Confidente

9. "Estupidez"

Miro el horizonte, algo capta mi atención, un lugar que desde esta mañana   es lo único que veo a través del ventanal, la feria.

Unos pasos detrás de mí me sacan del trance, no me doy la vuelta sé quien es. Sé que está aquí aunque haga parecer que no me he dado cuenta.

— Oye face-ache –habla– necesitamos terminar uno de los demos, los tarados llegan mañana temprano y ya sabes como es ese cantante de pacotilla.

— Tú puedes terminar alguno –me giro.

— ¿Quieres que yo cante? –Pregunta haciendo énfasis en yo y sentándose a mi lado.

— No hace falta, ya tienes algunas de mis grabaciones, además...

Me cayo antes terminar de hablar. Una cosa es ignorar y otra es ser odioso.

—  ¿Además?.

Es tu disco.

— Estoy cansando.

— ¿Ah? –pregunta como si no me creyera– ¿Cansado de qué? Si no haces una mierda.

— Tú tampoco –me pongo en pie con intenciones de ir a otro lugar.

— Perdón pero dejame informarte  que yo si hago-oye.

— ¿Mm? –repospondo ya dentro del ascensor.

— ¿Me dejas  hablando so-.

Las puertas se cierran y suspiro. Esto es más difícil de lo que creí. Antes no me era así de difícil ignorarlo, quizás era porque antes sólo lo hacía y no me detenía a pensar en ello.

Hace uno días dije que quería saber si Murdoc me quería, ahora que lo pienso suena raro, bueno ese no es el punto, el punto es que ya es mi amigo ¿no? Y si lo es debe quererme, los amigos se quieren supongo pero ... ¿Realmente somos amigos?.  En mi vida he tenido y sigo teniendo varios amigos pero a ninguno podría llamarlo cercano o mejor amigo, quizás podría hacerlo con Russ o Murdoc pero, ellos junto con Noods son más como parte de mi familia. No sé muy bien como es una relación cercana entre amigos, verdaderos amigos, así que no sé si yo lo sea con Murdoc.

¿Y como lo sabré?.

Realmente no lo sé.

Hace unos días que he estado pensando en hacer algo para poder saberlo, aún no se me ocurre nada y para hacer algo mientras pienso, he tratado de ignorarlo, he tratado porque de todas formas igual termino hablándole.

Murdoc siempre juega conmigo y las veces que lo ha hecho me hace darme cuenta de algo, lo quiero y me siento bien a su lado, creo que si llegáramos a dejar de ser amigos me sentiría muy mal, para mí quizás es como un hermano.

Yo debería hacer lo mismo con él, jugar. Estaríamos a mano no creo que esté mal.

— Murdoc –susurro. Ya ni siquiera estoy molesto, creo que mi  «enojo» duró apenas unos minutos. Pasaron dos o tres días desde que me di cuenta que ya no lo puedo odiar, quizás él tendría que hacer una atrocidad para que eso pase.
Me enojo mas bien conmigo por no poder enojarme más de unos minutos con él, pareciera que todo lo que ha pasado se me olvida o lo paso por alto, si que es una estupidez.

«— ¿Desde ahí ya te gustaba?.

— No aún –digo un poco nervioso– En esos momentos lo sentía como un...

— ¿Hermano? –preguntó en tono de burla– Stuart, no era estupidez, era enamoramiento.»