nada de víctima ¿Si tuviera la oportunidad de matarlo lo haría? ¿Apretaría el gatillo si tuviera un arma direccionada a su cabeza?.
No, no soy capaz de matar a nadie ¿Qué estoy pensando?.
Aunque... Todos mis problemas, cada uno tiene relación con él, si ya no existiera puede que podría comenzar a vivir en paz, si el arma estuviera en mis manos tendría razón para hacerlo ¿No?.
Miro mi mano y luego a Murdoc, quien por fin dejó de caminar y se sentó en el suelo rosado.
«— Pasas tirado en la arena –Dice Murdoc de pie viéndo hacia abajo– ¿Sabes que hasta la arena es de plástico?.
— Mm sí, me lo dijiste una vez cuando estabas medio borracho y no parabas de hablar.
— ¿Entonces? –pregunta como si algo fuera obvio que no tiene ni que decirlo – ¿No tienes miedo de contraer algún tipo de enfermedad en ese plástico sucio?.
¿Acaba de demostrar a que se preocupa por mí o me lo imaginé?.
— Es suave este plástico sucio –digo con una sonrisa que se ensancha en mi rostro.»
— Plástico sucio –Murmuro.
¿Por qué te sentaste en él si es tan tóxico como dices?.
Niego y miro hacia otro lado.
Tengo que recordar que todo aquello era falso, no se preocupó por mí, solo jugaba. Por más que trate de mantener ese pensamiento presente no puedo retenerlo.
Si el arma estuviera en mis manos aunque tuviera mil razones no sería capaz de hacerlo, aunque de verdad mi vida dependa de ello, no podría.

ESTÁS LEYENDO
Confidente
Fanfiction«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra