Cuando me levanto para ir a la escuela, siento preocupación. ¿Y si Ivanna me vió? Me cambio y desayuno con un vacío en el pecho.
Imagino la peor de las situaciones. Llegar a la escuela y que esté lleno de policías, imagino a una Ivanna aterrada al verme y unos padres furiosos conmigo. Sacudo la cabeza, intentando decirme a mi mismo que es ridículo. Que ella no me vió y que todo va a estar bien. De camino a la escuela me siento inquieto pero a esta altura. No puedo hacer nada. Cuando llego todo parece normal al principio. Un día común y corriente. Mis amigos me saludan y entramos a la escuela como si nada. La busco con la mirada pero aún no logro encontrarla. Me pica la nuca y el cuero cabelludo.
— ¿Pero que mierda te pasa?
Miro a Martín de golpe. Parpadeo ¿Que?
— ¿Qué me pasa de que? — Pregunto alarmado.
Él me regala una sonrisa que no le llega a los ojos.
— Te estoy hablando hace como 5 minutos y ni siquiera me estás mirando ¿Acaso te drogaste anoche?
Me le quedo mirando un segundo y luego suspiro aliviado. Niego con la cabeza.
— A decir verdad hace tiempo no me drogo.
Él suelta una pequeña carcajada.
— ¿Cuál es tu nuevo record? ¿3 días?
No le devuelvo su molesta risa. Niego con la cabeza.
— Desde que comenzamos la escuela.
Él se me queda mirando nuevamente y yo estoy igual de sorprendido. Desde que vi a Ivanna, no volví a drogarme. Estoy tan pendiente de ella y de lo que puedo llegar a hacer para que todo cambié entre nosotros que me olvidé totalmente de la marihuana. Creo que eso es algo positivo de alguna manera...
Él timbre toca y nos corta la conversación. Siento una punzada de pánico, cuando llego al aula, todo sigue normal. Me siento en mi banco y guardo silencio, pretendiendo que soy invisible.
Entonces ella entra. Tan hermosa, el cabello le cae por el hombro, luce pálida, tiene pequeñas ojeras debajo de sus ojos, luce cansada y yo la miro con temor. Mira para todos lados y sonríe cuando encuentra a alguien con la mirada. Miro para ese lugar y veo que Julieta y Alex le devuelven la sonrisa. Camina hasta donde están. La saludan con un beso y ella se sienta en su lugar dándome la espalda. Largo un suspiro y siento que me falta el aire. No me había dado cuenta que estaba sosteniendo la respiración...
El alivio me abraza y yo sonrío a su dirección pensando en la próxima vez que junte coraje y vaya a visitarla nuevamente.
~•~
Los días pasan. Estoy más tranquilo y para ser sincero, estoy cambiando. Me miro en el espejo del baño de la escuela. Tengo el pelo sobre el rostro pero puedo notar mi rostro limpio debajo. Me corro el pelo y me miro fijo. Ojos azules, nariz finita y respingada, labios gruesos y por suerte tienen color y no están pálidos como de costumbre. ¿Será por que ahora me siento a desayunar con mamá y con Sofía? Jamás lo había echo antes pero desde hace tiempo que mi apetito es mejor.
Mi madre está encantada con mi cambio y a decir verdad yo me siento mejor. Pero no tiene que agradecerme a mi, sino a ella. A mi preciosa chica. Desde que ella apareció en mi vida, cambié mucho de mi. Hasta mis propios amigos me lo dijeron. Sonrío a mi reflejo y salgo disparado hacia el patio. De alguna manera Ivanna y yo terminaremos juntos. No se como pero tengo que lograr que sea mi novia.
Me encuentro con mis amigos en el patio. Reímos y bromeamos cuando siento que me cruje la panza.
— Voy por una manzana ¿Alguien quiere algo? — Pregunto
Mis amigos me dicen que no y yo me voy con tranquilidad hasta la cafetería.
Cuando llego, tomo una manzana roja, la pago y salgo caminando con tranquilidad. Estoy a punto de morder la manzana cuando algo llama mi atención. Es ella, Ivanna. La razón por la que hoy estoy tan animado. Estoy a punto de sonreír, pero no lo hago. Lucían, ese pendejo maricon, se le acerca trotando y hablando animadamente. Ella le devuelve una sonrisa tímida.
Yo me oculto detrás de un árbol y los observo. Si me ven mirándolos fijo pensaran que soy un loco. Mientras hablan animadamente veo como Ivanna saca un celular de su bolsillo y teclea algo animadamente mientras el le habla. ¿Tiene celular nuevo? ¿Tan rápido? Trago saliva y me siento preocupado.
Miro al piso un momento y cierro los ojos con fuerza intentando controlar la ira que siento. Cuando los abro, vuelvo a mirarlos y me arrepiento totalmente de haberlos abierto.
Lucían toma a Ivanna de la barbilla con una mano y la obliga a mirarlo mientras se acerca a ella a escasos centímetros mientras balbucea algo. En ese momento sale gruñido de mis labios que ni siquiera soy consciente que lo hice y no puedo aguantarlo ni un segundo más.
Me salgo de donde estoy escondido, tomo la manzana que me iba a comer, e impulsandome hacía atrás tiro con fuerza la manzana en dirección a la cabeza de Lucían. La manzana vuela por los aires y no veo a donde llega. Me escondo rápidamente y caigo sentado detrás del árbol. Me tapo la cara con las manos, inmóvil y nervioso. Ahora vendrán a ver quien tiro esa manzana e Ivanna me mirara como si fuera un maldito trastornado.
De golpe una voz en mi cabeza responde "¿Acaso no eres un maldito trastornado? "
Asombrado, me asomo lentamente. Lucían se está sobando la cabeza e Ivanna tiene las manos levantadas en dirección a él con cara de preocupación. Por lo menos le pegué a él.

ESTÁS LEYENDO
No sin ella. [1] (BILOGIA)
RomanceJulián es un joven de 18 años, problemático, con problemas de ira e higiene debido a traumas de la infancia. En su último año de secundaria se encuentra totalmente perdido y sin dirección debido a drogas y alcohol. Todo lo que tiene es el sustento d...