72. Mañana

168 16 2
                                        

— Es mi culpa.

—  T-tu culpa...

— Lo siento –susurró sin afirmar, sin negarlo.

—  ¿A-alguien te amenazó?–preguntó mi voz por si sola, luego de momentos confusos en los que intenté llegar a pensar en una excusa, en un escape.

— Creo que es mejor hablar más tarde –al fin habla.

¿Pero por qué? ¿Qué lo que tiene que decir? ¿É-él está escondiendo algo? ¿Por qué?
...

¿Por qué se ve así de culpable?

— ... ¿Qué es lo que sucede Murdoc?.

— Vas a arrepentirte –susurra pero aún así soy capaz de escucharlo.

¿Q-qué?

—... ¿Acaso ya habían amenazado con hacerle daño a mis padres?... –cuestioné directamente intentando llegar a algún lado en este casi  monólogo. No respondió– ¿Por qué...

— Tenía que mantenerme alejado –dijo mucho después sin realmente responderme y yo estuve a punto de callarle o de pedirle ir hablará verdaderamente de no ser porque sus siguientes palabras me dejaron aturdido– Si estoy contigo estás en peligro.

¿Pero por qué? ¿Por qué estaría en peligro? Me pregunté sin ser capaz de aún por la conmoción y confusión mezclados.

— Te amenazaron –hablé sin necesitar su afirmación– ¿P-por qué no me lo dijiste?

— ¿Como es que iba a decírtelo? –dijo de pronto con una sonrisa irónica que me trajo escalofríos.

Mis ojos se cerraron por inercia de inmediato, no puedo evitarlo cada parte de mi cuerpo demuestra lo único claro que tengo en mente "no quiero estar aquí".

Él... él lo está haciendo de nuevo.

— ¿Cómo iba a decirte que alguien amenazó con hacerte daño? –preguntó con cierta diversión escuchada atráves de aquellas palabras, si no hubiera visto su expresión momentos antes, pensaría que lo menos que está sintiendo es culpa– ... No quería hacerte pasar por esa carga, ni por ese miedo... Por eso me alejé.

— ¿Por qué no me dijiste? –repito la pregunta con los ojos aún firmemente cerrados. No puedo abrirlos porque ríos de tormentos abrazan mi cuerpo, mi rostro mi cuello, mis pulmones son presionados por una sofocante tristeza.

— No podía hacerlo, decírtelo hubiera sido solo un problema más.

Esto no es verdad. Él no puede estar hablando en serio, N-No ...

Una tristeza mucho más fuerte que cualquiera que haya sentido, una tristeza acumulada que revive cada herida, hasta las que había olvidado.

¿Qué es esto? ¿A-acaso volví a Plástic Beach? ¿Acaso ha pasado el tiempo desde que llegué a esa isla? ¿Po-por qué...? ¿Por qué pareciera como si no hubiéramos avanzado nada? ¿Fue todo una ilusión?

Pasó otra vez...

Excusa tras otra, ha dejado de lado todo lo que somos otra vez, nos ha vuelto a traicionar, otra vez... No ¿Si quiera alguna vez se ha esforzado? ¿Ha tenido esperanza alguna vez? ¿Por qué dijo para siempre si jamás lo creyó?

Él jamás creyó en mí.”

Todo esto es un caos sin forma de volver a la normalidad, no tengo idea de que pasará, qué dirá, solo sé que Murdoc nuevamente nos está llevando a un lugar oscuro y confuso, un lugar sin futuro, un loop profundo donde sin ayuda no se puede salir.

ConfidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora