Confidente

37. Ahora

N/A:  Holaaa ^^  ¿Como les va la life? Espero bien , y si no, tienen mi ki a su disposición.

Ogh sentía que hace años no publicaba xd y creo que mi ultima actualización fue como hace una semana xd. Pss bueno por fin lo hice aunque no es largo a como los estaba acostumbrando ヽ（´ー｀）┌

Bueno para lo que hice esta sensual nota era porque quería darles un aviso de utilidad pública; todas mis historias originales se fueron a Tazzxmania , por si no lo sabían, dejando esta cuenta para todo el salseo 7u7 (si quieren seguirme allá ps weno gracias, pero ahí no habrá nada de fandoms, solo cosas originales de mi mind).

Buen era eso, ahora eres libre de leer c: ponte cómodo y busca algo para comer, no muy dulce, no me gustaría que te diera un como diabético.

❤❤❤❤

(Pdt: en multimedia un sketch no terminado de su servidora #vivadibujaraltudibienfemenino).

★★★★★

Besos cortos y más profundos suben la intensidad, son sólo besos y ya estoy extasiado. Sin embargo aunque sean más acelerados, contradictoriamente siguen siendo igual de ligeros y Sutiles al igual que su tacto.

Un poco de necesidad, de la que ahora me doy cuenta.

Le gusto.

Una sonrisa aparece en mis labios y sin abrir los ojos una pequeña risa sale de ellos y luego una de los suyos, este momento es tan puro que creo estar soñando.

— No puedo creer esto –dice  con una gran sonrisa y dejándose caer suavemente arriba mio y deslizando sus manos fuera de mi cuerpo.

— ¿Quien creería esto? –cuestiono viendo sus ojos bicolor.

— Maldición, es una locura... – susurra y yo asiento pero luego de unos segundos ambos reímos.

Esto de verdad esta sucediendo ¿En que momento voy a despertar?.

— ...de un par de enfermos mentales – susurra sobre mis labios para luego nuevamente unirlos con los suyos en un corto beso.

— ¿Qué estamos haciendo? –le pregunto sin dejar de ver sus labios– ¿De-de verdad está pasando?.

— No sé, quizás estamos soñando –ríe.

— ¿De verdad te-te gusto? ¿Yo te gusto Murdoc? –vuelvo a preguntar sin poder quitar la sonrisa de mi cara, me siento como si estuviera drogado, no siento la realidad.

— Sí –susurra– no sé qué hiciste, pero sí, me gustas.

Cierro mis ojos y siento las caricias en mi cabello, no puedo describir lo que pasa por mí en estos momentos, lo único que puedo explicar es la enorme alegría, sigo sin creer esto.

— ¿Y ahora qué? –pregunto al abrir los ojos.

— Eh... No lo sé –habla pensativo– no pensé que llegaríamos a esto –dice y yo río– ¡Por satán!  al decir todo lo que dije hace unos momentos, no creí que dirías que te gusto...

— ¿De verdad? –pregunto un tanto sorprendido– pensé que al darte aquel beso en la playa fui bastante obvio... –me tapó la cara por la vergüenza– y con los demás también.

Nos besamos como unas cinco veces ¿Eso no fue obvio?.

— Sí pero... Antes de eso te hice una pequeña indirecta –se acuesta a mi lado.

— ¿Una indirecta? – pregunto sin creerlo.

¿E-él me dio una indirecta? ¿Qué?.

— ¿Cu-cuando?.