Ho-holaa c: did u miss me? He estado ocupada, pero no piensen que me he olvidado de esto!.
Así que ahora amenme, odienme y lean los dos capítulos recién salidos del horno.
Gracias por leer, les adoro <3
......
Pt1
——————————————————
En shock, sí, esa era la frase correcta para describir mi comportamiento luego de que Murdoc pidiera un tiempo, lo que en realidad de mala forma se fue traduciendo a “no quiero estar más contigo, ya me aburriste” y aunque desde el principio supe que significaba eso, hasta el último momento, me quise aferrar a la idea de que su lejanía tendría fin.
O que era una broma, un malentendido.
Pasaron días y yo seguía sin reaccionar, no hacía nada al respecto, estaba inmóvil por el miedo, por el desconcierto, todo lo que sucedió no lo sentía real y aunque pasara más tiempo seguía sin sentirlo como si de un sueño se tratase.
Había pedido tiempo y se lo estaba dando, quizás no conscientemente porque ni siquiera asimilaba lo que había sucedido.
No podía creerlo porque todo fue tan repentino, porque no me di cuenta a tiempo que algo sucedía o peor que cuando sucedió yo estaba a miles de kilómetros. De unos días a otros Murdoc había cambiado, alguien totalmente nuevo estaba frente a mí.
Era como un sueño, pero no desperté, el sueño lo único que hizo fue transformarse en pesadilla.
Las cosas empeoraron...
— ¿Quieres parar Stuart? –pregunta la persona frente a mí– te ves cansado.
— Solo quiero terminar ya esto ... Estoy harto de hablar de lo que pasó– confieso y sus pasos avanzan hasta mí como respuesta.
— Entonces sigue, y terminalo.
Miro unos segundos al suelo debajo de mis pies y mis palabras comienzan a arrastrarse contra la corriente.
— La-las cosas empeoraron y... Llegaron a lo que ya sabes.
— No –bufa y comienza a negar lentamente– no.
— ¿Q-qué sucede?.
— Quieres terminar esto luego –se pone de pie– hazlo pero contando todo.
— Pe-pero no es relevante...
— Stuart ¿no quieres recordar lo que sucedió luego?.
— Y-yo no-.
— Stuart –pronuncia con reproche y lo único que hago es bajar la cabeza nuevamente– ¿Por qué quieres resumir todo de pronto? No es porque quieras terminar ya esto –se queda en silencio unos cuantos segundos esperado que yo responda.
Lo sé, aunque quiera negarlo, lo sé, sé que es lo que hago.
Sigo mirando mis pies en silencio, estoy avergonzado, no quiero admitirlo.
— Yo te diré porqué –prosigue al darse cuenta de que no le responderé– no quieres recordar lo que sigue, porque quieres quedarte con el Murdoc bueno, estas dudando –recrimina y no digo nada, es una pérdida de tiempo intentar mentirle a alguien que prácticamente sabe lo que piensas, por eso me quedo callado con la vista en el suelo.
Lo sé, es estúpido que aún ahora siga aferrándome a él, que quiera creer en la persona que alguna vez fue. Cuando comenzó todo esto, cuando comencé a contar cada cosa que pasó junto a Murdoc, sabía que había una etapa, dos meses o semanas, que podrían hacerme cambiar de parecer con solo recordarlas, no quería llegar a ellas.
— Llegaste a ellas –se alza una voz siguiendo mis pensamientos – ahora te falta llegar a lo que sigue, estoy seguro que cambiarás de opinión otra vez.
— Yo...
No quiero hacerlo.
— Mira Stuart –camina nuevamente y llega a mi lado– si te sientes cansado –sus manos heladas llegan a mis hombros– te he dicho que puedes descansar.
Mi vista sube y se encuentra con aquella mascara.
Mis ojos siguen sus movimientos, se agacha hasta mi altura mientras, sostiene con mas fuerza mis hombros.
— Dijiste que querías venganza, que querías odiarlo.
— Pero.
— ¿Pero? –dice con un tono extrañamente cálido y una sonrisa se escapa de mis labios por aquel pequeño gesto, ni siquiera tengo que decirle lo que me sucede, ya lo sabe.
— Quizás –sale aquella palabra y cada cosa se va rememorando un instante, una pequeña luz, algo bueno entre todo lo malo– quizas lo mejor sea que me aleje de él, olvidar todo, recordar lo bueno-.
— Stuart.
— Y-yo no soy así, no soy como él...
— Y es por eso que Murdoc te ha tratado como un juguete, no eres capaz de defenderte.
— N-no qui-ero hacerle daño a nadie –niego.
— Él te lo hizo a ti.
— So-lo quiero estar tranquilo –admito sin contener mi voz debilitada– n-no qui-ero más.
— Después de todo lo estarás.
— Pe-pero no quiero volver a enfrentarlo, y-yo no-no quiero verlo –un quejido tembloroso se desliza por mi garganta y mis ojos comienzan a humedecer, no tengo energías como para controlarme y evitar volver a llorar como un niño desconsolado, es por eso que al tan solo sentir una caricia helada en mi mejilla todo lo contenido se escapa.
No quiero recordar que la persona que me hizo más feliz terminó haciendo totalmente lo contrario.
— Te mentías –escucho su voz grave que de una extraña forma en vez de asustarme me envuelve en calma, apesar de que lo que dice no quiero escucharlo– que hasta a mí me engañaste un poco –su otra mano llega hasta mi mejilla, sostiene mi rostro– diciendo que tu amor por él ya estaba desapareciendo –seca mis lágrimas.
— Sun –susurro hipeando.
— Lo sigues amando de la misma manera –suelta aquella frase que oprime mi pecho y me hace sentir cada vez más patético– por eso ya no quieres vengarte, no quieres que sufra su lección porque no quieres hacerle daño ¿Cierto? –pregunta sin necesitar la obvia respuesta, asiento de todos modos.
Sus manos regresan a mis mejillas de manera protectora, obligándome a verle, a enfrentar la verdad.
— Entiendo completamente lo que sientes, que quieras recordar lo bonito y alejarte para no arruinar esos recuerdos, pero Stuart, hay algo que se te olvida, el tiempo pasará y Murdoc regresará de nuevo, siempre lo hace ¿no?.
La realidad me golpea, por un momento contengo la respiración porque sé que es cierto.
— Todo comenzará de nuevo, aunque no lo quieras, desees ya terminarlo, él volverá y jugará de nuevo contigo. Esto no se acabará si te quedas de brazos cruzados.
— ¿Y si esta vez no regresa? –pregunto torpemente.
— Tú sabes que lo hará –se aleja y vuelve a sentarse donde estaba originalmente – y jugará contigo porque...
“Me encanta verte sufrir”.
— Exacto.
Cierro mis ojos por un momento, cada sentimiento lo recuerdo y vuelvo a sentirlo, sus labios dulces sobre los mios, aquellas caricias, sus palabras y cuando todo aquello pasó por mi cabeza obligo a mi mente a recordar que cada cosa que hizo fue actuada, nada fue legítimo, lo fingió todo porque él ama jugar conmigo.
Jamás me me amó, jamás existió.
— Mi mente estaba solo centrada en aquella conversación –vuelvo a contar como si nada hubiera pasado y las últimas horas donde dudé y recordé todo su amor jamas hubieran pasado, en realidad nunca sucedieron– en toda aquella situación y esto no me hacia reaccionar, no podía creer que estuviera sucediendo de nuevo.

ESTÁS LEYENDO
Confidente
Fanfiction«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra