Veo como el sol sigue escondido detrás de las nubes grises, siento como el frío profundiza en mi piel, escucho el viento colarse por la ventana casi cerrada. Aquella opresión que de hace tanto no sentía volvió para asfixiar mi pecho, me siento mal aun así no he llorado, no voy hacer eso, no quiero caer otra vez.
Puede que no este pensando, puede que hasta tenga vergüenza de estar conmigo, puede que de verdad quiera que esto quede solo para nosotros ... Pero, yo... No me creo ninguna de esas excusas.
Hace unas horas Murdoc me dio una pequeña charla, hace tiempo no hablábamos porque habían colaboradores en la isla y no tuvimos el tiempo, pensé que cuando volviéramos a hablar estaría feliz por ello.
Su rostro era serio, no era una broma aunque tuviera una leve sonrisa para tranquilizarme, sus palabras eran medidas con anterioridad, su mano acariciaba mi espalda como si estuviera consolandome, como si nos estuviéramos despidiendo, de cierto modo era eso.
"Quizás nunca deberíamos decir que estamos juntos".
Una despedida a aquel sueño.
Escuché esa frase y las justificaciones, no lloré ni me enojé por el cambio, no grité, no hablé, no pude hacerlo, no supe que hacer más que alejarme.
Todo estaba tan bien ¿Por qué tuvo que decir todas esas cosas?.
No hice nada en el momento que escuché su petición, asentí, sólo eso, pero no fue porque me agradara la idea sino que estaba totalmente perpelejo, mi cuerpo no respondía ni tampoco mi mente. Escapé, lento y con sus palabras repitiéndose una y otra vez, llegué inseguro al estudio, me senté en el suelo y las palabras comenzaron a ser analizadas. Estaba furioso, me enojé con él, me enoje conmigo, estaba decepcionado, volví a analizar lo que dijo y un miedo alarmante se hizo parte de mí.
Un miedo que no me deja, por más que intente tranquilizarme es imposible, tengo miedo de lo que pase ahora, no quiero verle no quiero que nada cambie entre los dos, aunque ya sé que cuando lo vuelva a ver lo hará.
Todo lo que había pensado se destruyó, todo lo que me dijo que imaginara lo desarmó.
Mi mano izquierda aprieta con más fuerza el mango de la guitarra, comienzo a tocar nuevamente sin hacerlo en realidad. He tocado la mitad de los instrumentos que hay en el estudio y no dejo de pensar en sus palabras.
¿Qué puedo hacer? ¿Por qué me pidió eso de pronto?.
No quiero decir las preguntas que ya se han formado en mi cabeza, no quiero pensar en ellas, no quiero creerlas, no quiero creer que dejé de interesarle, que jamás me tomó en serio, que en realidad no... No me quiere.
Su petición fue clara y borrosa, detrás de esas frases se escondían más, quiere que esto se quede entre los dos, quiere esconder lo que hemos pasado, que guarde el secreto como si fueramos criminales, quiere reservar esto porque en realidad no es importante para él.
Salir de aquí juntos, él lo dijo más de una vez ¿Por qué ya no quiere? ¿Se arrepintió?.
Puede que con más gente a nuestro alrededor se haya dado cuenta de que no me necesita, de que soy quien estuvo ahí cuando no había nadie más a quien besar, pero eso no significa que lo seguiré siendo
¿Si tuviera que elegir estar con. alguien, realmente me elegiría?.- ¿Te gusta estar resfriado o qué? -escucho detrás mío y dejo de tocar.
Mi respiración se contiene, nuevamente siento que no puedo hablar, no puedo hacer nada, tengo miedo.
Segundos después una manta se deja caer sobre mis hombros junto con unas manos que intentan ser acogedoras.
¿Por qué? Quiero preguntarle ¿Por qué si se aburrió aún sigue aquí?.

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Confidente
Fanfiction«- Podemos invertir los Papeles ... Sólo cuentame todo y Murdoc será nuestra alma frágil » - Ambientado en la tercera fase - 2doc! La autora no se hace responsable de los daños sentimentales provocados por su obra