No sin ella. [1] (BILOGIA)

(80)

14 de Noviembre del 2015.

Salgo del cubículo del baño y me miro en el espejo. Un rubio de ojos hinchados, ojeroso y cansado me devuelve la mirada. Desvío la vista y me lavo las manos.

— Intenta no llorar hoy pedazo de cobarde. — Las palabras van hacia mi reflejo aunque ni siquiera pueda mirarme.

Salgo de la escuela y me encuentro con mi mejor amigo.

— Ex mugre ¿Cómo te fue? — Me saluda.

Me esfuerzo por sonreír.

— Sólo desaprobé dos materias. Es una suerte. Pensé que los profesores querrían matarme.

Lanza un bufido.

— No puedo creer que decidieras dejar de venir a la escuela dos semanas antes de terminar. Venías muy bien. — Me reprende Martín.

Me le quedo mirando y no le contesto nada. Desde que Ivanna me dejó, no pude levantarme de la cama como por 5 días y luego no me atreví a volver a la escuela. No podía verla. Por suerte sólo desaprobé 2 de 10 materias. Las tendré que rendir en el verano y luego podré comenzar la Universidad.

Mientras continúo hablando con mi amigo en la puerta de la escuela, me cruzo con la mirada de Alexa que también va de salida. La saludo con la mano y no le queda otra que venir a saludarnos. Tal vez pueda saber como está Ivanna. Se acerca y nos saluda a ambos. Le pregunto como le fue con las materias y nos cuenta que sólo desaprobó una.

— ¿Y tú por que desapareciste tan de golpe? — Me pregunta, curiosa.

Me esfuerzo por reír.

— Tuve problemas con mi familia. —Miento y creo que lo sabe.

— ¿Desaprobaste muchas materias?

Niego con la cabeza.

— Sólo dos.

— ¡Qué suerte! Bueno supongo que los veré en la fiesta. — Suelta en modo de despedida.

Niego con la cabeza. La fiesta de egresados es el 21 y luego la entrega de diplomas el 25 pero sólo voy a ir a la entrega de diplomas. No quiero ver a Ivanna hasta ese entonces.

— ¡¿No irás a la fiesta de egresados?! — Pregunta Alex escandalizada.

Me limito a seguir negando la cabeza y puedo ver que mi seriedad la intimida porque luego balbucea una estúpida excusa para irse. No me animé a preguntarle sobre Ivanna. Cuando por fin me quedo sólo con mi amigo, este me mira enojado.

— ¿Cuándo mierda ibas a decirme que no vendrías a la fiesta?

Me encojo de hombros.

— No tengo con quien ir. Además no quiero ver a Ivanna. — Le contesto mientras caminamos hacia mi auto.

— Es una pena... ¿Sabes que no habrá otra fiesta de egresados verdad?

Asiento y luego le sonrío.

— Me importa una mierda. — Y es cierto.

                            ~•~

Madrugada del 21 de Noviembre.

Me pongo la capucha negra y camino hasta el salón de fiestas. Me siento miserable. Siento como el pantalón baila en mis piernas ¿Estoy más delgado? Repito en mi cabeza una y otra vez que solo voy a verla un momento y luego volveré a casa.

Parado afuera del salón de fiestas mientras, dentro sólo se pueden notar las luces de colores que prenden y apagan, yo estoy aquí afuera, sólo, mirando fijo el lugar... Y ella adentro... divirtiéndose como si nada. Me muerdo los labios, con rabia. Si tuviera un arma entre mis manos, vaciaria el cargador en ella...

— ¡¿Que?! — Exclamo en voz alta.

Sacudo la cabeza y me siento sorprendido por mis pensamientos ¡Basta imbécil! Parpadeo frenéticamente. Yo jamás lastimaría a Ivanna... o eso quiero creer. Camino hasta el costado del salón en la pared donde dan las ventanas de los baños. Supongo que aquí podré verla aunque sea un momento... Cuando venga a retocarse el maquillaje o necesite el baño.

Me trepo por un gran árbol de al parecer ramas fuertes, que me felicita la vista hacia los ventanales de los baños. Miro hacia adentro de la primera ventana... es el baño de los varones.

Me muevo hacia el otro lado del árbol. Siento que estoy agotado... desde que Ivanna me dejó, no fui al gimnasio ni tampoco estoy comiendo bien. Por el ventanal continúo, que esta ligeramente abierto diviso varias chicas con vestido de fiesta. Por fin. Esperaré aquí hasta que entre y pueda verla.

Paso más de una hora y yo sigo aquí. Desesperado por verla aunque sea una vez. Estoy mirando al piso, diciéndome a mi mismo que tal vez ya es hora de ir a casa, cuando escucho unas voces familiares.

— Wow, si que pusieron fuerte la música.

— Yo ya creo que estoy sorda.

Levanto la cabeza de golpe y la veo. De entre todas las chicas... ella, brilla. Labios rojos, vestido negro, ajustado y con encaje rojo. Esta radiante, impresionante... Y yo aquí... acosandola. Escucho la conversación que ambas tienen pero mi cerebro no presta tanta atención ya que Ivanna me tiene idiota con tanta perfección. Es un lujo de mujer.

— Adivina quien me estuvo pretendiendo toda la noche.

Julieta se ve animada. Seguro está borracha... Ivanna se encoje de hombros.

— Martín. — Dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Ahogo un grito, abro los ojos como platos e Ivanna abre la boca sorprendida.

— ¡Si, si! ¿Puedes creerlo? Es mas... Ivanna, creo que él me gusta.

Ahogo una carcajada. Martín se pondrá realmente feliz cuando le cuente... Aunque mirándola bien, creo que está un poco... bueno, bastante ebria. Sus movimientos son torpes y está muy eufórica.

— ¿Tú que opinas? — Le pregunta a su amiga.

— Pienso que hacen una excelente pareja.

La voz de Ivanna está algo apagada.

— Iré a buscarlo, tengo que decirle, no tendré oportunidad después de hoy.

Julieta se mira al espejo una vez más y sale disparada hasta la puerta, dejando sola en el baño. Ivanna se ríe, seguramente por la borrachera de Julieta.

Se queda sola en el baño. La miro fijo. Levanta su largo cabello renegrido, se echa agua en el cuello y luego se apoya en la pared, cerrando los ojos. Me parece que está mareada. Me acerco a la ventana... podría entrar... Me apoyo en el ventanal, este sede haciendo un crujido y casi tirándome dentro.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡No! Me aparto rápidamente de la ventana. Seguro se escuchó en todo el puto baño. No me atrevo a asomarme nuevamente. Cierro los ojos con fuerza y quiero darme la cabeza contra la pared por ser tan torpe. Tengo que irme de aquí. Bajo del árbol y camino rápidamente hasta la calle ¡Soy un imbécil! No debí venir.