— Murdoc –dije arrastrando las vocales– Me... duele la cabeza.
Ambos estamos tirados en el suelo de la cocina, no sé como acabamos así.
— Agh callate –se dio la vuelta dándome la espalda.
Mi cuerpo se siente pesado, como si tuviera ladrillos encima y alguien quisiera taladrar los ladrillos arriba de mi cabeza.
— Murdoc –No tengo mis píldoras, ni sé donde están, no puedo moverme estoy seguro que si lo hago mi cabeza explotara– Mu-rd-.
— ¿¡Qué quieres!? –se incorporó fastidiado.
— No grites –gruñí con voz apenas audible.
— ¿Ah?.
Mis manos llegan a mi cabeza y mis ojos se cierran fuertemente. Hacía mucho que no tenía un malestar así, hasta había dejado de tomar pildoras.
— Mi... Cabeza–acabé de decir luego de un silencio.
— ¿Qué acaso nunca bebes?.
¿Beber?...
Verdad que ayer los dos...
— No es eso –esto es migraña aunque quizás sí, la resaca le suma dolor. Ya recuerdo porque no me gustaba beber tequila– necesito mis píldoras.
— ¿Pildoras?.
Agh.
— Las de mi migraña.
— ¿Donde están?.
— No sé... –respiré hondo.
— ¿Y como quieres que-.
— ¡¿Qué no puedes buscarlas maldito imbécil?! – lo interrumpo perdiendo la poca paciencia que tengo en estos momentos– ... Por favor.
Murdoc me queda viendo con la ceja alzada como si fuera un extraño, la paciencia se me va completamente cuando me duele la cabeza , ya debería estar familiarizado con esto.
— Si lo pides por favor...
Cierro los ojos y respiro profundo ¿Por qué mierda bebí tequila? Casi siempre me pasa esto aunque beba solo una gota.
Pero ayer bebí más que una gota.
Anoche perdí en una apuesta y por penitencia tuve que beber un vaso grande lleno de tequila, la apuesta era si es que Murdoc podía beber de un solo trago un vaso, también, lleno de tequila, lo hizo, pero yo no sé porqué quise la revancha, creo que está demás decir que volví a perder.
No debí haber aceptado, sabía que lo iba a hacer de todas maneras, Murdoc bebe alcohol como si fuera agua. No entiendo porque acepté esa apuesta, como tampoco entiendo el que haya querido una revancha ¿Revancha en serio? ¿Qué me pasa? Como diría Mudz mis neuronas se escondieron otra vez.
— 2-D ¿Donde mierda tienes tus pastillas? –gritó Murdoc a la lejanía, al ver que no respondía volvió a la cocina– Hey.
— En el segundo piso...
No dice nada mas, al parecer fue a buscarlas.
Agh, mi cabeza, es un dolor incesante que parece intensificarse a cada segundo, pero en realidad no lo hace solo sigue constante y no se va ¿Por qué bebí?. No tengo ninguna excusa coherente.
¿Por qué siempre hago todo lo que Murdoc quiere? Canto para él, le ayudo en su álbum, tomo sus horribles clases de escape que ahora en vez de lancha cambiaron a bote, yo cocino cuando Cy no esta y no es porque lo haga bien o me divierta, sino que mis fideos con huevo frito son más comestible que la comida que él hace y se mueve de su plato, hago las cosas que Murdoc quiere, como las apuestas que más de una vez he aceptado, ninguna de esas cosas estoy obligado a hacer pero las hago.

ESTÁS LEYENDO
Confidente
Fanfiction«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra