Confidente

58. Colapso

Holi c:

Sip, lo sé, no subía capítulos hace mucho tiempo perdonenme :c de verdad lo siento, no tengo excusas solo que  mi carrera me consume xd y lo que no alcanzaba a consumir la flojera lo hacía, lo sé, lo sé, soy lo peor ಥ_ಥ  pero bueeeno ya no importa, he vuelto e intentaré estar más activa.

Okaay ya no los molesto más ahora vayan a leer mis queridos c: (el cap seguro necesita más edición pero ya me estaba dando sueñoxd)

Pd: si sigues leyendo esto te loveo.

Pd2: get ready c:

Se despide
Su servidora❤

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Negué y negué, lo volví a negar muchas más veces, incluso cuando todo indicaba que lo que yo estaba negando era cierto.

“Esto no puede ser en serio”.

Pensaba que en algún momento él llegaría y daría cualquier tipo de excusa para detener todo, para que volviéramos a estar juntos, para que siguiéramos con aquella calma cálida en Plastic Beach, esperé por cualquier excusa, hasta la mas estúpida hubiera aceptado con tal de que volviera a comportarse como antes, esperé pero nada sucedió.

Ah... Perdón, necesito tomar un poco de agua... Ya.

Dolía tanto, dolía ver a la persona que amas y no poder hacer nada, no ser capaz de hacer algo, por el miedo de romper la ilusión, o de terminar decepcionado verdaderamente. No podía aproximarme a él a pesar de estar tan cerca, Murdoc no dejaba que me acercara.

Pero tú ya sabes, yo estaba enamorado... Salir dañado con tal de verlo no me importaba. Eran como grandes batallas perdidas donde la mayoría de los soldados mueren, me acercaba a él, le hablaba, tirando todo tipo de estrategias pensadas por horas, estrategias que aunque hubieran estado bien planeadas jamás cumplieron con su objetivo, hacerlo regresar, que dejara de ser tan distante, que dejara  de tratarme como si no fuera nadie, como si fuera insignificante. Eran batallas perdidas, pero no la guerra, me decía para subir mis ánimos, ignorando el hecho de que casi todos los soldados ya habían muerto y no quedaba nadie que pudiera pelear.

Perdí a la persona que amaba y con ello me estaba perdiendo a mi mismo, de cierto modo lo sabía, lo sabía mucho antes de haberme dado cuenta de que tenía depresión o que el doctor tuviera que confirmarlo frente al mismo Murdoc, lo sabía solo que quería hacerme el fuerte, quería que él aun viera lo mejor de mí, que volviera a amarme.

Murdoc muchas veces se excusó con que lo que teníamos no era sano para mí, una estupidez, lo insano fue darle el mundo a alguien y luego arrebatárselo al día siguiente. Pero él era injusto y jamás lo vio así, parecía alegrarse al darle en la razón con mi nuevo diagnóstico.

Sí, lo sé, cada detalle, perdón, ya me estoy adelantando de nuevo...

Cada vez era mas difícil y el tiempo no se compadece de nadie aunque llore.

El “aun podemos arreglar las cosas” se hacía cada vez mas difuso, los días pasaron y la realidad me golpeó en la cara. Había llegado el momento de abandonar Plastic Beach.

Veía todos los objetos guardados en cajas, todo empacado, incluso mi ropa, veía como estábamos a punto de comenzar con el fin, dejar en el olvido algo que  ya parecía indispensable, la compañía del otro. Veía todo aquello pasar lentamente frente a mí, pero no fue que reaccioné hasta que la mudanza llegó a la isla y vi como Murdoc ayudaba a llevar las cosas hasta aquel barco.