A los días siguientes cada resaca pasaba como agua cristalina sobre su cuerpo, las jaquecas no aparecían tan a menudo al darse cuenta que una delgada figura seguía a su lado.
En estas dos mañanas que había tenido cerca suyo, despertaba primero y se permitía mirar solo unos minutos a quien dormiría hasta tarde. Unos minutos que le recordaban como era vivir antes de que la banda se separara.
Años atrás habían mañanas como estas, donde despertaba y veía a 2-D durmiendo en el sofá del frente, o al lado de él en el suelo de alguna sucia alfombra, recordaba que casi siempre 2-D lo acompañaba, aveces también se sumaba Russel, pero Russ era un adulto más responsable que los dos, así que era él quien se preocupaba de acompañar a Noodle. Por lo que irremediablemente siempre pasaron más tiempo juntos, siempre tenían ideas o proyectos juntos, desde el exterior la relación que tenían podía verse como superficial, pero no fue así, apesar de las fáciles peleas y disputas, siempre encontraron una forma de salir de ellas y seguir creando y pasando tiempo juntos. En realidad todo fue gracias a 2-D porque él conocía a Murdoc, no se tomaba en serio las palabras duras que soltaba al aire y perdonaba muy fácilmente. Que se mantuvieran juntos por tanto tiempo fue todo gracias a Stuart y a su extraña misericordia.
Viendo a 2-D dormir tan tranquilamente a su lado le recordaba a aquel tiempo.
Habían pequeños destellos, de una enérgica y calida sensación, por momentos dejaba de sentirse solo, dejaba de culparse de todo, por momentos recordaba como solia ser él.
Pero esas sensaciones eran efímeras.
Porque aunque hubiera alguien a su lado otra vez, nada había cambiado. Aun nadie escogería pasar sus días cerca de Murdoc Niccals, incluso no lo haría aquel idiota que siempre le creyó.
El hombre temeroso, pero pareciendo indiferente no se acercaba a 2-D si no era con la excusa de beber. Pensó en usar otra excusa como la creación del album que nunca había planeado hacer, pero nada venía a su mente, en los álbumes anteriores tenía a otras tres personas para comparar ideas, ahora era solo él y 2-D, pero 2-D no quería escuchar nada de eso.
Su agresividad ya no era tanta como la del primer día en la isla, pero no por eso había dejado de ser hostil hacia el bajista. El cantante hacía caso en cada palabra, para evitar ofender a su secuestrador y ser llevado de vuelta a su habitación, aún así, su fastidio contra Murdoc no necesitaba decirlo, se mostraba claramente en su lenguaje corporal.
Antes 2-D reía muy seguido, antes decía lo que sea que se le viniera a la cabeza, antes hacía bromas tontas, antes buscaba pasar tiempo junto a Murdoc, ahora nada de eso lo hacía.
Sin decir una palabra y con el ceño fruncido acepta todas las botellas de alcohol que Murdoc le da, pero no dice palabras, se queda mirando a la nada hasta que el cansancio le gana y al fin es capaz de escapar del hombre egoísta en la tierra de lo sueños.
- ¿No quieres una devolución? -preguntó el demonio un día al ver las grandes ojeras no parar de crecer en la cara de Murdoc.
- ¿Devolución de qué?
- Stuart Pot. Podría regresarlo y traerte otra cosa.
- Crees que soy idiota, me pedirías algo a cambio de eso.
- ... De todas maneras tienes un Cyborg, puedes devolverlo tu mismo.
- No lo haré - sentenció el hombre al instante.
- ¿Por qué quieres mantener a alguien que ni te habla? ¿Lo necesitas para hacer música?
El hombre no respondió, no porque quiera ignorar al demonio, sino porque ni él mismo tenía respuesta a aquella pregunta.

ESTÁS LEYENDO
Confidente
Fanfiction«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra