— Todos están bien.
— Es bueno saberlo, gracias –respondo sinceramente y luego de eso corto la llamada.
Voy a la cama pero no intento nada, se qué no podré dormir, ya solo me recuesto, y así las horas pasan y pasan dándome la razón.
Otra vez, otro noche más en la que apenas he dormido. El sol ya está saliendo y yo solo he dormido unos cuantos minutos desparramados.
Había pensado en que un "descanso" de la gira me ayudaría a regular mi sueño otra vez pero no, no ha funcionado, así que definitivamente tendré que medicarme. No sé si podré aguantar más días así sin colapsar.
Creí que podría evitar la medicación, quería hacerlo, las migrañas me han vuelto y no quiero pasarme en la dosis de pastillas para dormir, una preocupación aún más estúpida que antes ni siquiera tenía...
No, definitivamente ya no podré dormir.
Me siento en la cama y veo hacia el exterior atráves de la ventana frente a mí. De frío a cálido pasa el cielo cuando finalmente el sol se alza, unos cuantos minutos le toma o quizás una hora, no se realmente porque todo ese tiempo me quedo viendo aquello frente a mis ojos.
Veo las casas y unos cuantos edificios, los cuento y corroboró que no son demasiados, lo superan las colinas y los árboles, hay un bosque a lo lejos, realmente es un lugar tranquilo, bastante irreal. Y solo cuarenta minutos me tomó está vez.
Escucho el canto de los pájaros y cierro la ojos un momento hasta que escucho algo más, tengo hambre.
— ¿Había servicio a la habitación? –me pregunto mientras termino de cambiarme la ropa que llevo usando hace dos dias– creo que no había.
"Claro que no había servicio a la habitación, esto no es un hotel tonto" me regaño y agarró las llaves junto a la billetera para salir de allí.
Camino por el pasillo, con los tablones de madera crujiendo bajo mis pasos hasta llegar al lobby y encontrarme a la señora dueña del lugar ordenando y limpiando ella misma.
— Buenos días –le saludo para llenar un poco el vacío de mi tiempo.
La mujer saluda y me comenta el menú completo de desayuno, dice que el clima está muy bueno y que hoy será un día especial, pero yo no lo veo así porque no vivo aquí o porque ya no me emocionan las cosas buenas.
Veo las nubes como cualquier otras, respiro el aire y solo siento la frescura de la brisa de ayer, la misma de ayer, vuelvo a ver los bosques a la lejanía, escucho a unos cuantos pájaros cantar pero no es nada especial, nada que no haya visto o sentido ya.
Tomo asiento en una de las mesas de la terraza y espero a que la señora traiga el desayuno.
Una canción de buen ritmo suena en la radio, pero está canción ya la he escuchado antes.
Un día especial, ya no lo creo, solo es un día más.
La canción acaba y confirman la hora 10 am, Cómo ya es costumbre marco al mismo número que llamé ayer a la misma hora.
— Señor Stuart buenos días –me saludan antes de que siquiera yo hablé.
— Buenos días oficial –saludo y luego de un suspiro decido perder mi tiempo en formalidades, de todas formas no tengo nada que hacer– Veo que ya me tienen registrado
— Así es, aunque no es necesario, usted siempre llama a esta hora.
— Perdonen, no quiero ser una molestia pero...
— No, no tiene que disculparse de nada –dice al instante– es más que entendible, y lo siento Señor pero nuevamente no hay ninguna novedad.
— Ah... Lo entiendo.
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Confidente
Fanfic«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra