67. De cenizas pt2

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...

- Al fin llegas -susurro contra la mesa en la que estoy apoyado al ver como un humo negro gradualmente me ha ido rodeando- lo siento, creo que desordené un poco.

Un poco, en realidad es un desastre, aunque bueno, luego de tirar cada cosa a mi alrededor, ahora estoy más tranquilo.

- ¿Dormiste algo? -suena su voz cerca de mis oídos.

Un poco.

Estoy tan cansado que ni quiera lo digo ¿Para qué hacerlo? él me escucha de todas formas.

- Si quieres puedes seguir durmiendo, parece que no descansaste.

No quiero seguir durmiendo, quiero acabar con esto de una buena vez.

¿Podemos seguir Sun?.

- Está bien -responde luego de suspirar.

Una sombra muy familiar avanza unos cuantos pasos y se sienta a mí lado, yo le sonrío.

- Cada vez falta menos -comento y mi sonrisa comienza a desaparecer- y yo no estoy seguro si seré capaz de hacerlo.

- ¿Por esta razón no podías dormir? -inquiere y una suave risa sale de mi boca.

- En parte -susurro.

- No tienes que preocuparte.

- ¿Por qué? -pregunto viendo cómo la neblina negra al fin termina de formarse para mostrar un cuerpo sólido, su máscara vuelve a aparecer.

- Porque te ayudaré a ser fuerte.

¿Eso es posible?.

- Los demonios pueden influenciar de buena manera.

Influenciar ...

- ¿Sucede algo Stuart?.

- ¿Donde iba? -cambio de tema y me acomodo en mi asiento.

...










Prendo el cigarrillo en mi boca y una calada pasa suave por sobre su silencio. Me permito verlo sin reproche, verlo al fin a los ojos, verlo cuando él me está viendo.

- Está bien -acepta y apenas reconozco a quien está frente a mí cuando luego de mucho tiempo él es el primero en bajar la mirada.

Una expresión muy parecida a la que ví esa noche a fuera del baño, la misma pérdida expresión que me obligó a dejar el orgullo de lado y volver a él en ese mismo momento, una tristeza tan extraña que no tiene cabida aquí, ni en aquella fiesta, no aquí, en un lugar lleno de gente.

¿Cómo nadie se da cuenta de esto?.

Las ganas de golpear a cada persona que ha hablado con Murdoc y no ha hecho nada casi nubla lo poco y nada que tengo planeado hacer.

¿Es que nadie pudo hacer nada?

"Tú no haz intentado nada en estos tres días" me reprendo.

Hacerle caso fue un error, pensar que respetar su decisión era un poco correcto fue un maldito error, ese un "poco correcto" solo quería tapar lo que me ha impedido moverme... El miedo.

"Vamos tu puedes" me repito al darme cuenta de que mi seguridad flaquea al verlo de tan cerca.

Se ve tan real que asusta, demasiado quizás.

Él deja de tocar el bajo por fin, rescatandome como siempre de mis pensamientos.

- Ten.

Y sin mirarme recibe el cigarrillo y encendedor en sus manos.

ConfidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora