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— ¡Ese maldito vago no fue capaz de acercarse a dejar un currículum! Tuvo que usar a sus hijos para engañar a un idiota como yo... — Grito con asco

— ¿Y que hiciste? — Pregunta en voz baja.

— Me vengue. Y no me arrepiento de nada. — Balbuceo en tono frío.

No espero a que pregunte nada. Se lo cuento todo y no se como reaccionara cuando escuche todo lo que hice.

— Me la coji en frente de una cámara y lo subí a Facebook. Su hermano quiso golpearme pero no llego a rozarme sin perder un diente siquiera y en cuanto a la puta, por suerte no volvió a la escuela. Y desde entonces era asi. Me dejaba estar. No me bañaba. Usaba la misma ropa. Tuve problemas con mis padres y con los profesores por mi higiene personal, pero tuvieron que resignarse. No podía dejar que me engañarán otra vez, soy una persona muy orgullosa para dejar que unos perdedores me vean la cara de imbécil y así fue... hasta que te conocí. — La miro a los ojos buscando alguna reacción en ella.

Se queda callada un momento.

— Fuiste muy cruel... — Me dice.

— Se lo merecía. — Ambos se lo merecían y lo volvería a hacer.

— ¿Y todo lo que me hiciste también me lo merecía? — Pregunta alzando las cejas.

Niego con la cabeza. No hay punto de comparación.

— Tú eres diferente.

— ¿Por qué?

— Porque estaba enamorado y desesperado y tú no querías estar conmigo. Yo te necesitaba y te sigo necesitando... — Le confieso 

— ¡Eras repugnante! ¿Que esperabas? — Suelta como si fuera algo que se estuviera guardando desde hace mucho.

Mierda. Eso me dolió. Mi cara se contrae por la dureza de sus palabras y aparto la mirada. Esto es vergonzoso.

— Yo... lo lamento. — Me dice en un susurro.

Me quedo mirando al piso.

— Esta bien. Me basta con que estemos juntos... y ya ... no quiero hablar mas de este tema. Es suficiente por hoy. — Mi voz suena apagada.

Ella se levanta y se sienta arriba de mí. Me lanza ambos brazos al cuello. Yo la rodeo con fuerza. Me besa en la boca y yo inmediatamente me siento mejor.

— Gracias por contarme todo. — Me dice.

Me quedo callado un momento.

— Mientras estés conmigo, jamás volverás a verme asi. Todo fue mejor en mi vida desde que apareciste... — Le susurro solo para que ella pueda escucharme.

No me contesta nada y vuelve a quedarse callada. Pero luego se aparta un poco para poder mirarme a los ojos.

— Bueno... — Me dice con una suave sonrisa. — ¿Nos unimos a la fiesta?

Se levanta de mi regazo y me tiende la mano. La tomo, contento y bajamos de la mano. Su casa esta repleta de gente. Incluso mas de cuando llegamos. Nos unimos a las amigas de Ivanna y yo me encuentro con Martín. Le pasan un vaso de cerveza a Ivanna pero yo se lo quito de las manos. 

— Permanece sobria por favor. — Le digo en el oído por encima de la música.

Finge una cara de enojo y yo me río mientras le doy un sorbo a la cerveza. La agarro de la cintura pero se aparta de mí poniéndose detrás de su amiga Alex.

— ¡Acompáñame al baño! — Le grita Alex en el oído.

Intento relajarme. Martín aparece abrazado con Bruno que me mira con timidez.

— ¡Oye socio, este tipo dice que conoce a tu novia! ¡Yo lo apruebo, me cae bien! — Me grita Martín arrastrando las palabras.

Me acerco al oído de Bruno.

— No te preocupes, se pone cariñoso cuando está borracho y también dice cosas sin sentido.

— No te preocupes. No me molesta. — Me contesta Bruno riendo.

Martín suelta a Bruno y con una sonrisa torcida viene a abrazarme. Me parece que ya es suficiente alcohol por esta noche para él.

— Tardaron mucho en su habitación ¿Le diste amor del bueno, no es así? — Pregunta para luego largar una carcajada.

Bruno abre los ojos como platos. Martín borracho y sus malditos comentarios incómodos.

— Cállate o tendré una conversación seria con Julieta. — Le suelto.

Se le borra la sonrisa e intenta mantenerse derecho.

— ¿Conversación seria de que?

Intento no reir.

— De lo que sientes por ella.

— ¡Traidor, nunca mas te volveré a contar nada! — Me grita soltando el vaso de cerveza casi vacío.

— ¡¿Contar sobre qué?! — Suelta una voz femenina detrás nuestro.

Los tres nos damos vuelta. Mariana, Julieta y Alex nos miran confundidas por entre medio de la gente. Martín mira a Julieta con espanto. Bruno se acerca a Alex para abrazarla por la cintura ¿Donde está Ivanna? Yo solo sonrío.

— Sobre un chiste muy gracioso en el Martín termina humillado. — Le contesto a Julieta mientras esta me levanta las cejas sin sonreir.

Julieta asiente con expresión neutra y sin reír ¡Ay pero que amargada! De todas las amigas de Ivanna estoy seguro de que a Julieta es a quien peor le caigo. Es castaña de cabello ondulado y tiene ojos verdes pero siempre con cara seria. No es mi tipo. Mi tipo de mujer tiene nombre y apellido. No sé como Martín se puede fijar en esta chica.

Busco a Ivanna con la mirada por entre medio de la gente pero no la veo por ningun lado. Alexa se esta besando con Bruno cuando me estoy acercando. A la mierda. Toco el hombro de Bruno, este se voltea y se me queda mirando pero yo la miro a Alex.

— ¿Tienes idea de donde esta Ivanna? — Pregunto acercándome a ella.

Se encoje de hombros y luego se me acerca sin dejar de estar colgada del cuello de Bruno.

— Le dije que me aguardara afuera del baño pero cuando salí ya no estaba. Vine hasta aquí esperando verla.

Niego con la cabeza. De pronto Alex desvía la mirada y la expresión de su rostro se transforma en una de odio. Me volteo de golpe. Tenso la mandíbula. Samanta, parada detrás de mí con una expresión extraña en su rostro. Desde hace tiempo que sé que a nadie le cae bien. Es una persona llena de envidia, veneno y sé perfectamente que ella es a la última persona que Ivanna invitaría a su fiesta.

¡¿Que mierda hace aquí?!

No sin ella. [1] (BILOGIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora