(76)

9.2K 659 16
                                    

El policía en frente de mí me observa detenidamente. Me miro los nudillos lastimados y con sangre que ahora me duelen por tantos golpes. Termina de hacerme unas cuantas preguntas y de anotar sobre lo que acaba de pasar en la fiesta de Ivanna. Guarda su libreta y luego me mira a los ojos.

— Para la próxima vez que pase algo asi, trata de controlar esa irá... porque aunque tengas razones... casi lo matas. — Me dice.

Me cruzo de brazos, me le quedo mirando y no le contesto nada. La única razon por la que no lo asesiné a golpes fue porque me detuvieron. Asi que la próxima vez que pase algo asi espero que alguien este ahí, para detenerme.

Cuando por fin me deja ir, me reúno con mi amigo. Este me mira con cara de preocupación. Ya no queda casi nada de gente y Bruno esta cerrando las puertas de la casa de Ivanna dando por terminada la fiesta que lamentablemente fue un total fracaso. Me siento muy mal por Ivanna y la preocupación me golpea el pecho.

Miro para todos lados. La ambulancia se fue. Ellos no querían soltarme pensando que quería seguir golpeando al tipo, cuando en realidad lo unico que queria es ir a ver como estaba Ivanna. Sus padres llegaron y junto con sus amigas se fueron hasta el hospital.

La preocupación me está matando. La policía no me dejó moverme de aqui hasta que dijera todo lo que habia pasado. Al tipo que atacó a Ivanna se lo llevaron en una camilla de hospital, esposado. Si me dijeran quien mierda es, lo buscaría y terminaría lo que empecé.

— Me voy al hospital. — Le aviso a mi mejor amigo.

Este asiente.

— Avisame como está Ivanna. Yo me quedaré a acompañar a Bruno. — Me contesta.

Le agradezco, lo saludo y salgo corriendo hacia mi auto. Manejo a toda velocidad hasta el hospital. Pasaron aproximadamente tres horas del incidente y por culpa de esos putos policias, no estoy al lado de Ivanna.

Cuando llego, ni siquiera me fijo si estacioné bien, entro rapidamente al hospital en su busqueda. Estoy a punto de preguntarle a las enfermeras sobre Ivanna cuando veo de golpe pasar a un rostro familiar. El padre de Ivanna. Esta con un café y cara de preocupación. Me acerco a él y al verme puedo notar que esta algo sorprendido.

— Julián. — Se escapa mi nombre de sus labios.

— ¿Como esta señor Ramírez? ¿Puede decirme como esta Ivanna? — Le pregunto con voz nerviosa.

No llega a decirme nada porque aparece la madre de Ivanna y con los ojos llenos de lagrimas corre a abrazarme. Abro los ojos como platos al sentir sus brazos rodeandome.

— ¡Muchas gracias por defender a mi pequeña! — Me dice entre sollozos.

Me quedo mudo. Me suelta luego de unos segundos. Su esposo la toma de los hombros y puedo notar que se fijan en mis nudillos lastimados ¿Como se enteraron de todo lo que pasó? ¿Las amigas de Ivanna le contaron todo? El padre de Ivanna comienza a hablar.

— Casi le quiebra la mandíbula.

Cierro los ojos, furioso y dolido.

— Le hicieron puntos y suturas... tiene que pasar la noche aquí pero el medico dijo que mañana por la noche le daran de alta, cuando baje la inflamacion y luego tendra que hacer reposo por 3 dias. Muchas gracias por defender a mi hija.

Suspiro aliviado al saber que Ivanna se recuperará, pero me pone muy triste que su cumpleaños terminara así. 

— De nada... ¿Cuando podré verla? — Pregunto en voz baja intentando no verme desesperado por estar a su lado.

Me gustaria haber podido evitar todo lo que paso. Si tan solo no me hubiera separado de ella...

— Estamos esperando que el doctor nos avise cuando... creo que aun sigue inconsciente. Y por los agresores no te preocupes... todas las amigas de Ivanna dieron información necesaria para poder llegar a los culpables. Lo único que no sabemos es el porque. — Me cuenta el padre de Ivanna.

Lo miro de golpe. Samanta hizo toda esta mierda para joderme, pero no puedo decir nada.

— No tengo ni la menor idea de quien era ese tipo...

— Le desfiguraste la cara. Si yo lo hubiera agarrado lo habria muerto. — Me contesta con tono duro.

— Me parece que no es un buen momento para hablar de eso. — Interviene Julia, al ver a donde esta llegando nuestra conversación.

Si supiera que no lo maté porque me detuvieron, no me vería con los mismos ojos. El médico aparece y nos avisa que podemos entrar a ver a Ivanna.

Caminamos por un pasillo hasta llegar a la habitación. Por suerte, no la comparte con ningún otro paciente. Cuando entro, lo primero que veo me deja sin aire. Siento sollozar a la madre de Ivanna al ver a su hija en semejante estado. Tiene la cara llena de vendas y está totalmente inflamada. Desde donde estoy puedo ver el rojo de las heridas y las suturas. Cierro los ojos, conteniendo la rabia... se me cae el alma a los pies y me duele verla asi. 

Sus padres se inclinan hacia ella, le toman las manos y la besan. Me acerco timidamente, para no incomodar a sus padres. El padre de Ivanna le dice a su esposa que dentro de un rato tendra que irse a averiguar que nueva información tiene la policía sobre por que pasó lo que pasó.

A mi me gustaria acostarme a su lado, abrazarla y prometerle que la voy a proteger siempre. Que mientras yo viva, nunca jamás nadie podrá herirla. Siento que le fallé. Ni siquiera me molesto en pedir permiso. Me voy a quedar cuidando a Ivanna hasta que este totalmente recuperada y luego cuando mi chica esté bien, voy a hacer que Samanta pagué por lo que hizo, aunque ya lo esté pagando, la va a pasar muchísimo peor.

¿Acaso piensa que está loca?

Eso es porque aún no se enteró que como yo, no hay nadie más demente y más aun cuando me hacen enojar tocando lo más preciado que tengo en la vida.

No sin ella. [1] (BILOGIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora